EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA

Antonio Gómez Romera

Domingo, 4 de febrero de 2024

EN EL L ANIVERSARIO DEL SECUESTRO DE PATRICIA HEARST POR UN GRUPO TERRORISTA DE LA EXTREMA IZQUIERDA AMERICANA

Patty Hearst.

Hoy, domingo 4 de febrero, festividad de San Gilberto (1.083-1.189), sacerdote fundador de la orden monástica de los Gilbertinos, la única orden religiosa nacida en la Gran Bretaña, quinta semana del año 2.024, se cumplen 50 años (lunes, 1.974) del secuestro de Patricia Campbell Hearst, conocida como Patty Hearst, nieta del magnate de medios norteamericano William Randolph Hearst (1.863-1.951), el mismo que inspiró al actor y director Orson Welles (1.915-1.985) para filmar, en 1.941, la película que muchos críticos consideran la mejor de la historia del cine: “Ciudadano Kane” (“Citizen Kane”).

Entre los años de 1.972 y 1.973, los grupos radicales de la contracultura estadounidense son cada vez más notorios. Además, en San Francisco, la ciudad natal de Hearst, las autoridades policiales siguen trabajando desesperadamente para identificar a «Zodiaco», el criminal que ha asesinado a un número indeterminado de personas y que sigue acechando víctimas.

Patty y su novio Steven Weed.

Patty, con 19 años de edad, es una jovencita multimillonaria perteneciente a una de las familias más ricas de EE.UU. que se ha enamorado de Steven Weed,  de26 años de edad, un profesor de guitarra, matemáticas y geometría. Es un chico de izquierdas y algo hippy con el que planea casarse y junto al que vive en el campus universitario de Berkeley (2.603, Benvenue Ave. Apartamento 4). Pero ese lunes, 4 de febrero, su vida va a cambiar cuando, poco después de las 9 de la noche, tres desconocidos entran en su casa a punta de pistola, reducen a su novio y a un vecino y, a ella, la secuestran y se la llevan maniatada y amordazada en el maletero de un Chevrolet Impala robado.

William “Bill” Harris, miembro de los secuestradores, recuerda que “Patricia Hearst era un objetivo simbólico, era una heredera. Su familia tenía el control de un imperio mediático que considerábamos un brazo de propaganda del gobierno de Estados Unidos. Ya habíamos determinado que Hearst era un objetivo particularmente fácil y que la propaganda que se podía generar a partir de él era perfecta».

Noticia en la prensa escrita del secuestro de Patty Hearst.

En un primer momento, la policía piensa que se trata de un secuestro extorsivo y monta el operativo con los protocolos de rigor, esperando que los secuestradores exijan el rescate. A las pocas horas de hacerse público el secuestro, centenares de periodistas se agolpan a las puertas de la residencia de los Hearst, desde donde informan de todos los detalles del caso. Pocas horas después se recibe el primer comunicado de un desconocido y autodenominado “Ejército Simbionés de Liberación” (SLA), un grupúsculo terrorista urbano de extrema izquierda formado por estudiantes universitarios de San Francisco, que creen en el amor libre y la vida comunitaria. Es objetivo manifiesto en ellos acabar con “la dictadura corporativa” norteamericana, encabezada por el presidente Richard Nixon (1.913 – 1.994), y van a reconocer la autoría del secuestro exigiendo la liberación de dos de sus miembros, Joseph Remiro y Russell Little, que han sido arrestados y acusados de asesinato. La respuesta de las autoridades es la previsible: “Los Estados Unidos no negocian con terroristas”.

La guerrillera Patty Hearst.

El FBI está desconcertado; desconoce la existencia de ese “Ejército Simbionés de Liberación”, de quiénes son sus líderes, ni cuántos miembros tienen. La intervención de losteléfonos tampoco sirve para nada: los secuestradores se comunican con la familia Hearst através de grabaciones de audio que envían a los medios de comunicación con la exigenciade reproducirlas para evitar que maten a Patty.

Tres días después, el SLA envía un comunicado a una radio cercana de Berkeley en la que anuncia que han secuestrado a Patty porque forma parte de “una familia de la clase dirigente superfascista” que gobierna desde las sombras a los Estados Unidos y que la tienen como rehén en calidad de «prisionera de guerra», lo que provoca un frenesí mediático. Y, mientras medio mundo se pregunta qué ha sido de la rica heredera, ella pasa días y noches encerrada en un armario y sometida a todo tipo de vejaciones sexuales por todos los integrantes del SLA. que, con el secuestro de Patty, quieren transmitir su mensaje: «Somos una entidad armónica surgida de entidades y organismos capaces de vivir en profunda y amorosa armonía, así como en compañerismo, en interés de la entidad”.

Cartel de BÚSQUEDA de la CIA.

Ante la negativa de las autoridades de liberar a los presos, el “Ejército Simbionés de Liberación” cambia sus demandas y exige a los Hearst que inviertan dos millones dedólares en un programa para dar “una cesta con comida de calidad por valor de 70 dólares” a los pobres de California. El reparto de comida termina en un desastre, con peleas por las bolsas de alimentos y saqueos cometidos por quienes no las han recibido. Las crónicas de la época cuentan que el padre de Patty gasta millones de dólares en cestas de alimentos que reparte por la Bahía de San Francisco. Sin embargo, la chica no aparece en la fecha acordada.

La siguiente grabación que reciben los medios de comunicación lleva la voz desesperada de Patty. Le pide a su familia que cumplan con lo que solicitan porque si no lo hacen, la van a matar. La investigación no avanza. El FBI no tiene idea de dónde pueden tener secuestrada a Patty y tampoco descubre la identidad de los secuestradores, porque en los interrogatorios los dos supuestos miembros del Ejército Simbionés de Liberación cuya libertad habían exigido aseguran que no los conocen.

Noticia de prensa de su captura.

Entonces, el tres de Abril, un día antes de que se cumplan dos meses del secuestro, llega una nueva grabación que cae como un bombazo. Patty comunica que forma parte del grupo terrorista y que está dispuesta a “quedarse y pelear”. También aprovecha la ocasión para pedir que no la llamen más por su nombre, que ahora prefiere responder al de Tania, en recuerdo y honor a la compañera sentimental del Ché Guevara (1.928- 1.967), Tamara Bunke (1.937-1.967), alias “Tania”. El mensaje termina con una consigna en español: “Patria o muerte. Venceremos”.

Ficha policial de Patty Hearst.

El 13 de abril, un comando de la organización asalta una sucursal del Banco Hibernia en San Francisco y se lleva 20.000 dólares. Se produce un tiroteo que deja dos clientes heridos. Las grabaciones de las cámaras de seguridad muestran a Patty armada y conjuntada como la perfecta revolucionaria de los setenta. Unos días después llega un nuevo mensaje a las redacciones. No es una grabación sino una foto de Patty. Está vestida con ropa de combate y tiene una ametralladora en sus manos; detrás de ella se ve una bandera con una cobra de siete cabezas, el símbolo del Ejército Simbionés de Liberación. La imagen recorre el mundo. William B. Saxbe (1.916-2.010), Fiscal General de California, califica a Patty como “delincuente común buscada” y ordena su detención, pasando a ser uno de los criminales más buscados de los Estados Unidos.

Imagen de la boda de Patty Hearst.

El 16 de mayo, un grupo integrado por Patty y el matrimonio Harris, la misma pareja que la había secuestrado, asaltan una tienda de deportes. El asunto sale mal, pues el dueño de la tienda los persigue armado y tienen que dejar el auto que habían robado y huir a pie. Detienen otro vehículo, hacen bajar al conductor apuntándole con sus armas y se alejan a toda velocidad, pero no pueden llegar a su “base de operaciones” en el barrio de Compton de Los Ángeles ya que la zona está llena de policías y se escuchan disparos. Patty y los Harris dan media vuelta y huyen. El tiroteo se prolonga durante horas y es transmitido por los canales de televisión. Termina cuando la casa se incendia. Tras apagar el fuego, los bomberos encuentran 6 cuerpos calcinados. El FBI todavía no lo sabe, pero allí han caído la mitad de los miembros del “Ejército Simbionés de Liberación”.

Durante días se cree que el cuerpo de Patty puede ser uno de los calcinados, hasta que llega un nuevo cassette a los medios. La voz de Patty reivindica a sus compañeros caídos y promete seguir con la lucha. Más de año y medio después del secuestro, el jueves, 18 de septiembre de 1.975, es arrestada en un apartamento del segundo piso en 625 Morse Street de San Francisco por el agente especial del FBI Thomas Padden (1.926-2.010) y el inspector del Departamento de Policía de San Francisco, Timothy Casey (1.921-2.005). En la ficha de ingreso en prisión, en la casilla que refleja la profesión, omite que ha obtenido una brillante licenciatura en Zoología y escribe: “guerrillera urbana”. Las cámaras de televisión la muestran desafiante, levantando las manos esposadas con los puños cerrados.

Patty Hearst y su marido.

El juicio comienza el sábado, 20 de marzo de 1.976 y Patty tiene la mejor defensa que los millones de su familia pueden pagar. En las primeras audiencias, los abogados esgrimen que ha sido víctima de un “lavado de cerebro” y cuando ven que esa estrategia no funciona, sacan a relucir un nuevo argumento, casi desconocido para la época, el “Síndrome de Estocolmo”, Define éste el fenómeno de la atracción que algunos rehenes suelen sentir por sus secuestradores, con los que llegan a identificarse, comprender y justificar complejas situaciones. La mañana del 23 de agosto de 1.973, Jan Erik Olsson (Ekeby, Suecia, 1.941), fuertemente armado, atraca la sucursal del “Kreditbanken”, en el céntrico distrito de Norrmalmstorg de Estocolmo. Se enfrenta a dos agentes de seguridad, a uno de los cuales deja herido. La Policía pone cerco al banco pocos minutos después. Olsson toma como rehenes a cuatro personas, tres mujeres y un hombre durante seis días. Finalmente, las negociaciones con el secuestrador dan su fruto y se entrega sin que haya ningún herido más. Cuando se entrega, una de las rehenes, Kristin Enmark, lo defiende ante la policía. El psiquiatra sueco Nils Bejerot (1.921- 1.988) estudió el caso, lo comparó con otros similares, analizó esa suerte de “enamoramiento” de la víctima con el victimario y lo llamó “Síndrome de Estocolmo”.

El argumento “novedoso” no puede evitar que Patty reciba la sentencia más dura por el robo al Banco Hibernia: 35 años de prisión. Sin embargo, no pasa mucho tiempo en la cárcel. El presidente Jimmy Carter (Plains, Georgia; 1.924) reduce la pena a 22 meses y sale en libertad condicional el jueves, 1 de febrero de 1.979.

Noticias de Patty Hearst y su familia.

Colofón

Después de su liberación, escribe sus “Memorias” (“Patty Hearst: Her Own Story”, 1.981) y reniega públicamente de las acciones del Ejército Simbionés; pero nunca va a conseguir sacudirse la sospecha sobre su adhesión a la causa: «No es ningún secreto que fui secuestrada, torturada y violada con 19 años. Lo que siguió fue una serie de acontecimientos que fueron el resultado directo de destruir a una niña por dentro y por fuera».

Patty se casa con uno de sus guardaespaldas, Bernard Lee Shaw (1.945-2.013), y tiene dos hijas, Gillian, en 1.981, y Lydia Marie, en 1.984. Intenta hacer carrera como actriz y participa en varias películas, como “Cry baby” (1.990), “Serial Mom” (1.994), y “Pecker” (1.998), aunque las críticas nunca le fueron favorables. También quiere lavar su nombre y su imagen a través de obras benéficas con la creación de una Fundación de ayuda a niños con SIDA. Esa es una de las razones por las que el presidente Bill Clinton (Hope, Arkansas; 1.946) le otorga el indulto en noviembre de 2.001.

En las cinco décadas que han pasado desde su secuestro, Patty ha ofrecido pocas entrevistas y ha mantenido una vida discreta, a excepción de los eventos sociales a los que asiste: «A pesar de lo difícil que fue, crecí más allá de mi yo de los 19 años y seguí adelante para ser una orgullosa esposa, madre y abuela. No tengo ningún interés en revisitar un momento tan violento y doloroso de mi vida. ¿Es que acaso no vivimos en un mundo mejor?».

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