El cisma

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VICENTE FERNÁNDEZ

En una ambientada sobremesa veraniega, se animó el ambiente y ¡zas!: Mariano Gutiérrez Terrón decide volver a la política motrileña entre los argumentos de veteranos y desencantados por la trayectoria de Flor.

Mariano inicia unos días de contactos en Motril con el resultado del excepticismo de algunos y el aplauso de otros que veían con ilusión la idea; pero a la hora de consolidar su opción de candidato por el Psoe a la alcaldía motrileña los obstáculos se hicieron insalvables.
En pocos días Mariano recoge su maletín y abandona la idea.
Parecía libre el camino a la candidatura de Flor y… otro ¡zas!: Francisco Rodríguez, alias “Patronato”, dice: “aquí estoy yo para medirme con Flor”.
En el precalentamiento ya se sabe lo que ha pasado. Se cierra el plazo de presentación de avales y cual resultado de baloncesto de estadounidenses contra otra selección -menos la española de féminas-, gana Flor por 136 votos contra 50 y tantos de Paco. Ahora a esperar la samblea en la que podrán votar unos 226 socialistas afilidados con su pasaporte en regla.
La parlamentaria andaluza, en las dos últimas legislaturas, ha sufrido todo tipo de embestidas desde que pasó de ser secretaria del grupo socialista local a estar en el ruedo electoral. En todas las elecciones, incluída la moción de censura de Rubiales, ha salido victoriosa. Pero Flor cuenta con dos grandes inconvenientes para ser aceptada por todos los socialistas de Rambla de Capuchinos. Uno es exógeno a ella y el otro endógeno. El primero arrastra del cisma entre los socialistas motrileños, que viene de muy atrás, de cuando Enrique Cobo dejó la herencia a su cuñadísimo, Miguel López Barranco, del que nunca se han curado; aunque haya pasado por periodos larvados, por la calma que da el poder y, además, si te movías no salías en la foto. El otro inconveniente, el endógeno, es que aún nuestra sociedad es bastante machista y no lleva bien eso de estar gobernados por mujeres.
Vale, vale, que hay otros peros a Flor. Nadie es perfecto y defectos tenemos todos.
Le decíamos, hace unos días, a un socialista “antiFlor”, que me vino entusiasmado con la noticia de que Francisco Rodríguez se presentaba: “Bien, si gana Paco, ¿que vais a hacer con Flor?” -Pues que siga en el partido trabajando con nosotros. Y si gana Flor, ¿que vais a hacer vosotros?, le increpé. -¡Ah!, con Flor ya sabemos lo que tenemos.

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