EL FORO DE CONCHA: ‘NO ES UNA GUERRA’

NO ES UNA GUERRA

Concha Casas -Escritora-

No es una guerra, no estamos luchando, no peleamos contra nada ni contra nadie… estamos resguardándonos en casa.

Nunca he entendido ese paralelismo que se viene haciendo entre las enfermedades y las batallas. El que enferma no es un guerrero, ni una guerrera, es un ser humano viviendo uno de tantos procesos que mientras estamos vivos debemos superar.

De cada uno de ellos aprendemos o deberíamos aprender algo, algo que nos haga dar un paso hacia nosotros mismos, hacia eso que llamamos madurez o sabiduría, que solo al pasar de los años, si aprendemos las lecciones, obtenemos.

Yo diría más bien que somos observadores, o eso es lo que deberíamos ser, observadores de lo que ocurre aquí y ahora. Porque no hay nada más que esos dos momentos espacio temporales. Y de alguna manera siento que esta experiencia es lo que nos quiere enseñar. A parar.

Vivimos corriendo, a salto de mata siempre, para después hacer esto, ir a tal sitio, o comprar esto otro… Y mientras proyectamos esos futuribles no somos conscientes de lo que realmente estamos experimentando en este presente eterno que debería ser la vida.

Y mira por donde, en su sabiduría infinita, es precisamente la vida la que nos obliga a hacer lo que debería ser un hábito común. Hemos parado.

El todopoderoso ser humano ha tenido que rendirse a la evidencia, y ha sido un virus microscópico el que lo ha conseguido. Buena cura de humildad.

Me pregunto qué pensarán todos esos gobernantes, los que dan la cara y los que están detrás, cuando se den cuenta de que contra todo pronóstico y por una vez, esto se les  ha ido de las manos. Que ellos mismos son vulnerables y que ni todo el oro del mundo, que atesoran con tanto afán, va a poder evitarles estar en la misma lista que todos los demás.

Es como si de alguna manera esto nos pusiera a todos en nuestro sitio, ni por encima, ni por debajo, estamos todos a ras.

Entre medias afloran todos los conflictos que en nuestra prisa eterna hemos dejado sin resolver. Familiares, laborales, incluso de vida… ¿qué estamos haciendo con nuestra existencia, en qué la hemos convertido?.. pues piensen, que ahora es lo que toca, pensar.

Afortunadamente no estamos en guerra, no tenemos que coger un fusil y matar a nuestro hermano, no tenemos hambre, al revés el peligro es la nevera. No perdemos nuestras casas y nos vemos obligados a vivir al raso… que va. Esto no es una guerra.

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