Un principio de acuerdo evita la segunda huelga de Torraspapel en dos semanas

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El pasado día 22 de febrero los trabajadores se manifestaron en la puerta de la fábrica

El día 3 de marzo era la segunda fecha clave en la lucha de los trabajadores de Torraspapel para llegar un acuerdo con la patronal con respecto a la negociación de un convenio respetuoso con los derechos de los empleados. El pasado 22 de febrero comenzó la represión del sector laboral con un parón tras el desacuerdo con ASAPEL en una reunión celebrada en Madrid.

Finalmente, y a pocas horas de la segunda posible huelga, la patronal y los sindicatos han convenido un preacuerdo que recoge un incremento para 2010 del 3 por ciento con carácter retroactivo desde el 1 de enero de ese año. Para 2010 y 2011 fija un incremento inicial a cuenta de un uno por ciento cada uno de los años, la revisión de carácter retroactivo entre la diferencia de ese aumento y el IPC real que se registre cada año. La vigencia del convenio, asimismo, se alargará hasta 2012.

A pesar de que finalmente las negociaciones parecen llegar a buen puerto, las casi cien (97) fábricas de papel que existen en España se involucraron en una huelga que comenzó el día 22 de febrero en el turno de noche (desde las diez hasta las seis de la madrugada) y que se prolongó durante 24 horas tras la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la patronal el pasado año tras la finalización de la vigencia del convenio del sector.

Así, la huelga empezó en las fábricas de Motril y Mengíbar (por el turno) y fue refrendada por la totalidad de los trabajadores que se incorporaban o dejaban su puesto. Unas doscientas personas se manifestaron en las puertas de la fábrica motrileña con pitos y sirenas pero sin que se registrara ninguna incidencia. Tal y como explicó a EL FARO el representante de UGT, Plácido Leyva, el pasado día 16 de febrero se celebró una asamblea para informar a los trabajadores quienes mostraron todo su apoyo al parón al igual que lo hicieron aquellos que no acudieron por motivos de trabajo y que, posteriormente, fueron informados. A las 20:30 horas, el turno de tarde salió a la puerta de la fábrica motrileña para mostrar su apoyo al trabajo en el caso de que se llegara a un acuerdo fructífero para todas las partes.

La patronal ASPAPEL, según ha informado el sindicato UGT, mantiene suspendido «de manera deliberada» el convenio de Pasta, Papel y Cartón y, a pesar de la primera jornada de huelga, no ha contestado a la última propuesta sindical enviada el 17 del pasado mes de noviembre. Se ha negado, asimismo, a tratar la plataforma sindical; es decir, no han querido poner en marcha un nuevo convenio y se niegan a negociar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores del sector.

Las jornadas laborales y el salario son los dos puntos más conflictivos de las negociaciones. Según Leyva, la patronal pretende imponer veinte días de libre disposición a los trabajadores: «En el caso que una persona acudiera a su puesto de trabajo y la máquina no pudiera funcionar se le mandaría de nuevo a casa con la respectiva pérdida parcial del salario». En lo que respecta al sueldo, la patronal quiere dejarlo «en tablas» o, lo que es lo mismo, eliminar los pluses: «Un trabajador puede tener un sueldo base de mil euros y, con los pluses, subir a 1.200 euros. ASPAPEL prevé subirnos el sueldo que se quedaría en unos 1050 euros, por lo que no es válido». «Si ellos quieren pueden dejarte sin las vacaciones», dice un trabajador con más de una década de experiencia en la fábrica. «Empecé a trabajar con 18 años y cuando me fui con 30 tenía el mismo sueldo que al principio», comenta un ex compañero.

Para saber qué cantidad de dinero correspondería haber cobrado de atrasos a cada trabajador por el IPC del 2010, hay que calcular el 3 por ciento del salario bruto del año anterior (2009) más la antigüedad personal que cada trabajador cobra anualmente. Estos atrasos sólo se cobran si se pactan, y en el convenio acaban firmándose. Prolongar la firma del convenio podría poner en serio peligro el cobro de estos atrasos.

Además dicha cantidad se suma al salario bruto, sirviendo como base de cálculo para el incremento del año posterior. Para saber lo que perdería cada trabajador de mantenerse la situación actual, hay que poner el sueldo bruto de cada trabajador en la primera casilla del 2010, añadir el 3 por ciento y usarlo como base para calcular el siguiente año. También se puede apreciar como la pérdida de cada año se consolidaría para siempre si no quedara alguno de los años reflejado en convenio. Ésta ha sido, en este sentido, la primera huelga en la historia de este sector en España.

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