La Cofradía de Jesús del Perdón celebra sus cultos cuaresmales en la iglesia del Carmen

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     Domingo A. López Fernández

Juan José Sánchez Callejas pronuncia el XVIII pregón de exaltación a sus titulares

El pasado domingo, tercero que contabiliza esta cuaresma del 2022, se han dado por culminados los cultos que la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia  ha dedicado a sus sagrados titulares en su sede canónica, la ermita de Nuestra Señora del Carmen. Desde luego ha sido un fin de semana intenso en lo que a actos religiosos se refiere, pues el viernes se verificaba en la iglesia de la Encarnación la visita del Ilmo. Sr. Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, para impartir el sacramento de la confirmación a un grupo de jóvenes que había finalizado su etapa de iniciación cristiana. La solemnidad del momento se hizo extensiva en aquel instante al ornato de varias capillas del templo Mayor, que lucían espléndidamente para la ocasión por motivo de los cultos que en él se estaban celebrando. Concretamente, el triduo de la hermandad de la Borriquita en la antigua capilla del Sagrario, la conmemoración de la festividad de San José en su altar, y la veneración del Santísimo Cristo de la Expiración en su capilla, espacio sacro en el que la hermandad que le da culto ha erigido un imponente calvario que sorprende verdaderamente por su simbolismo.

En coincidencia con la hermandad de Nuestro Padre Jesús en su Triunfal entrada en Jerusalén, la cofradía de Jesús del Perdón había fijado la celebración de un solemne triduo a sus titulares durante los días 18, 19 y 20 de marzo. La junta de gobierno de la popular corporación de la calle Cañas culminaba con ello su particular entrega y devoción al titular cristífero, Jesús del Perdón, pues en los comienzos del mes de marzo, concretamente durante los días 4 y 5, la imagen era expuesta a la veneración de los fieles en la festividad de Jesús Cautivo. Entre los actos dispuestos en esos días por la cofradía han figurado el rezo del Credo y una oración por la paz de Ucrania, actos que han concluido con la solemne eucaristía que tuvo lugar el día 5 en la tarde. A destacar, igualmente, las ofrendas de velas que los hermanos han depositado junto a los pies del Cristo del Perdón y, asimismo, la recogida de alimentos y productos de primera necesidad que han sido recepcionados en la iglesia para su posterior envío al pueblo ucraniano.

En los días precedentes al triduo, la junta de gobierno de la cofradía del Perdón ha dispuesto un sencillo altar de cultos que ha sido erigido por Antonio Hernández Camacho, vestidor de las imágenes titulares desde hace más de veinte años. La configuración del mismo ha seguido en todo momento las prescripciones del párroco para no interferir en la reciente remodelación que se ha llevado a cabo en la iglesia. En esta ocasión, la imagen Jesús del Perdón ha presidido el camarín ataviado con túnica de terciopelo rojo y una corona de espinas naturales, quedando expuesto a la veneración con tres potencias de metal dorado en las que figura el criptograma JHS que identifica a Jesús como Salvador de los Hombres. En sus flancos, seis candeleros de cera natural iluminaban la estancia sagrada y, ya en el exterior del camarín, se han expuesto a veneración pública la  imagen de María Santísima de la Misericordia y San Juan Evangelista. La Virgen ha vestido para la ocasión una saya de color blanco y un manto de color morado que alude al tiempo cuaresmal, figurando sobre su cabeza la corona de plata que fue adquirida en los talleres sevillanos de Joaquín Osorio junto al puñal que prende su corazón. Finalmente, la imagen de San Juan ha sido ataviada con su habitual túnica de color verde y manto de color burdeos. En síntesis, un conjunto escultórico que ha brillado con luz propia y en la que se hace preciso destacar la apostura y semblante de Jesús del Perdón, obra del imaginero Domingo Sánchez Mesa, insignia que llegaba por primera vez a nuestra ciudad en los días finales del mes de noviembre de 1953.

En consonancia con la programación dispuesta, el viernes, 18 de marzo, daba principio el triduo en la iglesia del Carmen, figurando en bancos preferenciales la junta de gobierno de la cofradía, hermanos de hermandad y numerosos feligreses del barrio. La santa misa fue oficiada por el consiliario de la corporación, a cuya finalización tuvo lugar la imposición de medallas a los nuevos hermanos, acto que gratifica en sus fuero interno a todos los partícipes dada la significación y sentimiento que imprime hacia sus sagrados titulares.

El sábado en la tarde se verificaba el segundo día del triduo ante un templo rebosante de fieles, muchos de los cuales se vieron obligados a seguir la ceremonia desde el mismo pórtico de la iglesia. Presidió la eucaristía el párroco, D. Alberto Sedano, que en su homilía aludió a las lecturas del tercer domingo de cuaresma para hacer una invitación a todos los presentes. Concretamente pidió hacer una conversión profunda, a adentrarnos en nuestro corazón para aprovechar este tiempo que Dios nos da para que verdaderamente sea un tiempo nuevo para un corazón nuevo. Por ello, afirmó que el Señor nos llama hoy precisamente a eso, a volver el corazón a Dios, a un Dios que es rico en misericordia y a un Dios que arde de amor por cada uno de nosotros. Precisamente, hizo notar que esa zarza que ardía sin consumirse en el monte Sinaí es el símbolo del amor de Dios para cada uno de nosotros. Por eso, concluyó “que el tiempo de cuaresma es tiempo para volver el corazón hacia Dios y que esa llama de nuestro bautismo se mantenga siempre viva y que seamos testimonio vivo de esa fe a través de nuestras estaciones de penitencia”. La ceremonia eucarística ha estado igualmente amenizada  por el coro de la parroquia de la Virgen de las Angustias, cuyas voces solistas han interpretado magistralmente canciones típicas tales como “Caminaré”, “Te pedimos perdón Señor”, “Tal como soy”, “Cristo calla” o “Demos la paz”, entre otras. Finalizada la santa misa ha tenido lugar el acto oficial de la jura de cargos de la junta de gobierno que compone la corporación penitencial, a cuya conclusión han podido inmortalizar ante EL FARO el instante que refrenda oficialmente sus respectivas obligaciones corporativas.

El domingo, a las 13:00 hrs, tenía lugar el último día del triduo, ceremonia que ha quedado refrendada con una mayor presencia de fieles y hermanos de hermandad. Al término de la santa misa ha tenido lugar la pronunciación del XVIII pregón de exaltación a los sagrados titulares, que en esta ocasión ha quedado a cargo del conocido cofrade y hermano de hermandad, Juan José Sánchez Callejas.

El acto oficial del pregón de este año de 2022 se ha podido verificar minutos antes de las 14:00 hrs, momento en el que accedía al ambón del altar Carmen María Muñoz Andrade, persona designada por el pregonero para que haga las veces de su presentación. Lazos familiares y de hermandad han llevado hasta el atril de la iglesia a esta señalada “cofrade de pro” que cuenta en su haber una consumada experiencia en este tipo de actos, dado que ha sido pregonera de la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en el año de 2013, y de la Semana Santa de Motril en el año de 2020.

Carmen Mª Muñoz iniciaba su discurso con un alegato a favor de la primavera, estación que es la más deseada por todos los cofrades, aunque también tuvo palabras de desconsuelo por los hechos que actualmente afligen al mundo como es la pandemia del Covid-19 y la guerra de Ucrania. De seguida nombró al que ya consta como decimoctavo pregonero de la cofradía del Perdón, Juan José Sánchez Callejas, que en la actualidad desempeña el cargo de hermano mayor de la hermandad de “La Borriquita”. De él dijo que nació en Motril hace treinta y dos años en el seno de una familia cristiana ligada desde hace muchos años a la hermandad del Gran Poder. Como bien expuso,  aquí “le enseñaron que el compromiso con una hermandad solo puede adquirirse desde la fe”. Con 16 años se integra como costalero en el paso de Jesús del Perdón, y un año más tarde lo hace en la cuadrilla de Nuestro Padre Jesús en su Triunfal Entrada en Jerusalén. En Granada, igualmente, forma parte de cuadrillas señeras como la de la Virgen del Mayor Dolor (Escolapios), Nuestra Señora de la Amargura (Huerto de los Olivos) y María Santísima del Triunfo (Resucitado Zaidín) e, incluso en Sevilla, donde pudo igualarse bajo el paso de palio de Nuestra Señora de Monserrat. Por tanto, afirmó que el pregonero “ha creído rezando entre costeros apretando bien los dientes cuando el cansancio se manifiesta y los kilos están presentes. Más su trayectoria cofrade queda marcada el día que se integra en la señera cofradía del Domingo de Ramos, sin que olvide en ningún momento a la cofradía que le abrió primeramente sus puestas, la de Jesús del Perdón. Y, directamente, se dirigió al pregonero para expresarle que “pocos privilegios puede ofrecerte la vida que sean más plenos y mejores que ser costalero de la Misericordia de María. Que orgullo siento, querido compañero, que tú seas uno de ellos”. Carmen Mª Muñoz finalizaba su discurso recordando la grandeza de la cofradía del martes santo, ya que fue el primer paso del pregonero, el primer hábito de quien está haciendo las veces de presentadora y, asimismo, de la primera medalla corporativa para su hija. Emocionada en lo más íntimo de su corazón no quiso “robarle” más tiempo al pregonero y sin más le espetó: “Pregonero, tuya es la palabra”.

Bajo una salva de aplausos presentadora y pregonero se fundieron en un intenso abrazo que dio paso al protagonista del día en el altar. Sus primeras palabras fueron de pesar por las trágicas circunstancias que nos ha tocado vivir: “Se apagaron las luces, se cerraron las puertas, nos enclaustramos en casa, las túnicas se quedaron en el armario, los costales oreando, los cirios no llegaron a encenderse. Las calles se vaciaron, los recreos desaparecieron, los templos se quedaron mudos”. Más llega ahora una nueva era en la que se desempolvan los martillos y las casas de hermandad se llenan de vida y por ello ofreció un alegato, el de “despierta cofrade, que se acaba la espera, que comienza de nuevo el tiempo que regresa. ¡Cofrades a la calle¡ Porque tras la larga noche de nuevo amanece. Porque la vida vuelve a ganar la batalla a la muerte. Porque la Misericordia y el Perdón de Dios, siempre Vencen”.

Entrando de lleno en el contenido de su discurso, sus primeras palabras fueron de recuerdo emocionado a quien fuera secretario de la hermandad de la Borriquita, fallecido prematuramente hace unos meses. También un agradecimiento infinito a la que ha sido su presentadora, Carmen María, compañera y esposa, “Motril y su Semana Santa tienen la suerte de contar con una cofrade tan sincera en sus palabras, como capaz de trasmitir las mismas directas al corazón de todo el que te escucha”.

Con voz firme, serena y afianzada, Juan José Sánchez refirió que esta cofradía a la que en el día de hoy exalta es su segunda casa, aunque lo corrigió  y dijo que más que ello, es mi casa. Ante todo, porqué “puedo entrar saludando a todos y cada uno de vosotros desde el dintel de la puerta hasta lo más profundo de esta Iglesia, en casa porque mi voz siempre ha sido escuchada, porque jamás se me ha negado participar de todo aquello en lo que he podido hacerlo, y en casa porque al igual que os pasa a vosotros, mi martes santo es solo de ellos”. Recordó el ambiente de hermandad y camaradería que se vive en la corporación, donde todos a una han trabajado en una meta común, ya sea en una caseta de feria, viajes a Sevilla o laborando en la que durante años ha sido su casa hermandad en la calle Rey, un “auténtico almacén de sueños de la cofradía”. El pregonero recordó ahora, la casa hermandad del Nazareno, sede que durante años fue también la propia del Perdón en su salida procesional. Su primitiva casa fue la iglesia de la Encarnación, pero como bien dijo, “el barrio es el barrio y como en casa de uno no se está en ningún sitio, y tras la estancia en distintos puntos de la Ciudad, el Martes Santo vuelve a tener ese olor a pavesa y melaza que trae la calle de las Cañas, la plaza del Carmen vuelve a convertirse en la platea del Palacio de Poncio Pilato, el barrio entero vuelve a engalanarse de burdeos y claveles blancos, los vecinos vuelven a tener esa luz en la mirada que ilumina corazones y que presagia que la tarde se torna mágica con el paso de las horas, pues saben lo que está por venir”. Y es esa imagen de Jesús Preso, ya sentenciado, la que hará avanzar sobre la rampa que lleva a Motril, “al Motril más castizo, el que fuera camino de arrieros, el que siga Cristo que viene a salvar al mundo de nuestros pecados. Y con ella su Madre”, a la que definió como la vecina más ilustre y más hermosa de esta plaza.

El Perdón ya tiene casa hermandad. Para el pregonero es, desde luego, un espacio vital que gratifica el espíritu de todos al poder contemplar en ella todas las piezas que conforman el patrimonio de la hermandad, con todo orden y concierto, “un auténtico museo de sentimientos”. Sus vivencias personales surgen ahora en sus pensamientos al recordar que llego a la cofradía cuando contaba 16 años de edad para portar el paso del Señor del Perdón. Era, desde luego, una cuadrilla de amigos con los que había compartido trabajo en la caseta de feria para allegar fondos para la corporación pasionista. Recordó aquellos vivos momentos ensayando con el paso por la Rambla de los Álamos, año en el que se estrenaba la parihuela y el canasto con el que se pasea hoy en día Jesús Preso. Anécdotas y vivencias siguieron recorriendo el espacio sagrado para relatar los sentimientos de un joven que por primera vez hacía piña común bajo un trono de Cristo.

En el ámbito familiar también quiso pregonar a los cuatro vientos que fue en este templo en el que con tan solo tres meses le fue impuesta a su hija la medalla representativa del martes santo. Parangonando con el bautismo de un cristiano, llegó a afirmar que los que practican en esencia la vida cofrade quieren presentar ante los hermanos y sagrados titulares a sus hijos. El pregón va consumiendo ya el tiempo que tiene dedicado, pero en la mente del pregonero se encuentra ya el hablar de la cofradía, ante todo por la calidad humana de todos sus componentes. Y recordó con ello aquella fecha inolvidable del 14 de octubre de 1984, día en el que un grupo de decididos hermanos pusieron las bases para  fundar esta corporación penitencial que es santo y seña del martes santo motrileño. Desde entonces son casi cuarenta años en los que familias enteras tales como la de Jiménez Cabrera, la de Díaz Rodríguez, Urrutia o Antonio Gómez, han dejado su impronta en su propio devenir. Todavía tuvo un momento para referir el ejemplo de quien fuera su hermano mayor, Pepe Gómez, persona querida y admirada en la que ya cuatro generaciones se unen al amor y devoción de sus sagrados titulares.

El pregonero concluye ya sus últimas palabras y lo hace mirando a su Madre, María Santísima de la Misericordia. De ella dijo, que quedó cautivo desde que tenía uso de razón y “nunca, jamás, he sido capaz de mirarla una vez ataviada para derramar su gracia por Motril antes de que yo ya esté vestido de costalero”. Por eso, afirmó, “no quiera verla…., es que prefiero soñarla. Así que déjame soñar en un nuevo martes santo

Déjame soñar despierto Madre, que no existe mayor anhelo para este pregonero, que volver a ser los pies de tu palio de los Sueños”. Con el consabido “he dicho” se daba por concluido el pregón de este año de 2022, momento en el que el templo se convertía en un espacio sacro en el que solo retumbaban los sonoros aplausos de todos los presentes.

Todavía, protocolariamente, quedaba un acto más, el de la entrega de los reconocimientos a los dos protagonistas del día, la presentadora, Carmen María Muñoz, que recibía un cuadro representativo del altar erigido por la cofradía el año anterior en su sede canónica. E igualmente al pregonero, Juan José Sánchez Callejas, con otro cuadro que lleva enmarcada la medalla corporativa. El acto concluía con la interminable serie de felicitaciones que hermanos de hermandad, amigos y familiares ofrecieron a ambos, momentos únicos e irrepetibles que han quedado fijados para la posteridad en la innumerable serie de fotografías que se pudieron tomar. Tras ello, todos los presentes se pudieron trasladar hasta la recién inaugurada casa de hermandad para celebrar una señalada jornada de convivencia cofrade.

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