El joven pianista Alberto Villaescusa, un orgullo para el pueblo de Salobreña

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José Manuel Glez./EL FARO

Con 13 años ha superado los estudios profesionales de música, que suelen finalizarse a los 18, y ha sido becado en el prestigioso Liceu de Barcelona

Alberto Villaescusa, pianista (EL FARO)

El piano llegó casi por casualidad a su vida y, tecla a tecla, se ha convertido en todo un prodigio de este instrumento. Alberto Villaescusa tiene ahora 14 años y ya ha finalizado las enseñanzas profesionales de música, una formación que se suele prolongar hasta los 18 años, y ahora mismo se encuentra estudiando en el prestigioso Liceu de Barcelona a través de una beca que sólo alcanzan los mejores.

A los cinco años y en una estancia de la familia en Suecia, buscando en qué gastar el tiempo extraescolar, Alberto conoció el piano y, desde entonces, se han hecho buenos amigos. En la prueba de acceso a las enseñanzas básicas entró directamente al cuarto curso y las profesionales las ha finalizado en la mitad de tiempo haciendo los cursos de dos en dos.

Para seguir formándose musicalmente hasta poder continuar con el siguiente paso de la formación reglada en el Conservatorio Superior, al que no podrá acceder hasta que termine el bachillerato y tenga mínimo 16 años, este joven vecino de Salobreña, orgullo para su pueblo, ha sido becado en el Conservatorio Superior Liceu de Barcelona, una beca al que sólo tienen acceso los mejores.

Esta oportunidad llegó a través de Michael Davidov, profesor del Liceu y director artístico del concurso Internacional Music Competitión organizado en el marco del Marbella International Music Festival, concurso que Alberto ganó. Davidov dio a conocer la existencia de esta beca a Alberto y su familia. Así, tras pasar por un tribunal que evaluó al joven pianista, Alberto Villaescusa fue merecedor de esta beca que está patrocinada por la Fundación de Música Ferrer Salat.

Así, elegido entre los mejores, Alberto viaja a Barcelona de manera periódica para recibir clases de Josep Colom o el propio Michael Davidov, continuando así una carrera prometedora y llevando el nombre de Salobreña a las más altas esferas de la música nacional e internacional.

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