EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA

✍Antonio Gómez Romera

Domingo, 9 de marzo de 2025

En el CLXIII aniversario de la batalla naval de Hampton Roads, la primera que enfrenta a barcos acorazados

Tal día como hoy, domingo, 9 de marzo, festividad de Santa Catalina de Bolonia (1413 – 1463), abadesa del monasterio de Corpus Domini, maestra de novicias y autora del “Tratado de las 7 armas del combate espiritual» que consagró su vida a la oración y a las obras de caridad, en la décima semana de 2025, se cumplen 163 años (domingo, 1862), de la batalla naval que lo cambió todo: Hampton Roads, la primera en que se enfrentaron barcos acorazados. Hoy en día, Hampton Roads, es el nombre de un canal de unos 6 kilómetros de anchura y 12 metros de profundidad, ubicado al sudeste de los Estados Unidos de América (Virginia), en el que desembocan los ríos James, Elizabeth y Nansemond y, ya en los tiempos coloniales británicos, eran la base de unas importantes instalaciones militares. El canal acaba en la bahía de Chesapeake (Océano Atlántico). Además, es base de un puerto que alberga las ciudades portuarias de Newport News, Norfolk y Portsmouth, y de un área metropolitana, de 9.660 km2 que se sitúa entre los Estados de Virginia y Carolina del Norte.

Conocida también como «Batalla del Virginia y el Monitor», es una batalla naval de la Guerra de Secesión de los Estados Unidos de Norteamérica (1861 – 1865) que tiene lugar frente al promontorio de Sewell’s Point, cercano a la boca del canal de Hampton Roads.

Dibujo de la batalla de Hampton Roads.

Antecedentes y consecuencias de la batalla

Al inicio de la Guerra en el verano de 1861, las fuerzas unionistas se ven obligadas a evacuar Norfolk, situada al Sur del canal, e incendian sus barcos para que no caigan en manos de los confederados. Uno de esos barcos, la gran fragata de vapor impulsada por hélice “USS Merrimack”, es recuperada por los confederados y reconstruida en los astilleros Gosport de Portsmouth, en el primer dique seco del país. Mil quinientos obreros trabajan sin tregua para convertir el buque en un “ariete acorazado” utilizando antiguos raíles de ferrocarril fabricados en el único laminador existente en el Sur y planchas de acero de 50 mm de espesor para recubrir el casco de madera, montandose en la proa un enorme espolón. Por último, lo arman con diez cañones, uno de ánima rayada de 7 pulgadas en la proa y otro en la popa y, a cada costado, 3 cañones Dahlgren de (9″) de ánima lisa y 1 obús de 12 libras. Rebautizado como “CSS Virginia”, se convierte en el primer navío de guerra acorazado confederado que va a entrar en combate.

El sábado 8 de marzo de 1862, la flotilla formada por el “CSS Virginia” al mando del capitán Franklin Buchanan (1800 – 1874), la balandra a vapor “CSS Raleigh”, las cañoneras “CSS Beaufort” y “CSS Patrick Henry”, el vapor “CSS Jameston” y el remolcador “CSS Teaser”, parten hacia Sewell’s Point, para romper el bloqueo de los barcos de la Unión en el llamado “Plan Anaconda”, donde cañonean y hunden varios de ellos. Al día siguiente, domingo 9 de marzo, en una hermosa mañana con el cielo despejado y cálido que es presagio de la primavera, el comandante John A. Dahlgren (1809 – 1870), uno de los principales expertos en artillería naval, trabaja en su oficina del Astillero Naval de Washington gestionando detalles y trabajando largas horas para resolver problemas. Sus responsabilidades incluyen la investigación, el desarrollo y la producción de la artillería de la Marina de los Estados Unidos. Su reputación lo es todo para él. Dahlgren recibe la visita inesperada de Abraham Lincoln (1809 – 1865), el 16º Presidente de los Estados Unidos, que le dice: “Noticias espantosas. Ayer la antigua fragata estadounidense Merrimack, que los confederados habían convertido recientemente en un buque de guerra acorazado, atacó a la flota de bloqueo en Hampton Roads y hundió las fragatas de madera “Cumberland” y “Congress”.

Dibujo de la batalla entre el Monitor y el Virginia.

La pérdida de las dos fragatas constituye la peor derrota que la Marina de los EE.UU. ha sufrido hasta entonces. El presidente, inmediatamente, lleva a Dahlgren a la Casa Blanca para una reunión con miembros del gabinete y generales. En vísperas de la batalla de Hampton Roads, los oficiales navales y los expertos en artillería del país y del extranjero consideran el cañón de 11 pulgadas de Dahlgren como el cañón naval más potente y fiable del mundo.

El “CSS Virginia” entra en combate con el “USS Monitor”, un acorazado a vapor de fondo plano recién construido por la Unión, que cuenta en su cubierta con una torreta giratoria de hierro con dos grandes cañones Dahlgren de 11″, emparejados.Los sudistas confederados dicen del “USS Monitor” que es “una pequeña caja de queso montada sobre una balsa”. Y los nordistas dicen del “CSS Virginia” que “parece ser el techo de un enorme granero flotando sobre el agua, lento y poco maniobrable, con una chimenea de la que sale una negra columna de humo”.

El duelo entre el “Monitor” y el “Virginia” del día 9 de marzo es la primera batalla entre buques de guerra acorazados de la historia.  Ambas naves disparan sus piezas de artillería con poco efecto y los impactos rebotan en sus costados blindados. El “CSS Virginia” intenta embestir al “USS Monitor” que es más pequeño, pero éste gira ágilmente para evitar el golpe. Tras combatir durante 4 horas a corta distancia, ninguna de las dos naves consigue hundir a la otra.  El “Monitor” ha recibido 22 impactos, mientras que el “Virginia” ha recibido 41. Los nordistas han sufrido entre el 8 y el 9 de marzo 261 fallecidos y 108 heridos, mientras que los sudistas, 78 fallecidos y 17 heridos. Finalmente, a mediodía, el “CSS Virginia”, que ha perdido el espolón y embarrancado en un bajío de arena se retira hacia Portsmouth. Ambos bandos se adjudican la victoria. Henry Wise (1806 – 1876), congresista y gobernador del Estado de Virginia, y Gustavus V. Fox (1821 – 1883), Secretario Adjunto de la Marina, han presenciado el duelo entre el “Monitor” y el “Virginia” desde la cubierta de un remolcador. Wise menciona que John Lorimer Worden (1818 – 1897), capitán del “Monitor”, es seriamente herido durante la batalla al estar mirando a través de la rendija de visión de la caseta de control cuando estalla un proyectil arrojando fragmentos de pólvora en su cara y ojos. Wise lleva al capitán Worden a un hospital en Washington y está en camino para entregar un informe sobre la batalla al Presidente.

Dibujo y especificaciones del USS Monitor.

Wise da su relato de la batalla entre los “cascos de hierro”, como él llama a los buques acorazados. Dahlgren debe sentirse incómodo cuando Wise informa que el “Virginia” vuelve al atracadero de Norfolk aparentemente ileso. El barco confederado sigue siendo una seria amenaza. Dahlgren pasa el resto del día reuniendo toda la información que puede sobre la batalla y hace preparativos para evitar que el buque rebelde ascienda el río Potomac y bombardee Washington. Alrededor de las 10:00 PM, Dahlgren recibe una nota del Secretario de Marina Gideon Welles (1802 – 1878): “Ésta mañana, el acorazado “Monitor” de la Armada se enfrentó al “Merrimac” durante cuatro horas y el barco confederado se retiró alrededor del mediodía”. Dahlgren escribe en su diario: “Así se cierra el día a la primera visión de estos acontecimientos”.

Después de la batalla, muchos oficiales y expertos concluyen que contra el blindaje, el cañón de 11 pulgadas de Dahlgren es “inútil”. Es un duro golpe para la reputación de Dahlgren.

Tras hablar con los testigos y leer los informes, periódicos y telegramas enviados por el telégrafo militar que conecta el Fuerte Monroe que controla la salida de la bahía de Chesapeake al Océano Atlántico con Washington, Dahlgren se entera que el duelo entre los acorazados ha tenido lugar a distancias que varían entre casi cero y trescientas yardas y que los barcos rivales han permanecido constantemente en movimiento durante la batalla. Unos informes dicen que tres proyectiles de 11 pulgadas han atravesado el blindaje del acorazado rebelde; otros dicen que no y que el “Virginia” sólo está “ligeramente dañado”. En cuanto a los cañones del “Monitor”, Dahlgren descubre que no han sido alterados para que encajen en la torreta; siguen siendo los mismos que el día que entraron en servicio. Nada acerca de su peso, densidad o resistencia a la tensión los marca como inusuales. Toma muestras de los cañones para ver si presentan un desgaste anormal y, de nuevo, nada parece fuera de lo normal.

El Monitor y el Virginia en combate – óleo.

El ingeniero e inventor sueco John Ericsson (1803 – 1889), diseñador y constructor del “Monitor”, opina que si los cañones del “Monitor” hubieran apuntado más bajo, habrían hundido al “Virginia”. Tal como estaba, los proyectiles miraban a los lados inclinados del acorazado rebelde “en lugar de penetrar como lo harían si golpearan a quemarropa”. Para Dahlgren, creador del Instituto de Artillería, la primera organización y programa de investigación y desarrollo de armas en la historia naval americana, que va a pasar a la historia como el «padre de la artillería naval americana», la batalla entre el “Monitor” y el “Virginia” es una vergüenza. Los cañones de hierro fundido de 11 pulgadas del “Monitor” que Dahlgren ha diseñado y cuya actuación constituye la base de su reputación no han infligido un daño apreciable al acorazado confederado.

Tras la batalla de Hampton Roads, surge una nueva y urgente tarea para Dahlgren. Se trata de resolver el problema planteado por el “Virginia” desarrollando artillería capaz de derrotar los blindajes y no le gusta la perspectiva: “Un estado de guerra es un período muy desfavorable para los experimentos”. Gran parte de esta experimentación se centra en el cañón de 11 pulgadas, la artillería estándar de la Marina Norteamericana.

Entre las Armadas que han adoptado la construcción el nuevo cañón estriado o zunchado, hay tres sistemas en competencia para estriar el cañón; cuatro combinaciones diferentes de los tres metales principales del cañón (hierro fundido, hierro forjado y acero); debates sobre los méritos relativos de la retrocarga frente a la avancarga; y cuatro enfoques diferentes del diseño y la fabricación del tubo principal y los zunchos. Los principales competidores en la carrera por desarrollar el cañón naval estriado son los expertos en artillería británica: Joseph Whitworth (1803 – 1887), Theophilus Alexander Blakely (1827 – 1868) y Sir William Armstrong (1810 – 1900).

Foto de artillería naval.

Dahlgren, un oficial brillante, dedicado y sobrio que se ha ganado su posición a través de años de duro trabajo no quiere quedarse atrás, por lo que decide seguir adelante con su propia investigación y desarrollo en artillería estriada. Y propone: primero, “colocar cañones de 11 pulgadas en todas las torretas hasta que la artillería más pesada estuviera completamente preparada”. Segundo, “construir objetivos adecuados para determinar el tamaño y el tipo de proyectil que se necesita para perforar, dañar o destruir placas del grosor que se utilizan o que es probable que se utilicen”. Por último, “fabricar armas del tamaño indicado, cualquiera que sea el calibre, utilizando las formas y el proceso necesarios para dar una resistencia uniforme y adecuada”. Y que “solicitaría la autoridad para poner sin demora objetivos blindados para la práctica”, concluyendo que “muy pronto presentaré el proyecto de un arma de 15 pulgadas para su fabricación, que puede ser realizado de inmediato”.

Colofón

Todos estos acontecimientos llegan a simbolizar la revolución naval del siglo XIX en la que los veleros de madera armados con cañones de hierro fundido de ánima lisa dan paso a los buques blindados a vapor armados con artillería de acero. «Ahora llega el reinado del hierro y los barcos blindados han de tomar el lugar de los de madera» (John A. Dahlgren).

La guerra naval y la construcción de barcos van a cambiar radicalmente. Los distintos países inician una carrera que convierte sus flotas de madera en flotas de hierro, ya que los acorazados han demostrado ser superiores a los buques de madera para resistir el fuego de artillería. Francia e Inglaterra van a desarrollar los nuevos buques blindados o “ironclads”, protegidos por una armadura compuesta de placas de hierro o acero.

Grabado de la batalla de Hampton Roads.

Nota Final

Mayo de 1862. Cuando los confederados se retiran de los astilleros Gosport, el “CSS Virginia”,con demasiado calado para la navegación por el río James y para evitar su captura es destruido por su propia dotación frente a la isla Craney el 11 de mayo de 1862. El ancla del “CSS Virginia”, se encuentra en los jardines del Museo de la Confederación, creado en Richmond (Virginia) en 1890.

Diciembre de 1862. Durante una tormenta, el “USS Monitor”, se inunda y naufraga a 26 kilómetros del cabo Hatteras (Carolina del Norte), en el océano Atlántico. 111 años después, en 1973, es localizado el pecio del “USS Monitor” a 73 metros de profundidad. En 1987, el lugar es declarado “National Historic Landmark”, el primer naufragio en recibir tal distinción.

John A. Dahlgren

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce tu comentario
Por favor, introduce tu nombre aquí