Obituario.-
Texto y fotos: Antonio Jesús Cabrerizo
«Rubite no va a ser lo mismo sin ti; se va un pedazo de su historia, tu huella será difícil de borrar, por no decir imposible»
Manolo, qué tristeza me abriga el alma desde el momento en que nuestro alcalde me comunicó la noticia de que nos habías dejado, joven, a tus 68 años, de forma rápida y silenciosa te fuiste, por lo que aún, a día de hoy, me cuesta creerlo, pero tú eras así, autónomo e independiente en todos tus actos.
Se me va a hacer tarea ardua y difícil no ver tu figura patriarcal, con tu sempiterno cayao, en tu banco favorito (que llora y extraña tu ausencia), junto a la fuente del pueblo, con tus paisanos, departiendo horas de tertulia, donde tú siempre tenías la palabra y el gesto mediador y conciliador ante cualquier atisbo de discusión o rencilla banal que pudiera surgir.
Caballeroso y amable con todos y todas, sabio entre los sabios, con un corazón que no te cabía en el pecho.
Rubite no va a ser lo mismo sin ti; se va un pedazo de su historia, tu huella será difícil de borrar, por no decir imposible.
Viviste la vida como quisiste, y la disfrutaste a pleno, sin molestar nunca a nadie, lo cual siempre te honrará.
Nos beberemos las cervezas en tus lugares favoritos, brindando por ti allá donde te encuentres, que a buen seguro ya te habrás rodeado con los «güenos», como tú, que también nos dejaron.
Hasta siempre compañero y amigo. Te recordaré siempre.
Descansa en paz.
