EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA

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Domingo, 10 de abril de 2022/EL FARO

EN EL 90 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL ACTOR OMAR SHARIF

Imagen de Omar en la película «Lawrence de Arabia» (1962).

En el día de hoy se cumplen 90 años (domingo, 1932) del nacimiento en Alejandría (Egipto) del actor Omar Sharif (Michael Demitri Shalhoub, 1932-2015).

Sus declaraciones y mis notas

Michael Demitri es hijo de Joseph Shalhoub, un adinerado comerciante de maderas nobles de origen libanés y sirio y de Claire Saada, ambos de origen católico greco-melquita. Michael se gradúa en Matemáticas y Física en la Universidad de Cairo, pero su pasión es el cine y personalmente reconocerá que sus padres “ no querían que yo fuera actor, pero yo me empeñé en conseguirlo a toda costa. No había alternativa: o era actor o la muerte. Cuando se lo dije a mi padre, se llevó un disgusto, porque él era comerciante, y lo que quería era añadir a su nombre, en el rótulo del negocio, las palabras “e hijo”. Escoge su “nombre artístico”: Omar, por el militar estadounidense Omar Bradley (1893-1981) y Sharif, porque es un apellido egipcio que se parece al «sheriff» de las películas del Oeste norteamericanas.

Imagen de Omar y Julie Christie en la película «Doctor Zhivago» (1965).

En 1954, su físico le abre a Omar las puertas del cine de su Egipto natal. Omar conoce a su paisano, el director de cine Youssef Chahine (1926-2008), cuando estudia interpretación en Londres en la «Royal Academy of Dramatic Art». Y Youssef le dirige en su primera película, el thriller “Siraa Fil-Wadi», en la que comparte cartel con la que va a ser su esposa, Faten (Faten Hamama, 1931-2015). La película es presentada en la Octava edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, celebrada entre el 26 de abril y el 10 de mayo de 1955. Más de una veintena de películas, en apenas ocho años, le convierten en el actor de moda de Egipto. Omar no duda en convertirse al Islam, para poder casarse con Faten, el 5 de febrero de 1955. De la unión, nace dos años después (1957) su hijo Tarek Sharif, que con 9 años aparece en la película «Doctor Zhivago». Es el segundo matrimonio de Faten, que en 1953 se ha divorciado de su primer marido, el director y guionista Ezz El-Dine Zulficar (1919-1963), doce años mayor que ella, con el que ha tenido una hija, Nadia (1948).

Su don para los idiomas le facilita el camino, ya que domina lenguas tan distintas como el árabe, el español, el francés, el griego, el inglés y el italiano. Su primera película internacional es “Lawrence de Arabia” (1962) dirigida por David Lean (1908-1991). Fue elegido por David, entre las 2000 fotos de un catálogo de actores árabes, al que dijo: «si habla inglés, éste» y tenía la fortuna de hablar inglés. Bajo este aspecto Omar recordó  que “si no hubiera sido por mi madre, hoy no estaría con vosotros aquí. Si he llegado a ser actor en Hollywood es gracias a ella. Cuando tenía diez años, engordé mucho. Mi madre me adoraba, y no aceptó aquello. Quería que yo fuera el más guapo y el más importante. Por aquel entonces, yo estudiaba en una escuela de los jesuitas franceses. Aunque no era una persona culta, mi madre, que era una excelente cocinera, se puso a pensar en cuál era el mejor método para que yo adelgazase. Especulando sobre cuál es el país del mundo donde peor se come, llegó a la conclusión de que es Inglaterra. Por esa razón, me envió a un internado inglés, donde efectivamente, la comida era horrorosa. Ahí fue donde aprendí inglés y me convertí en lo que mi madre quería que fuese”.

Omar y Barbara Streisand en «Funny Girl» («Una chica divertida», 1968).

Su porte y apostura, convence a David, instantáneamente, para contratarle y decide darle uno de los personajes más importantes, el del líder árabe Shérif Ali ibn el Kharish. Por su actuación es nominado al premio Oscar, gana el Globo de Oro y es su trampolín internacional. “Todo lo que soy ahora, se lo debo a “Lawrence de Arabia”. Cambió mi vida en el sentido más radical. Yo era un hombre felizmente casado que vivía y hacía películas en Egipto. Mi mujer era una actriz conocida. Nos separamos por culpa de mi carrera después de 12 años de matrimonio. Luego no volví a encontrar otra mujer”.

El éxito de “Lawrence de Arabia” permite a Lean acometer un proyecto grandioso en todos sus aspectos, la adaptación al cine de la novela de Boris Pasternak (1890-1960) «Doctor Zhivago (1957)» y desde el primer momento decide que Omar sea el protagonista, el doctor Yuri Andreyevich Zhivago. Yuri tiene una gran lucha interna, entre el «deber», que representa Tonya(Antonina Aleksándrovna Gromeko, interpretada por Geraldine Chaplin, 1944) y el «deseo», que es Lara (Larisa Fiódorovna Guichard, interpretada por Julie Christie, 1941). Omar interpreta a Yuri con la delicadeza y la intensidad que siempre pone en sus personajes y que alcanza en ésta película su cota más alta, dos características que casan muy bien con el texto de la novela de Boris y con el estilo preciosista cinematográfico de David. Los ojos de Omar y Julie, unidos a la maravillosa música de Maurice Jarre (1924-2009) forman un inigualable recuerdo cinematográfico.

Por su actuación en “Doctor Zhivago” (1965) gana otro Globo de Oro. El mismo reconocía que “Doctor Zhivago” es una película romántica, que repite la misma fórmula que “Lo que el viento se llevó”. Una historia de amor, con una guerra civil de fondo. El problema que yo le veo a “Doctor Zhivago” es que me parece demasiado sentimental. No soy un gran admirador de la película. A la hora de rodar, uno actúa, y marca el sentimiento con los ojos y con el tono de voz. Pero si esa emoción se sobrecarga, como sucede en este caso, con una música excesivamente sentimental, todo se vuelve excesivo. Y ese es el defecto que yo le veo”. Como bien dijo, “He hecho otras películas que no son malas, como «Funny girl». Fue polémica, pero no por la propia película. Era la época de la Guerra de los Seis Días. Me insultaron los árabes por besar a una judía, y los judíos, que me acusaban de apoyar la causa egipcia». La comedia musical «Funny girl» («Una chica divertida», 1968) dirigida por William Wyler (1902-1981), hoy considerada uno de los clásicos del género, situada en Nueva York en los años de la Primera Guerra Mundial, se basa en la tormentosa relación entre la actriz Fanny Brice (Barbra Streisand, 1942) y el estafador Nick Arnstein (Omar). El actor llegó a reconocer que hizo “tres películas que son clásicas, lo cual en sí mismo es muy raro, y todas fueron hechas en cinco años. El mundo del cine ha cambiado enormemente desde que rodé esas películas. En realidad, todo ha cambiado… La vida es más difícil ahora que entonces. Hay menos trabajo, más necesidad, y eso hace que la gente se vuelva más competitiva y también más violenta. En los años cincuenta, las películas abordaban temas muy variados, porque el público también era muy diverso. En la actualidad, la gente mayor ha dejado de acudir a las salas de cine. Ir a ver una película es para ellos costoso e incómodo, y prefieren quedarse en casa, para disfrutar de un DVD o de la televisión. Ahora el público de las salas lo componen esos jóvenes que quieren salir, reunirse con sus amigos e ir a ver una película. De ahí que todas las producciones actuales vayan enfocadas a ese tipo de público”.

Cartel de la película «La Isla Misteriosa» (1973).

Otra de sus interpretaciones más notables es la película «La caída del imperio romano» (1964), del director de cine, productor y actor estadounidense Anthony Mann (1906-1967). Y junto a ella, «La noche de los generales» (1967), del cineasta estadounidense de origen ucraniano Anatole Litvak (1902-1974); «El último valle» (1970), del escritor, guionista y director de cine australiano James Clavell (1921-1994); y «La semilla del Tamarindo» (1974), del director, guionista, productor y actor de cine estadounidense Blake Edwards (1922-2010). Su “opinión” sobre el mundo del cine que él tan bien conoce, no es muy “positiva”, pues “durante muchos años, mi única defensa ha sido estar callado. Sólo he podido empezar a decir lo que pienso cuando he sido famoso. Hay que tener en cuenta que todos en Hollywood, actores, directores, productores y distribuidores, son judíos. Las únicas palabras que salían de mi boca eran: «Sí, señor» (…) Yo no veo mis películas». También porque, “destruyó” su matrimonio, hasta ese momento “feliz” y cambió totalmente su forma de vivir. Así reconocía que ”desde 1966 nunca he vivido con una mujer. Vivir en hoteles tiene sus ventajas. Es mucho más cómodo. Si me siento solo, voy al bar. Y es más seguro. Si me pasa algo, tengo una ambulancia a golpe de teléfono. En realidad, vivo entre París y El Cairo. Siempre en los mismos hoteles. Mis amigos saben que mi casa es el hotel».

Omar Sharif conoce bien nuestro país y habla perfectamente el castellano. En un momento de su vida llegó a decir que “ahora hablo muy mal español. Lo he olvidado. Hablar español para mí tiene un significado especial. La última vez que estuve en España fue en 1998, cuando murió mi madre. Mi madre entonces vivía aquí». “Me encanta su gente, su cocina y su ambiente. En España he pasado algunos de los mejores momentos de mi vida. Recuerdo que cuando rodamos allí, no había nada construido, era una delicia. En Carboneras me sentaba en la playa y quedaba ensimismado mirando el mar. España es un país que me atrae mucho…” Omar reconoce, abiertamente, sus aficiones y sus “vicios”: “Tengo algunas pasiones: el cine, el bridge (escribió una columna sobre el juego durante años en el “Chicago Tribune”) y las apuestas. Adoro el cine, pero no verlo. Sólo soporto las películas viejas, por la noche, en la televisión (Las de Chaplin. Me han acompañado toda mi vida. A medida que he crecido he descubierto su intención política. Son películas muy de izquierdas)(…) De Occidente me gusta la Cultura, el Teatro, la Ópera lírica (que me encanta)”sus “ideas políticas”… “Me considero un hombre de izquierdas, pero no quiero ver la democracia ni en mi país, Egipto, ni en ninguno otro. Lo mejor para un país árabe es un dictador, un jefe, pero bueno, como Jesucristo (…) Los árabes no estamos acostumbrados a la democracia. La democracia no vale para los árabes, porque los árabes somos tribus, no países. Sólo Egipto es un país. No tenemos suníes y chiíes. Somos todos suníes. En Irak hay suníes, chiíes, kurdos y más cosas (…) “Soy, intelectualmente, muy Occidental; pero, emocionalmente, muy Oriental (…) Con la Paz, no tienes que comprar armas y puedes comprar pan”. … la Religión… “La religión es mucho más para los pobres, tienen más fe, y la esperanza de ir al Paraíso… y son manipulados por la clase política”. Y, con el paso del tiempo, lo que más aprecia, es estar con su familia… “Mi único hijo (Tarek Sharif) se ha casado cuatro veces. Primero con una judía polaca. De este matrimonio nació mi nieto mayor que se llama Omar. Luego se casó con una checoslovaca católica. Pero no tuvieron hijos. La siguiente fue una musulmana egipcia. Y con ella llegó mi segundo nieto. Han estado juntos 13 años, pero lo han dejado y ahora mi hijo vive con una rusa ortodoxa. Y acaba de nacer el último nieto que tiene un mes y medio”.

Cartel de la película «El Rolls-Royce amarillo» (1964).

Su última interpretación, de renombre, ha sido en la película «El señor Ibrahim y las flores del Corán» (2003), del escritor y director de cine francés François Dupeyron (1950- 2016), papel por el que logra el “premio César” al Mejor Actor de la Academia Francesa. “El señor Ibrahim y las flores del Corán”, es una película pequeña, rodada con un equipo de catorce personas. Nunca había participado en un rodaje de estas características. Bien pensado, el contar con un equipo tan reducido es una ventaja extraordinaria. Es un trabajo más íntimo, que convierte a la película en una obra de amor. Incluso llegamos a alojarnos en hoteles donde las habitaciones no disponían de un baño individual. A mi edad, un trabajo de estas características resulta sumamente divertido y a la vez conmovedor. Llevaba cinco años sin rodar una película. A lo largo de los veinte años anteriores, rodé películas de muy mala calidad. Tanto es así, que mis nietos se reían de mí. «Pero abuelo, ¿por qué haces películas tan malas?». Llegado a este punto, quise recuperar un poquito de dignidad para que mis nietos respeten mi trabajo”. Y Omar reflexiona… «Creo que pensar en el futuro es algo para las personas jóvenes y meditar sobre el pasado es inútil en la vejez… en la vida ya he borrado todo lo que ha desaparecido».

Cartel de la película «Mayerling» (1968).

Colofón

Jueves, 24 de noviembre de 2005. Omar recibe en París la Medalla Eisenstein de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en reconocimiento a su contribución a la diversidad cultural. Su hijo Tarek Sharif  reconoció quecomenzó a “sospechar que padecía Alzheimer. No le veía bien. Hablé con un amigo médico para que lo examinara, pero me decía que era imposible. Casi todo el mundo se siente intimidado por mi padre. Le recetaron algunas medicinas y unos ejercicios para ralentizar el avance, pero los ejercicios jamás los ha hecho. Se niega. No ha reconocido estar enfermo. Mi padre siempre ha tenido un carácter muy fuerte”.

Imagen de la película «El señor Ibrahim y las flores del Corán» (2003).

Cuando el sábado, 17 de Enero de 2015, fallece su ex-mujer, a los 83 años de edad, su hijo Tarek Sharif  reconoció que Omar «no hizo declaraciones. No estaba al tanto de la actualidad ni asistió al funeral. Ni siquiera sabía que había muerto. Se lo dije más tarde. Y aun así, unos días después de contárselo, me preguntó: ‘¿Cómo está Faten?”. Casi 6 meses después, el viernes, 10 de julio, Omar fallece, a los 83 años de edad, en el Hospital Behman, del barrio cairota de Heluán, donde llevaba ingresado casi un mes, después de que se negara a ingerir alimento. El funeral se celebró en la Gran Mezquita de Mushir Tantawi (Este de El Cairo). Sus restos mortales reposan en el cementerio El-SayedaNafisa (Sur de El Cairo).

Última imagen pública de Omar Sharif.

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