Redacción/EL FARO
Salobreña acoge el acto que rememora plásticamente la historia del Santísimo Cristo del Perdón

En la tarde del viernes, 21 de noviembre, la capilla de San Luis de la villa salobreñera acogía el primero de los actos que la cofradía del Santísimo Cristo del Perdón organiza para conmemorar el LXXV aniversario de la advocación de su titular cristífero. Es, desde luego, la cofradía penitencial decana de posguerra en Salobreña, pues en 1953 ya se tiene constancia de su existencia y del estreno de su paso procesional, lo que permite intuir que su fundación data de años precedentes. Posiblemente, su organización se remonta al año de 1951 y surge como consecuencia de la santa misión que se verifica en la villa en el año anterior y que va a dar lugar a la advocación por la que el crucificado será conocido desde entonces en la villa, el Santísimo Cristo del Perdón.
El acto en sí daba principio a las 20:00 h ante numeroso público, entre el que se encontraban presentes el párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, la junta de gobierno de la cofradía del Perdón, el presidente de la Agrupación de cofradías de Salobreña, el concejal de cultura del ayuntamiento, representantes del resto de cofradías salobreñeras, hermanos en hermandad y numerosos vecinos de la villa. El acto ha sido conducido por Ana María González Palomino, tesorera dela cofradía, quien daba paso al presentador del autor del cartel de la conmemoración “75 años de Perdón”, cargo que ha recaído en el historiador y cronista oficial de la ciudad de Motril, Domingo A. López Fernández.

En su intervención, el presentador aludía primeramente a los lazos de amistad que le unen a Jesús Ortega Fernández y, asimismo, al hecho de su nombramiento por ser el artífice del informe que ha documentado el dosier presentado ante la Curia granadina para solicitar la celebración de una salida extraordinaria del titular del Perdón. Según expuso, la advocación del Cristo del Perdón se promueve a raíz de la santa misión que celebran en la villa los padres jesuitas Huelin y Rejón en el mes de noviembre de 1950. Tras dilatadas jornadas plenas de religiosidad y participación popular, la santa misión concluía con un acto multitudinario en la plaza del pueblo en el que junto a la imagen del crucificado se producía el abrazo de personas representativas de los bandos enfrentados en la guerra civil y que mutuamente se ofrecieron su perdón. Desde ese momento, el crucificado recibió el título de Cristo del Perdón.

Seguidamente, el presentador exponía la traza personal y artística del autor del cartel, un motrileño nacido en 1995, quien desde pequeño ha mostrado su vinculación al mundo del arte, pues ya a los cinco años realizaba reproducciones de los pasos procesionales en plastilina. Es graduado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales por la universidad de Granada (2013-2017), y Máster en Museología y Museos (2018). Su trayectoria artística comienza realizando el cartel de la Virgen de las Angustias de Motril en 2015 y, un año más tarde, el de la hermandad del Gran Poder de su barrio y el de la Virgen del Carmen de Castell de Ferro. Fundamental en su trayectoria ha sido el curso en acuarela que realiza en el estudio de la artista motrileña Mar Aragón, que le induce a seguir esta modalidad artística. Con ella realiza el cartel del III Centenario de la construcción de la Ermita de la Virgen de las Angustias de Motril, entre otros muchos encargos que realizan parroquias y cofradías de la comarca. Al margen de ello, Jesús Ortega es vestidor de imágenes religiosas, ejerciendo actualmente estas tareas con las titulares Virgen del Mayor Dolor, Mayor Consuelo, Virgen de las Angustias, Nuestra Señora de la Soledad y Santa Rita, todas ellas de Motril, el Nazareno y la Virgen de la Esperanza de Salobreña, la Virgen de la Aurora de Guájar Alto, la Virgen de los Dolores de Castell de Ferro y la Virgen de los Dolores de Albuñol. En los últimos años, Jesús Ortega se ha ganado su buen nombre en la faceta profesional de restaurador de imágenes religiosas, habiendo efectuado las de Nuestro Padre Jesús del Perdón de Motril, Jesús Nazareno de Albuñol, María Santísima de la Victoria, la Virgen del Carmen del Varadero o la propia de la Virgen de las Angustias de Motril, entre otras muchas más. Su perfección en el trabajo y sus sorprendentes resultados prácticos ha hecho que su nombre se extienda por las costa granadina y provincias limítrofes, habiendo realizado trabajos para La Malahá, La Rábita, Escúzar, Albuñol, Lújar, Capileira, Sorvilán, Carboneras, Albondón, Jódar o Agua Amarga, entre otras poblaciones. En su producción de cartelería también resalta su obra en Motril, la comarca y poblaciones de otras provincias, destacando por la afinidad del acontecimiento que se celebra en Salobreña el de los carteles conmemorativos del 75 aniversario de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Albuñol (2022), el 75 aniversario de la cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad (2023) y el 75 aniversario de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder (2024). Otras tareas consustanciales a su faceta profesional son las de trabajos artísticos para cofradías tales como el de diseño, pintura y arreglos florales, orlas, tapas de pregones, estandartes, guiones, papeletas de sitio y escudos corporativos.

Tras la trayectoria profesional, el presentador invitaba a Jesús Ortega y el hermano mayor de la cofradía del Perdón, Francisco Villaescusa, a descubrir el cartel conmemorativo de los “75 años de Perdón”, acto que con la lógica expectación fue refrendado por un prolongado aplauso del público. Seguidamente, accedía al atril su autor, quien pudo explicar las características de su creación artística. Según afirmó, no se trataba de una obra al uso de un cartel procesional sin más, “sino que debía narrar un episodio histórico para Salobreña, lo que exigía verdad, profundidad y respeto”. Según Jesús Ortega, afrontaba el trabajo como un acto de cariño hacia el Señor del Perdón, pero también hacia la historia reciente de Salobreña. Según expuso, está realizado en acuarela, a la que incorpora el uso del collage, grafito, rotulador y otros elementos mixtos, buscando así un mensaje visual más rico y más narrativo. Su obra está pintada sobre papel, pero posteriormente montada en una tabla con bastidor para darle presencia y dignidad, ya que en palabras del autor, “una efeméride como esta lo merece”. En cuanto a su configuración, en el cartel aparecen varias escenas con distintos niveles de lectura. En primer plano aparece el Señor del Perdón, visto desde un plano inferior, perspectiva intencionada, pues es “la mirada de cualquier persona que entra a su capilla, la mirada del devoto que se acerca, levanta la vista y se encuentra con Él cara a cara”. Según afirmó, “quería que el cristo estableciera un dialogo silencioso con quien lo contemple, que su mirada se convierta en un puente entre la obra y el espectador. Por eso cuidé especialmente el rostro, esa mezcla perfecta entre dolor, serenidad y misericordia. Quise también que apareciera parte del paño de pureza, tan característico con ese diseño de rayas que recuerda a los tejidos hebreos y que es tan propio de la escuela granadina. Es un rasgo identitario, un detalle muy suyo que a mí me parece bellísimo y que no podía faltar”. El señor aparece envuelto en un resplandor que se abre paso en una noche, figurando detrás la iglesia de Nuestra Señora del Rosario para mostrar su casa en la villa y en el corazón de su parroquia. En la parte inferior, como si fuese un recorte de prensa en blanco y negro, aparece la escena del Sermón del Paso, acto que da origen a la celebración de los “75 años de Perdón”. Allí se representa al Cristo sostenido verticalmente por hombres del pueblo y, a su lado, los padres Huelin y Rejón y la plaza llena de personas abrazándose en un gesto de reconciliación, de paz y de esperanza. Es, según dijo, “un cartel para sentir, en el que he querido ofrecer con el mayor respeto un cartel lleno de contrastes, de símbolos y de memoria, un cartel que no solo anuncia un aniversario, sino que recuerda un hecho histórico que marcó para siempre a Salobreña y a sus gentes”.

Jesús Ortega finalizaba sus palabras con un mensaje a las cofradías de Salobreña: “tenéis un tesoro entre las manos. Salobreña, y especialmente el entorno de la iglesia del Rosario, su casco antiguo, es un escenario único, calles preciosas, vistas que recuerdan al Albaicín, un marco espectacular que muchas localidades ya quisieran para su Semana Santa. Y, sin embargo, siento que todo avanza muy despacio, pero si se algo: el potencial que tenéis es enorme. Sacad partido a lo vuestro, innovad, cuidad vuestras hermandades, pero, sobre todo, sentíos orgullosos, Salobreña tiene mucho que ofrecer”.

Concluido el acto, el presentador y autor del cartel fueron obsequiados con una pequeña placa de agradecimiento a su participación, dándose paso a una jornada de convivencia en el propio local donde Jesús Ortega continuó recibiendo las muestras de felicitación del mundo cofrade salobreñero. En ese mismo momento, el hermano mayor de la cofradía del Perdón, Francisco Villaescusa, aprovechaba la redacción de EL FARO, para invitar al mundo cofrade de la comarca a acompañarles en la salida extraordinaria que va a tener lugar el próximo sábado, 29 de noviembre, a las 18:00 h, un hecho que es totalmente novedoso e histórico para la villa de Salobreña.






