EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA

✍Antonio Gómez Romera

Domingo, 5 de octubre de 2025

EN EL DXLIII ANIVERSARIO DE LA INSTAURACIÓN DEL CALENDARIO GREGORIANO

Busto de Julio César – divulgador y promulgador del Calendario Juliano.

Hoy domingo, 5 de octubre, festividad de San Froilán de León (833 – 904), patrón de la provincia de Lugo y de la diócesis de León, en la cuadragésima semana de 2025, se cumplen 543 años (1582) de la entrada en vigor del Calendario promulgado por el Papa Gregorio XIII (1502 – 1585) para corregir el desfase del Calendario Juliano. Su instauración hará que la noche del 4 al 5 de octubre de 1582 dure 10 días y que amanezca como el día 15 de octubre de 1582.

Retrato de Gregorio XIII – óleo de Passarotti.

Antecedentes

Durante la Roma de la República se sigue un calendario pobre en cuanto a exactitud astronómica, que otorga al año 355 días, distribuidos en 12 meses de duración desigual. Conscientes del desfase que esto supone respecto al año solar, tiempo que transcurre entre dos pasos sucesivos del Sol por el primer punto de Aries, los pontífices romanos añaden de vez en cuando y sin ninguna regularidad un mes extra, al que llaman intercalar y que suele situarse después de febrero, el final del año en época romana. Sin embargo, este añadido no sigue unas directrices matemáticas y, a menudo, es usado por los dirigentes en su propio beneficio. El resultado es que en la época de Julio César (100 a.C. – 44 a. C.), el desfase respecto al año astronómico empiece a ser preocupante.

El Calendario Juliano es instaurado por Julio César en el año 46 a. C. y es, básicamente, el Calendario Egipcio, el primer calendario solar conocido que establece la duración del año en 365,25 días. Desde el siglo IV se sabe que el Calendario Juliano no es del todo exacto y, a pesar de ello, no se toman medidas para su corrección. La razón es que el calendario importante en la Europa cristiana no es el civil sino el litúrgico y durante siglos no afecta a las fechas señaladas. Solo empieza a ser visto como un problema cuando el error acumulado afecta a la fecha de la Pascua.

Bula «Inter Gravissimas», promulgada por Gregorio XIII en febrero de 1582.

El Cristianismo establece que la Pascua cristiana debe celebrarse en primavera, y el domingo de Resurrección debe coincidir invariablemente con el primer plenilunio después del equinoccio, esto es, después del 21 de marzo. En este caso, el calendario litúrgico recoge el testigo judío y se basa en los movimientos de la luna en lugar de los del sol. En el siglo XIII, los astrónomos del rey Alfonso X el Sabio de Castilla (1221 – 1284) recogen, en las llamadas “Tablas Alfonsíes”, un cómputo casi exacto del desfase, que fijaron en 10 minutos y 44 segundos por año y, el filósofo escolástico franciscano Robert Grosseteste (1175 – 1253), obispo de Lincoln, propone cambiar el día de inicio de la Pascua cristiana del 21 al 15 de marzo. En realidad, este cambio supone, más que una modificación del Calendario Juliano, una “adaptación” de la Pascua al desfase temporal.

Calendario Gregoriano – Grabado.

El Calendario Gregoriano

El papa Gregorio XIII decide crear una “Comisión del Calendario” formada por un grupo de astrónomos y matemáticos que es dirigida por el astrónomo jesuita Christopher Clavius (1538 – 1612), para implantar las correcciones necesarias en base a los estudios astronómicos disponibles. La citada comisión hace construir en el Vaticano una torre rectangular de 73 metros de altura en la que realizar las pruebas y mediciones definitivas. Esa torre, situada muy cerca de la capilla Sixtina y ubicada en el extremo de poniente del llamado Braccio Nuevo o Museo Chiaramonti, entre los dos patios de la Piña y del Belvedere, se llama la Torre Gregoriana o Torre de los Vientos, y es la segunda más alta del conjunto monumental de la Ciudad del Vaticano, tras la Basílica de San Pedro.

El Calendario Gregoriano, norma de control del tiempo civil y religioso de toda la cristiandad, es adoptado inmediatamente por los Estados católicos europeos: los territorios gobernados por el rey Felipe II, auténtico impulsor de éste calendario nacido en la Universidad de Salamanca, por lo que es en España y sus posesiones, los principados italianos y Portugal, donde primeramente se implanta. Un poco más tarde lo hacen Francia, Polonia y los principados católicos del Sacro Imperio Romano Germánico. A lo largo de los siguientes siglos va siendo aceptado por el resto de los países occidentales y, en el siglo XX, por todos los países del mundo.

Calendario lunar medieval de horóscopos y ocupaciones agrarias.

En el año 2012 se publica el libro “Salamanca y la medida del tiempo”, de Ana María Carabias Torres, Doctora en Historia y Filosofía y profesora titular de Historia Moderna de la Universidad de Salamanca, donde se demuestra que quienes realmente fijaron las bases del Calendario Gregoriano fueron profesores del estudio salmantino y no el médico, filósofo, astrónomo y cronologista Luigi Lilio (1510 – 1576), como se creía hasta la fecha. Según Ana María, “se buscó una época en que hubiera pocas celebraciones religiosas especiales. En octubre el calendario eclesiástico tenía menos fiestas y eran más fácil suprimirlas (…) Esa reforma de 1582 fue indiscutiblemente el inicio de la globalización mundial, al imponer una fecha y hora al mundo”. Lilio fallece en 1576 sin ver nacer el nuevo Calendario, que es finalmente aprobado en septiembre de 1580. Sin embargo, su aplicación se retrasa. El Papa Gregorio XIII promulga, el 24 de febrero de 1582, la bula “Inter Gravissimas” que establece el Calendario Gregoriano y dispone que, tras el jueves, 4 de octubre de 1582, seguirá el viernes, 15 de octubre de 1582. Con la eliminación de estos 10 días desaparece el desfase con el año solar, y para que no vuelva a producirse se eliminan en el nuevo calendario 3 años bisiestos cada 4 siglos. Al no implantarse el Calendario Gregoriano en todo el Mundo a la vez, se produce una cierta confusión en la armonización de fechas y en el datado de eventos entre los siglos XVI y XX. Al coexistir durante bastante tiempo el Calendario Juliano y el Calendario Gregoriano y para evitar errores de interpretación, en el ámbito anglosajón se distinguen explícitamente los dos sistemas de datación añadiendo a las fechas las siglas OS y NS, denominados Old Style (OS; Viejo estilo para las fechas del Calendario Juliano) y New Style (NS; Nuevo Estilo para las fechas del Calendario Gregoriano).

Imagen dibujada del Calendario Gregoriano.

Colofón

Para poder ajustar el Calendario con las Estaciones, Julio César tuvo que decretar que el año 46 a. C. tuviera 90 días más. El Calendario Juliano estuvo vigente en Europa desde el año 46 a. C. hasta la reforma del papa Gregorio XIII en 1582. Fueron 1628 años de vigencia. Nuestro planeta tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos en dar la vuelta al Sol. En el Calendario Gregoriano ese excedente de 5 horas se regula añadiendo 1 día completo, el 29 de febrero, cada 4 años. Consta de 4 meses con 30 días (abril, junio, septiembre y noviembre), 7 con 31 (enero, marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre) y uno con 28 (febrero). Pero el Calendario Gregoriano también tiene su margen de error con el año astronómico de 26 segundos, lo que provoca que haya un día menos cada 3323 años. En cuanto a los documentos oficiales, se decide que todas las fechas anteriores a la reforma se mantengan según el calendario en vigor en ese momento, por la evidente imposibilidad de cambiarlas.

Sello Postal España 2007 – 425 Aniversario del Calendario Gregoriano.

Existe también una curiosidad histórica: el jueves, 4 de octubre de 1582, fallece en Alba de Tormes (Ávila), a los 67 años de edad (Gotarrendura, Ávila, 1515) Santa Teresa de Jesús y, oficialmente, es enterrada al día siguiente, el viernes, 15 de octubre, en el albense Convento de la Anunciación, en el muro que separa la Capilla del Coro. Hoy en día, el Calendario Gregoriano, sigue siendo nuestra referencia internacional para el cómputo del tiempo. A juicio de Luis Alberto Zapata González, director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “casi todo el mundo utiliza el gregoriano, sólo hay algunos países en Asia, como India, Japón, Taiwán, y uno en África, Etiopía, que usan otro. Entonces si ustedes osan decir: ‘quiero cambiar el calendario actual, me temo que será algo complejo”.

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