La Junta realiza refuerzos poblacionales en Sierra Nevada de la especie espino cerval catalogada como vulnerable

EL FARO

La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha efectuado una plantación de 11 ejemplares de espino cerval (Rhamnus catharticus L.) en la finca de la Dehesa del Camarate en el Parque Nacional de Sierra Nevada

La Junta realiza refuerzos poblacionales en Sierra Nevada de la especie espino cerval catalogada como vulnerable (EL FARO)

El delegado territorial de sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Manuel Francisco García, ha visitado la plantación de refuerzo de 11 ejemplares de espino cerval efectuada en pleno Parque Nacional de Sierra Nevada, concretamente en la finca del Camarate en Lugros, por personal técnico del Plan de Recuperación y Conservación de Especies de Altas Cumbres y que en palabras del delegado, “es el programa que la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul desarrolla con el objetivo de recuperar y conservar especies de altas cumbres como es el caso de la planta que hoy inspeccionamos, el espino cerval, especie catalogada como vulnerable y que encuentra en esta localización de la finca del Camarate, un lugar idóneo para su preservación y posible expansión.”

El Plan de Recuperación y Conservación de Especies de Altas Cumbres, de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, establece medidas de protección para 56 especies de flora, siendo éstas, en su mayoría, exclusivas de las Sierras Béticas de Andalucía, especialmente de Sierra Nevada.

“Rhamnus catharticus L. o espino cerval es un arbusto caducifolio propio de climas húmedos eurosiberianos que se distribuye por Europa, Asia y norte de África” comenta durante la visita Belén Romacho, jefa de servicio de Gestión del Medio Natural; “y que en la península ibérica aparece salpicado en bosquetes húmedos y zonas ribereñas de las montañas del norte y centro peninsular (Pirineos, Cantábrico, Sistema Central e Ibérico). En la mitad sur de la península solo aparece en una localidad de Sierra Nevada, la Dehesa del Camarate, paraje que ha actuado como un refugio climático ante la historia de migración de esta especie desde otras épocas geológicas más frías y húmedas. Por ello la importancia de conservación de esta especie y su hábitat en Sierra Nevada, pues muestra uno de los hitos de su historia biológica y evolutiva desde las últimas glaciaciones”.

La población de espino cerval en Sierra Nevada es escasa, con un centenar de ejemplares censados, extendidos sobre una superficie pequeña limitada a algunos barrancos del paraje de la Dehesa del Camarate. Su reducida área de ocupación y escasa flexibilidad ecológica le hacen ser una especie amenazada ante posibles perturbaciones de sus hábitat por incendios, sobrepastoreo o cambio climático. 

Por ello la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, la incluye en el Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas con la categoría  de “vulnerable”, incorporándola en el Plan de Recuperación y Conservación de Especies de Altas Cumbres de Andalucía, proyectando una serie de medidas para su conservación.

Durante los primeros años del Plan de Conservación de Altas Cumbres se han realizado diversas visitas técnicas de prospección para tener cartografiado sus distintos núcleos, se han realizado varias colectas de semillas y se ha ensayado su cultivo con notable éxito en el Jardín Botánico de Hoya de Pedraza, equipamiento ambiental de la consejería, donde ya se cuenta con numerosos ejemplares consolidados.

“Ahora se inicia una segunda fase en las acciones de conservación,” ha explicado el delegado territorial durante la visita, “llamada conservación sobre el mismo hábitat, consistente en refuerzos poblacionales con plantación de nuevos ejemplares con el objetivo de aumentar su número en la naturaleza y establecer conexiones entre los distintos núcleos. Este primer ensayo se ha realizado con la plantación de 11 ejemplares de espino cerval cultivados en el Jardín Botánico de La Hoya de Pedraza y replantados en tres puntos de la Dehesa del Camarate, es el inicio de la recuperación de esta especie en el medio natural y para ello se ha procedido a la defensa de la plantación contra la herbivoría mediante protectores metálicos de 1,5 metros, hasta garantizar su crecimiento por encima de los 2 metros de altura que será cuando se proceda a la retirada de estos. Esta plantación se ha efectuado a lo largo del camino de subida al Camarate y servirán también como una acción informadora a los visitantes que recorren este paraje, divulgando la importancia de la conservación de las especies de flora amenazada de Sierra Nevada, a través de una señalización divulgativa”.

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