Diálogos ocurrentes

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GASPAR ESTEVA RODRÍGUEZ

En un pequeño banco, de los de piedra, como antes, deambulaban varios contertulios en azarosa conversación e iban encaminadas sus hablillas hacia los siguientes derroteros:  (-¡Frasquito -con voz tenue en apariencia sincera y humilde, comenzaba su diatriba Manolin-, te has enterao de la noticia de éstos últimos días!, que icen ha vuelto a hundirse una pantera desas que iba cargá de negritos del Africa, aunque icen que inmigrantes subsaharianos, por quitarle yerro al asunto, digo yo.

-Mira Manolin -porfiaba Frasquito con voz segura, de creer saberlo casi todo-, no empieces ya con tus cosas, vete tú a saber si es to inventao porque estemos en elecciones. Esas cosas siempre se exageran pa que alguien obtenga beneficio. Además, aunque sea cierto, que más da, va a ocurrir más veces, si no tienen dinero pa entrar por su sitio, tendrán que venir por el Mar y en barcos de mierda, eso es así y, ni tú ni yo poemos evitarlo.

-Probablemente llevas razón Frasquito -asentía Manolin-, pero aún suponiendo que ninguno poamos evitarlo, valdría la pena, por lo menos, saber si es justo o no que éstas cosas pasen y además, en nuestras mismísimas narices?

-Pues no sé -contestaba frasquito con aire de suficiencia y al mismo tiempo de frustración- porque con to lo que he pasao en mi vida, no sabría decirte lo que es y lo que no es justo.

-No le deis muchas vueltas a la tuerca -entraba el tío Juanon en el debate, cubierta su cabeza con un sombrero blanco estilo panamá y con ademanes académicos- que ya sabéis que al final ésta baila, osease, se pasa de rosca. La justicia no es sino la aplicación de lo que igan las leyes. Y si éstas icen que pa entrar en un país, como dios manda, debes tener dinero y papeles y si no pues sencillamente no puedes, todo lo que realices sin cumplir eso es bajo tu riesgo y en su consecuencia, lo que te ocurra, será trágico, pero justo.

-Has viajao más que nosotros, has tenio estudios -intervenía Manolin- y te crees por eso que sabes más, pues no llevas razón, porque si una criatura muere así por las buenas, aunque esté incumpliendo las leyes, eso no deja de ser injusto. Aunque sepa que no podemos hacer nada como ice Frasquito, reconozco que no está bien lo que ocurre, si es eso lo que está ocurriendo.

Con la mirada extraviada en algún punto solo alcanzable con ojos gastados de tanto fijar las pupilas sin esperar respuesta, apoyadas ambas manos sobre un bastón de los de antes, Manolin se hacia a sí mismo y a sus contertulios la siguiente pregunta:

-Para qué sirve la Justicia? Es algo que sadquiere con esfuerzo, debe tener algún resultado práctico, es un bien valioso en sí mismo? Si suceden cosas que nos afectan por su gravedad, como es el hecho de personas indefensas sin medios para vivir que emprenden un camino hacia un «paraiso» y solo alcanzan la muerte, y esto es como consecuencia de la Ley y, además, no podemos hacer na, cuál es el verdadero sentido de la Justicia.

-Pero hombre -inquiere tío Juanon- no seas tan profundo, existen muchos casos en los que no se puede hacer gran cosa ante hechos graves y todos asentimos en que son injustos, como es la violencia del terrorismo o la que proviene de la propia naturaleza, como las tormentas, los terremotos, los sunamis….

-¡Ahora me dices quién es el profundo -interrumpe Frasquito agitando sus manos con intención de abofetear las palabras- tío Juanon!, porque te has pasao varios pueblos. El terrorismo es una manera de actuar de diversos grupos para hacer valer sus peticiones, es injusto en sí mismo como método, y sí podemos ir en contra como así hacen los gobiernos; la naturaleza no es ni justa ni injusta, es dura, implacable, y dentro de las posibilidades del ser humano la combatimos con los medios que se disponen. Pero -ahora clava su mirada en tío Juanon- si la gente muere como consecuencia de no disponer de medios para cumplir con la Ley, sin que hagamos por evitarlo, y resulta en apariencia que eso es Justo, luego la pregunta de Manolín sigue teniendo sentido, en qué consiste la Justicia?

– El mayor logro o mejor dicho, el mayor mérito, de la Injusticia es precisamente no parecerlo -terciaba por fin Manolín-. Cómo podríamos nosotros responder a la pregunta sobre el sentido de la justicia siendo casi analfabetos si a los que les sobran toas las letras del alfabeto tampoco la saben responder?

De pronto parecía que el tío Juanon disponía de la respuesta más locuaz a la vista de la expresión de sus ojos y de los ademanes de su cuerpo y manos, tomando la palabra -con una leve sonrisa socarrona- para expresar que injusto, lo que se dice, injusto, es que se haya sancionado al Mouriño por decir lo que media España piensa…

…continuará

 

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