«SOS racismo»

FULGENCIO SPA CORTÉS

Concha Casas, en su columna de Ideal, suele atacar los males del capitalismo. Hace poco denunciaba falta de solidaridad, en Granada. El mundo esta enfermo. La globalización lo agrava. A los pobres les toca la parte de siempre: la peor. Y escribe que «SOS Racismo Granada», ONG, se verá en la calle por una orden de desahucio.

Creo que hay demasiados organismos que lastran la economia y que sirven para que presumamos algunos. Parece que dicha ONG solo necesita un espacio físico donde instalar un teléfono desde el cual desarrollar su labor humanitaria y antixenofaba. Pero pienso que el mundo esta enfermo. Y que mientras haya ONGs, Jesús Abandonado, Caritas Diocesanas, Médicos sin Fronteras, Banco de Alimentos, estará en vigor Kafka. Estas organizaciones de buena voluntad, necesarias, y de ayuda al prójimo, no dejan de ser sucedáneos del Amor. Mientras los hombres, entre los que me encuentro, presumiendo de justos, demos por compromisos mundanos y medallas de vanidad, solo parte de lo que nos sobra, es que el corazón esta vacio. Cristo sigue muerto. La Iglesia tiene los brazos muy cortos. Ni las monjitas del Africa negra, ni los hombres que rezan con fe y con buena voluntad y ejercen el apostolado de ayuda, quitaran el hambre que es productos de la injusticia. Solo los Gobiernos con valentía pueden ejercer esa labor. Y mientras las chavolas crecen junto a las mansiones, y a los ríos les mermamos sus cauces, para lucro, que después pagamos en inundaciones y muerte; y a las playas les robamos las arenas para especular con edificios monstruosos, que rompen el horizonte, es que el egoísmo impera.. Y mientras que los hombres damos, por compromisos mundanos, lo que nos sobra, es que el Evangelio ha fracasado.

«SOS racismo» denuncia la injusticia. Las «abogadas» de pobres y organismos de caridad, sucedáneo del Amor palian, narcotizan a la pobreza. La mies es mucha y los obreros pocos. Pero mientras llega el Evangelio, que no lo dejaran llegar, hay gente con tintura cristiana y buen corazón que quiere, devolverle a los pobres, las razones, la esperanza, la voz que le robaron. Algo es algo. Y mientras hay hombres presumiendo de justos, enseñando medallas de Cristos y Vírgenes al cuello, y al pecho escudos de caridad para tapar la hipocresía y dormir mejor, hay gentes que luchan contra los molinos de viento de la avaricia.

1 COMENTARIO

  1. vivo en motril soy gitano vivo en los pisillos y hoy e ido a comprar un kevar a una tienda de indios que eso no tiene nada que ver pero ellos no melo anpuesto por ser ggitano esta tienedaesta sutuada en la calle manuel de falla estagente son rasistes hoy me sentido la persona mas pequeña del munmdo cuando ellosno son españoles que eso no quiere
    decir nada pero para ellos si que se deve aser
    atuarcomo ellosy somos racistas o devo de aser decirme por favor

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