Molvízar escribe su mejor página en la historia de la música

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Por, Kiko Rodríguez

Molvízar escribe su mejor página en la historia de la música

En la tarde del pasado sábado 20 de Noviembre, la localidad de Molvízar vivía uno de los actos que serán recordados para la eternidad. La vespertina que nos había preparado la casa matriz, con su primera edil a la cabeza Dª Faustina Béjar Pulido y coordinando todo el trabajo la Concejalía de fiestas, Dª Aída Pérez Prados, al frente de la misma, se paseó dejando un dulce y agradable sabor de boca. Un rebosante “Parque de Andalucía” recibía a las mejores bandas de la Costa Tropical y, como invitada de honor, a las Tres Caídas de Triana.

Aunque la matinal del sábado venía agraciando nuestros campos con ese “agua bendita”, el atardecer quiso dar paso a la celebración del Concierto en Homenaje a Santa Cecilia que había sido organizado para tan importante onomástica. Y es que, los más devotos de su Patrona, contaban que “hasta la mismísima Santa Ana, intercedió para que la fina agua que derramaba el cielo por la mañana, dejara sus calles decorosas, sus campos y el monte con un olor que impregnaba a chirimoyo, aguacate, romero y matas de hinojo, para abrazar a todos los vecinos y visitantes que se dieron cita en la despejada y apacible tarde”.

Abría el acto el motrileño y cofrade Javier Carrasco Castilla, sintiendo y sabiendo de la importancia de la celebración. Javier, con la oratoria sencilla y cercana que le caracteriza, derramó un torrente de cariño sobre el tejado de las bandas actuantes. Javi, desgranó la diversidad de las bandas asistentes ya que son tres estilos diferentes los que podemos apreciar por nuestras calles, en Semana Santa o tiempo de Cuaresma: Banda de Música, Agrupación Musical y Bandas de Cornetas y Tambores.

El presentador hacía subir al escenario, adecentado con una gran bandera de España, a la concejala de Fiestas Aida Prados Pérez, que era recibida con un fuerte aplauso por los presentes. Algunas de sus palabras fueron: “Es un verdadero honor poder acoger en nuestro municipio, a las 3 bandas invitadas que hoy acompañan a la anfitriona, la Banda Municipal de Música de Molvízar…me gustaría destacar y agradecer, a cuantas personas han contribuido a que podamos celebrar este maravilloso encuentro”. “No hay mejor forma de celebrar la nueva normalidad, como preservando algo tan nuestro y que tan arraigado está a Molvízar, Andalucía y a España, la música y sus bandas. Es por ello, que mostramos nuestro agradecimiento al mundo Cofrade, y a sus músicos y mostrarles el afecto y cariño que sentimos hacia ellos con un caluroso aplauso”. “Querida Banda de Música de Molvízar. ¡¡Enhorabuena!! No hay mayor honor para uno en la vida, que hacer lo que le gusta acompañados de figuras de primer nivel. El verdadero orgullo, es tener tan buena gente, buenos músicos que siempre están ahí leales a su pueblo…”

Acto seguido, era reclamada la alcaldesa Faustina Béjar Pulido y hacía presencia en el escenario arropada por sus vecinos con una gran ovación. Entre otras, dijo: “Hoy estamos celebrando un homenaje a Santa Cecilia, patrona de los músicos, con este Concierto, que esperamos llene de música cada rincón de nuestro pueblo. Son nuestras las tradiciones, y nuestro el deber de conservarlas, revitalizarlas y transmitirlas a las nuevas generaciones. Es una forma de vida. Eso representa la música, las Bandas, la Semana Santa”. La alcaldesa, recordaba emocionada al desaparecido director de la banda de música: “Hoy, Manuel Béjar, mi Maestro de música y el de much@s molviceñ@s, está aquí con nosotros, estoy segura. Se sentirá orgulloso de ver como su pueblo acoge a tan reconocidas bandas en este concierto y nuestra Banda de Música tocando junto a ellas”. “Te debemos mucho Manuel Béjar, y desde aquí y como pequeño y merecido homenaje, te digo: esta noche va por ti, por tu legado y por Molvízar”.

Pasado un momento, Faustina llamaba al escenario a Francisco Rodríguez Martín, cofrade que ha colaborado en la organización del homenaje a Santa Cecilia, al que le dedicaba unas cariñosas palabras y le hacía entrega de una placa en señal de agradecimiento.

Javi Carrasco, como conductor del acto, llamaba a la primera formación musical, a la anfitriona de la tarde, de la cual nos expuso su historia mientras ocupaban sus atriles en el escenario. La Asociación Musical y Banda de Música de Molvízar, presidida por  José Albertuz Prados y dirigida musicalmente por Benito Aitor Puertas, dejó claro que con trabajo, constancia y compromiso todo se consigue. Muy bien armonizada, estuvo arropada en todo momento por los vecinos y asistentes, que apreciaron la calidad que, actualmente, se está fraguando en el seno de la misma. El repertorio que ofrecieron fue el siguiente: “Triana” (José Félix García). “Al cielo la Reina de Triana” (J. Luis Gómez Jaldón). “Hosanna in Excelsis” (Óscar Navarro). “Aurora, Reina de la mañana” (Pablo Ojeda) y “Abuela” (Benito Puertas Escribano).

El lubrican de la tarde traía en brazos a los “Pata Negra”, como cariñosamente se conoce a la Banda de Cornetas y Tambores Ntro. Padre Jesús de la Sentencia, de la vecina localidad de Almuñécar. Nada más escuchar los sones de su percusión, el Parque se convertía en un verdadero hervidero dada la amistad y simpatía que esta corporación musical recibe de todos y cuantos la escuchan o se acercan a ella. Su potencia, armonización y “flamencura” es reconocida por doquier. Hacían su entrada, en ordinario, bajo los sones de “San Quintín” y, una vez en el escenario, acometieron: “Madre” (Raúl Rodríguez Domínguez). “Nudum Anima” (Luisma Franco Medina). “El Perdón de Dios” (Luisma Franco Medina). “Jesús” (Luisma Franco Medina) y “En el Cielo de tu Gloria” (Sergio Larrinaga y Francisco Jesús Serén). Del escogido repertorio, la sorpresa que nos traían fue “Nudum Anima”, la última composición de Luisma Franco Medina que dejó entrever ser el antes y después, de cuantas composiciones propias posee esta formación musical; sin desmerecer el grueso de partituras que cobija su carpeta, claro está.

Se desvanecía el crepúsculo y Molvízar empezaba a vivir un sinfín de comentarios, vivencias y encuentros que ya se estaban echando de menos por la familia cofrade de la Costra Tropical, que aliñaba la velada con los mejores momentos.

BANDA STMO. CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS DE TRIANA.

La tercera formación musical de la tarde lo dejaba claro: Son los mejores de la Costa y, me atrevería a decir de la provincia. La Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de Almuñécar nos traía sabores a salazones fenicios y olores inconfundibles del trabajo bien hecho. Esos sonidos, esos tonos que llegaron hasta “El Alma de nuestras Vidas”, último trabajo de esta afamada Agrupación. La tarde, en plena ebullición, tornaba a emociones abrazadas por la música.

De manera ejemplar, hacían su entrada bajo los sones de “Cerca de ti, Señor”. La calidad incuestionable que se ha venido ganando con el duro esfuerzo, no admite cuestión alguna. La formación que preside Fco. Darío Díaz Iglesias y dirige musicalmente Salvador Paquet Guerrero junto a José Domingo del Castillo Matías, dejaron claro cómo debe tocar una Agrupación Musical. Su repertorio fue: “Lerajem” (Rafael Hedrera). Estrenaron la macha “El camino a la gloria” del (Francisco Ortiz Morón). Dedicada a los músicos cofrades, y en especial a los componentes de la Encarnación. “Sangre en tus clavos” (Nicolás Barbero Rivas). “In regno Caelorum” (J. Domingo del Castillo) y cerraban su actuación con “Jesús de la Salud” (J Domingo del Castillo).

¡¡Y se paró el reloj!! Javier Carrasco, notablemente emocionado, nos ponía sobre los brazos a los marineros de Triana, a la Banda de Cornetas y Tambores del Stmo. Cristo de las Tres Caídas que hacía su entrada bajo los sones de la marcha “Niños de Triana”, ante un entregado público que le brindaba un ensordecedor recibimiento. Un rosario de corazones colmaba por completo el escenario, mientras, el orador iba desgranando las mejores vivencias e historia de esta señera banda.

Delante de un mar de gorras blancas y brillantes escudos marineros con el ancla de la Esperanza, llegó el momento protocolario de las distinciones. Subían al escenario para hacer la entrega a las distintas bandas y colaboradores, la Alcaldesa, la concejal de fiestas y Francisco Rodríguez que requirió, también, la presencia del Pregonero de Molvízar de 2021. La persona amable, humilde y sencilla que decidió cambiar la capital de España, la misma Calle Serrano, para venirse a vivir a la tierra que le vio nacer. El artista, amigo de confianza y modisto que, puntada a puntada, moldeó el cuerpo de la faraona “Lola Flores” con sus trajes. El profeta en su tierra Tomás García Pérez.

Tan sólo unos instantes después, ¡¡se formó el lío!! Los metales con el inconfundible tono brillante de los que sólo las Tres Caídas pueden hacer gala, inundaron la noche con rancios matices marineros y alfareros. Llegaban con ganas de tocar, de divertirse y así lo demostraron. Pusieron el listón donde siempre: en lo más alto. Su manera de acometer las marchas, potencia, flamencura, su majestuosidad… simplemente Triana. Y es que, esa tarde, todo tenía un por qué. Las Tres Caídas son los que tenían que venir en este primer concierto.

Los más rancios, saben de lo que ahora les cuento: “Hablan los viejos del lugar, que cuando caía la noche, aromas marineros y olores rancios a talleres alfareros inundaban la otra orilla del río, cuando aquellos braseros de astillas y cáscara de naranja seca se adueñaban de los patios de vecinos, la noche se adentraba y el silencio se podía rozar, desde la misma Catedral de Triana se escuchaban cánticos, susurros y nanas celestiales».

Los más devotos, casi con lágrimas en los ojos, cuentan cómo Santa Ana, madre eterna de la Virgen, enseñaba a leer y contaba cuentos a su hija la Esperanza de Triana.

Un mar de letanías, de vivencias que Santa Ana le iba mostrando a su hija, para que su pena, el camino amargo que tendría que andar en plena juventud, fuera lo más llevadero posible.

Una tarde del mes de abril, Santa Ana, desconsolada por lo que estaba por venir, le anticipaba a La Esperanza de Triana. ¡¡Esperanza, tú tienes el destino de interceder por el mundo y siete dolores has de pasar, siete puñales te romperán el alma!! Santa Ana, se detuvo en el cuarto. ¡¡ Niña, hija mía, mi nieto que es tu hijo, el Moreno de Triana, caerá tres veces cargado con la cruz. 150 corazones en la tierra y un “puñao” que están ya en el cielo, harán más liviano su camino con sonidos celestiales. Un rosario de melodías, una letanía de sentimientos que abrazando la corneta y el tambor, recordarán a tu hijo, por los siglos de los siglos!! Mientras, La Esperanza de Triana, vencida de llanto y bien entrada la noche en brazos de su madre, quedaba inocentemente dormida.

Los flamencos del viejo arrabal, cuentan que las mañanas de Santa Ana en su casa de Triana, las pasaba hablando de la capa del “Vega de los Reyes”, escuchando tonás y soleares de gitanos de bronce. Por las tardes, jugaba con los duendes del arte y las musas del toreo, saltando a la comba con las cinco líneas y los cuatro espacios del pentagrama de la música.

En su descanso, le susurraba a Santa Cecilia los compases que la banda marinera harían sonar para aliviar la pena de su nieto. Y es que la que vive en Triana, Santa Ana, sabedora de la intercesión que las gentes le imploran, tenía claro que Molvízar sería su lugar de sosiego. Molvízar, es la casa que tiene desde 1790, a la que se viene a descansar entre aromas de monte, romero y chirimoyos o cuando el verdeo brota y las tardes se empapan con chimeneas de terciopelo y humo con olor a leña de olivo.

Los molviceños, creyentes y devotos eternamente agradecidos, lo demuestran durante todo el año. Lo hacen con más arte a finales del mes de julio, cuando la pasean por sus calles para darle gracias y rendir pleitesía por interceder ante aquellas epidemias que asolaron la costa en 1790. Desde entonces, Santa Ana, fue proclamada Patrona de Molvízar.

Y es que todo tiene un por qué. Pareciera que Santa Ana, por primera vez en la historia, ha mandado a su casa de descanso en la costa, a los mejores embajadores que podía haber, a los mejores vecinos de su barrio, a los más devotos de su hija Esperanza y su nieto, el Moreno de Triana… trae en brazos a este puñao de corazones que van a colmar los aires, los campos…con esos sonidos, esos lamentos, que solo ellos pueden hacer”.

El escogido repertorio que nos traían desde la otra orilla del río, hacía un repaso a los cuarenta años que la formación musical trae a sus espaldas como mejor legado de la eternidad de la música: “Cristo del Cerro” (Miguel Ángel Flores. Arreglos Rafael Vázquez). “Silencio Blanco” (Julio Vera Cúder). “María Santísima del Rocío” (José Ramón Pérez Soto). “De mi vida señora” (Francisco José Artíguez Mejías). “Embrujo de Triana” (Jorge Águila / Isaac Gómez). “La fe” (Fran Ortiz Morón). “El alma de Triana” (Fran Ortiz Morón) y “V Estación” (Francisco Ortiz Morón).

Como epílogo de una jornada que pasará a la historia, interpretaron la protocolaria “Marcha Real” con un entregado público puesto en pie. El regalo, la guinda de la noche la pusieron enlazando la obra “La Pasión” (Manuel Alejandro González) que puso, una vez más, al respetable hecho un verdadero manantial de emociones y sentimientos.

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