SOLEMNE MISA DE DESPEDIDA AL PÁRROCO DE LA  ENCARNACIÓN

            ✍Domingo A. López Fernández

Cronista Oficial de la ciudad de Motril

📸Fotografías: Paulino Martínez Moré

Cronista Gráfico Oficial de la ciudad de Motril

D. José Albaladejo pasa a desempeñar su ministerio pastoral en las parroquias de Huétor Santillán y Beas de Granada

La iglesia Mayor de la Encarnación acogía en el día de ayer, domingo, 14 de septiembre, la solemne misa de despedida de D. José Albaladejo Hernández, párroco que durante trece años ha estado al frente de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y que a partir de ahora va a ejercer su ministerio pastoral en las parroquias de la Encarnación de Huétor Santillán y la de Inmaculada Concepción de Beas de Granada.

Sacerdote amable, cordial, afectuoso, sensible, cercano, muy cercano y, sobre todo, humano y con la doctrina cristiana a flor de piel, han hecho de este buen “cura” que haya empatizado con todo el mundo en Motril y que la ciudad lamente profundamente su marcha. D. José Albaladejo reconoce que acata la decisión de la superioridad y que ha de seguir su ministerio en otras parroquias en las que ha de difundir la palabra de Dios. Ha sido consciente que los feligreses han querido remitir al arzobispado una carta solicitando que no se le traslade, gesto que ha agradecido personalmente a EL FARO en la entrevista que se hizo el pasado martes, pero afirmaba que debe seguir los caminos de Dios allá donde le manden para seguir haciendo iglesia, algo a lo que añadimos desde aquí, a seguir haciendo el bien y ayudando a todo aquel que le solicita su colaboración. Días pasados, el ayuntamiento de la ciudad le recibía para hacerle su despedida institucional y desearle todos los parabienes en su nuevo destino, a la vez que recibía las muestras de agradecimiento de toda la corporación. Su mensaje fue claro y rotundo: “Gracias, Pepe, por tu enorme labor espiritual y humana, Motril siempre llevará tu huella”. Asimismo, recibía un obsequio representativo que remarca el nombre de la ciudad y que toma como modelo escultural el recibimiento que se hace a los visitantes en la fuente de acceso de la entrada oriental. En el acto ha estado arropado por las hermandades motrileñas del Humildad y Victoria, Santa Cena, Vera Cruz, Cristo Buena Muerte y la Agrupación hermandades y cofradías, dado que ha sido su consiliario. Asimismo, desde que la Curia granadina comunico hace meses su traslado, han sido infinidad de feligreses los que han acudido a su despacho para ofrecerle su pesar por la marcha y desearle la gran acogida que merece en los dos pueblos donde ha de ejercer su ministerio.

La eucaristía de despedida al párroco tenía lugar a las 12:00 hrs, y ya desde bastante tiempo antes se hacía difícil ocupar un sitio libre en la iglesia. La acogida de los fieles ha sido multitudinaria, y no se recuerda un hecho similar, pues las naves laterales, incluso, han estado abarrotadas de fieles que han  tenido que seguir la santa misa de pie. La eucaristía ha sido presidida por el párroco, estando asistido de los PP. Agustinos D. Bonifacio Diez Pérez y D. Antonio Manuel Martín Blanco. Desde un primer momento la emoción ha embargado a D. José Albaladejo, que ha tenido palabras de reconocimiento a todas las personas que han estado a su lado a lo largo de los años. Ha recordado a su familia allí presente, a las catequistas, a las cofradías y hermandades, a la institución municipal, al coro de las Angustias, a Pepe “el cartero”, que ha sido su mano derecha en la iglesia y, en general, a todas las familias, personas e instituciones que le han tenido como “pater”, como guía espiritual y como amigo. En su exposición ha recordado los buenos momentos vividos en la parroquia desde que fue destinado a ella hace trece años. Asimismo, los difíciles de la pandemia, en la que la iglesia tenía que separar a los fieles con pegatinas de colores para evitar los contagios, los días de alegría de matrimonios, bautizos y comuniones y también, como no, los tristes de entierros de personas conocidas y no conocidas que ya no se encuentran con nosotros.

La cercanía con el párroco y los múltiples afectos que ha recibido durante su ejercicio pastoral se han hecho presentes en la celebración del sacramento de la comunión, donde filas interminables de fieles han querido recibir la hostia sagrada de sus manos como forma de unión con Cristo en la presencia de su hijo y discípulo en la palabra del Señor. Próxima a finalizar la santa misa, los fieles presentes han obsequiado al párroco con varios regalos, entre ellos cuatro casullas con los colores propios de su celebración, el blanco para Pascua, el rojo para el martirio y el Espíritu Santo, el verde para la esperanza y Tiempo Ordinario y el morado para la Cuaresma y Adviento de penitencia. Asimismo, ha recibido un porta-viático para la asistencia a los enfermos que no pueden asistir personalmente a la santa misa. D. José Albaladejo ha recibido abrumado este gesto de confraternidad con sus fieles, a los que ha agradecido profundamente su cercanía y predisposición a todo cuanto les ha requerido. Finalizada la santa misa, han sido innumerables las felicitaciones personales al párroco junto a la enorme profusión de fotografías que dan cuenta del particular gesto de afecto y querencia que se ha ganado con su labor pastoral a lo largo de los años. Finalizada la misma, se ha ofrecido a los presentes un pequeño refrigerio junto a la puerta norte de la iglesia, donde los fieles han departido recordando anécdotas vividas junto al párroco.

AGRADECIMIENTO DE SUS FELIGRESES

Finalizada la santa misa, José Gómez, quien hace labores de sacristán en la iglesia de la Encarnación, ha procedido a la lectura de una carta al párroco que ha sido ampliamente firmada por sus feligreses en la que por su emotividad, EL FARO transcribe literalmente:

“Querido Padre José: Después de casi trece años de compartir momentos, alegrías y desafíos en la comunidad, tus feligreses, queremos expresarte nuestro profundo agradecimiento por tu dedicación y servicio. Tu guía espiritual, tu comprensión y tu amor incondicional han sido un faro de fe y esperanza para todos. Tu compromiso con la Fe y con la comunidad ha sido una inspiración constante. Tu capacidad para escuchar, aconsejar y consolar han tocado los corazones de tus feligreses a los que has hecho mejores personas y mejores cristianos con un corazón lleno de amor hacia el prójimo. Te agradecemos la comprensión y cariño con la que en tu despacho, y siempre con una sonrisa, has recibido a cualquiera que te ha necesitado para una consulta personal, un consejo o una palabra de consuelo. Hemos sido testigos de tu incansable labor como Pastor, como docente en las Dominicas, Capellán del hospital y siempre dispuesto con alegría a colaborar con cualquier parroquia que te ha necesitado. Has sabido ganarte el respeto y el cariño de todos los que te conocen independientemente de que sean creyentes o no. Aunque te vas, tu legado permanecerá entre nosotros como ejemplo de amor y servicio. Que Dios te bendiga y te guie y que el Espíritu Santo te ilumine y te llene de sabiduría para que en tu nuevo destino, predicando la palabra de Dios, hagas una comunidad como la que dejas en nuestra querida parroquia de la Encarnación. Con gratitud y cariño, tus feligreses”. Su contenido, igualmente le ha sido entregado en un pergamino para que siempre tenga en su memoria al pueblo de Motril.

DATOS BIOGRÁFICOS DEL PÁRROCO

D. José Albaladejo Hernández nace en Murcia capital. Es hijo de padres murcianos de extracción muy humilde, D. José Albaladejo Almela y Dª Consuelo Hernández Alcantud. Él es ferroviario, factor de circulación, y la madre cuida de una huerta murciana. D. José es el tercero de los cuatro hijos habidos en el matrimonio, Feliciano, Francisco, ya fallecido, José y Consuelo. Por razón de su actividad laboral, su padre es ascendido a jefe de estación, lo que lleva aparejado el traslado forzoso y el ejercicio profesional en las estaciones de Alicante, Albacete.., etc. Ya nacido él su padre es destinado a la provincia de Granada, pasando por diversas estaciones, primeramente la del pantano de Cubillas, frente a Calicasas, y luego Albolote e Iznalloz. Su situación cambia cuando el hermano mayor comienza a estudiar la carrera de medicina en Granada y el sacerdote D. Pedro Manjón Lastra ofrece a sus padres una vivienda que promociona en el Polígono de Cartuja, lugar al que se traslada la familia, aunque su padre sigue trabajando en Iznalloz. D. José estudia en el colegio público de Iznalloz hasta sexto de EGB y continúa sus estudios en Granada en el colegio Escolapios Luz Casanova de Cartuja, para pasar posteriormente al I.E.S. nº 4 de Cartuja 4 que el precisamente inaugura como alumno.

D. José decide orientar su vida hacia el sacerdocio. Afirma que “se trata de un sentimiento interior al que da muchas vueltas hasta que da finalmente el paso; es un descubrir la vocación”. Ingresa en el Seminario San Cecilio de Granada en 1985, y tras seis años de estudios es nombrado diácono en la iglesia de Santa María la Mayor de Padul. Tras pasar por varias parroquias es ordenado sacerdote el día 7 de junio de 1992, siendo destinado en su ministerio a las parroquias de Zagra, Ventorros de San José y la pedanía de La Viña de Algarinejo, teniendo su residencia en este último pueblo que es donde está la casa parroquial. Aquí se mantiene durante tres años, para trasladarse a Madrid y seguir estudios en el Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME). De aquí pasará a Lyon (Francia), donde permanece un año, siendo trasladado a Togo, colonia francesa, como misionero, experiencia según nos dice que fue muy gratificante, pues los nativos venían a la iglesia pidiéndonos ayuda, cumplían con sus deberes en la iglesia y le ayudábamos a construir pozos, escuelas y centros sanitarios. Permanece como misionero durante cinco años, para ser destinado a la parroquia de Güejar Sierra, donde permanece otros cuatro años. De aquí será destinado a Calahonda, donde va a ejercer su ministerio durante siete años, para pasar a la iglesia de la Encarnación de Motril, donde ha sido su párroco durante  casi trece años.

En palabras a EL FARO, D. José Albaladejo ha querido trasladar a la ciudadanía “que me he sentido muy bien acogido. Han sido trece años y me ha sorprendido la reacción del pueblo de Motril; ha sido impresionante, de verdad, sobrecogedor, me ha llegado al corazón, con la gente dispuesta a hacer escritos para que me quede. Me han mostrado un gran cariño. Motril es un gran pueblo. Agradezco a los motrileños su trato; me he encontrado muy a gusto. He estado ligado a Motril durante veinte años, pues llegué en 2005 a Calahonda y he sido capellán del hospital empezando a media jornada con D. Manuel Jiménez, el párroco de las Angustias. Entré en el hospital en octubre de 2005 y me voy en septiembre de 2025, así que por un mes no he llegado a cumplir los veinte años”.

D. José Albaladejo, el párroco de la sonrisa eterna, el hombre amable, simpático y cordial tomará posesión de su nuevo cargo en las parroquias de Huétor Santillán y la de Inmaculada Concepción de Beas de Granada el próximo domingo, 21 de septiembre, y hasta allí se va a dirigir un autobús repleto de motrileños para acompañarle en ese primer día de su nuevo destino. Sin más, solo queda desearle a D. José, Pepe “el cura”, nuestros mejores deseos en su nuevo ministerio, sabiendo que va a ser acogido con la misma querencia y afecto que lo ha tenido en Motril.

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