✍Antonio Gómez Romera
Domingo, 31 de agosto de 2025
EN EL LXII ANIVERSARIO DEL «TELÉFONO ROJO», SÍMBOLO MATERIAL DE LA GUERRA FRIA EN LOS AÑOS SESENTA
Hay un objeto, el “Teléfono Rojo”, “Símbolo material de la Guerra Fría”, que está presente en el imaginario popular mundial de los inicios de la década de 1960, aunque en realidad se trata de un teletipo directo entre Moscú (URSS) y Washington (EEUU).

A MODO DE PRÓLOGO
Cuando John F. Kennedy (1917 – 1963), 35º presidente de los Estados Unidos, lleva un año en la Casa Blanca, tiene un libro sobre su mesita de noche: “The Guns of August (Los Cañones de Agosto)”, publicado por MacMillan en la última semana de enero de 1962. Es la tercera novela de la historiadora y periodista Bárbara W. Tuchman (1912 – 1989), en la que desgrana los treinta y un días previos al estallido de la Primera Guerra Mundial en el verano de 1914, y que “presenta el panorama dramático, multicolor, cargado de tensiones psicológicas, abrumador por su incertidumbre, desconcertante por su rapidez y que cambió la faz del mundo”. El presidente entregó un ejemplar del libro a cada uno de sus principales colaboradores.

ANTECEDENTES
Domingo, 14 de octubre de 1962, el mayor Richard Stephen Heyser (1927 – 2008), piloto del avión espía (Lockheed U-2) de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, toma 928 fotografías aéreas que confirman la existencia de plataformas de lanzamiento de misiles soviéticos que, en secreto, están siendo instaladas en territorio cubano, a 145 kilómetros al sur de Cayo Hueso, Florida. Este hecho inicia la “Crisis de los Misiles en Cuba”. Trece días de incertidumbre y temor, con los ánimos alterados en ambas potencias nucleares e, incluso, un muerto, el mayor Rudolf Anderson (1927 – 1962), pues su avión de reconocimiento (U-2F) fue derribado por un misil tierra aire soviético.
En la noche del lunes, 22 de octubre, John F. Kennedy se dirige a través de las pantallas de televisión y las ondas de radio al país: «Buenas noches, mis conciudadanos. Fiel a su promesa, el gobierno ha continuado vigilando muy de cerca los preparativos militares soviéticos en Cuba. En el curso de la última semana hemos obtenido pruebas incontestables de la construcción de numerosas bases de cohetes en esta isla oprimida. Estos sitios de lanzamiento solo pueden tener un objetivo: la constitución de un poder nuclear dirigido contra el hemisferio occidental…Varias de estas bases están dotadas de misiles balísticos de alcance intermedio, capaces de transportar una cabeza atómica a unos 2.000 km. Esto significa que cada uno de estos cohetes puede alcanzar Washington, el canal de Panamá, cabo Cañaveral, México o cualquier ciudad situada en el S.E de EE.UU…Para impedir la puesta en marcha de un dispositivo ofensivo, una estricta cuarentena será aplicada a todo equipamiento militar ofensivo destinado a Cuba, sea cual sea su pabellón o procedencia, serán interceptados y obligados a darse la vuelta… Cualquier misil lanzado desde Cuba contra cualquier nación en el hemisferio occidental será considerado como un ataque de la Unión Soviética contra Estados Unidos, requiriendo una respuesta completa contra la Unión Soviética».

El miedo se adueña de la población estadounidense, que vacía los supermercados y las gasolineras y se apresura a resistir en casa el estallido de la guerra. Durante las 12 horas que tarda en llegar el mensaje de 3.000 palabras que Nikita Kruschev (1894 – 1971), Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Premier de la Unión Soviética, envía para establecer un acuerdo inicial y rebajar la tensión, se podría haber desatado la tragedia. En opinión de numerosos expertos, ese fue el momento que más cerca estuvimos de que estallara la Tercera Guerra Mundial.
Décadas después, información desclasificada revela que el sábado, 27 de octubre, horas después de que Anderson fuera derribado, Vasili Alexandrovich Arkhipov (1926 – 1998), segundo al mando del submarino B-59, de clase Foxtrot, convence al capitán Valentín Grigórievich Savitsky de no disparar un torpedo nuclear T-5 contra naves estadounidenses que lo habían rodeado. Evita así lo que bien podría haberse convertido en una guerra nuclear a gran escala. El conflicto se cierra oficialmente al día siguiente con el acuerdo entre John F. Kennedy y Nikita Kruschev, y de las negociaciones en los meses posteriores surgen diferentes documentos, como el que es firmado en 20 junio 1963 en la sede de las Naciones Unidas: “Memorándum de Entendimiento para el Establecimiento de una Línea Directa de Comunicaciones”… Es el Teléfono Rojo.

SOBRE EL TELÉFONO ROJO
Hoy, domingo, 31 de agosto, festividad de San Ramón Nonato (1204 – 1240), patrón de las embarazadas, en la trigésimo quinta semana de 2025, se cumplen 62 años (sábado, 1963), del envío, a través del “Teléfono Rojo” y a modo de prueba, del primer mensaje desde Washington a Moscú, cuyo texto, escrito en inglés, con todas las letras en mayúsculas dice: «The quick brown fox jumps over the lazy dog 1234567890» , es decir “el veloz zorro pardo salta sobre el perro holgazán 1234567890”. Se trata de un pangrama inglés muy popular entre linotipistas y tipógrafos para comprobar todos los caracteres disponibles de una fuente y que el lunes, 9 de febrero de 1885, el periódico ‘The Boston Journal’, pone como ejemplo de buena práctica para los estudiantes de mecanografía. La línea es oficiosamente bautizada con el nombre de “Moscow – Washington hotline”, Línea directa Moscú – Washington o “Washington – Moscow Direct Communications Link”, o sea, “Enlace directo de comunicaciones Washington – Moscú”.
La ruta original del circuito de telégrafo (teletipo) une a Washington, Londres, Copenhague, Estocolmo, Helsinki y Moscú, utilizando en su tramo inicial al TAT-1, el primer cable telefónico transatlántico submarino respaldado por una conexión de radio secundaria entre Washington, Tánger y Moscú. Queda instalada el jueves, 20 de junio de 1963. Físicamente, el teletipo ubicado en Moscú se encuentra en el Kremlin, mientras que el de Washington no está en la Casa Blanca, sino en El Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, ubicado en el condado de Arlington (Virginia) cerca de Washington D. C. El sistema usa ETCRRM (Electronic Teleprinter Cryptographic Regenerative Repeater Mixer), máquina de cifrado de cinta de un solo uso en línea.
La imagen del “Teléfono Rojo” ha quedado en el imaginario popular por diversos motivos. Primeramente, su llamativo color se le da principalmente por el carácter de urgencia de la situación, y no porque se asocie al comunismo. Asimismo, en la Biblioteca y Museo Presidencial Jimmy Carter de Atlanta (Georgia), se exhibe un teléfono de este color a modo de representación. Y, finalmente, la película de Stanley Kubrick (1928 – 1999) titulada “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb” (1964) se tradujo al español como “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú”, y se basa libremente en la novela “Alerta roja”, de Peter George (1924 – 1966). Según John Patterson, crítico de ‘The Guardian’, es “una obra maestra de la comedia que es también profundamente seria y perceptiva sobre las locuras militares de aquella época”, en la que el genial actorbritánico Peter Sellers (1925 – 1980) interpreta a tres personajes: al capitánLionel Mandrake, al presidente Merkin Muffley y al Dr. Strangelove. El actornorteamericano George C. Scott (1927 – 1999), interpreta al general BuckTurgidson, y al general Jack D. Ripper lo representa el actor Sterling Hayden (1916- 1986).

La primera actualización del “Teléfono Rojo” se acuerda el 30 de septiembre de 1971, ya con Richard Nixon (1913 – 1994) en la presidencia de Estados Unidos y Leonid Brézhnev (1906 – 1982) como líder soviético cuando se agregan dos canales de comunicación por satélite. La conexión cableada es reasignada a un rol secundario, y se elimina la conexión de radio con vínculo en Tánger. El proceso de actualización toma casi siete años. A partir de mayo de 1983, y hasta los años finales de la Guerra Fría, se utiliza la tecnología del fax, vital en los años en los que el líder soviético Mikhail Gorbachov (1931 – 2022) lanza su “perestroika” y su “glasnost”, es decir la reestructuración de la economía y transparencia, el primero de los pasos que llevan a la caída del comunismo en 1991.

Colofón
El dispositivo que buscaba garantizar una comunicación segura e inmediata entre Kennedy y Khruschev, y que marcó un hito en la historia de las comunicaciones diplomáticas durante la Guerra Fría, es hoy una pieza de museo.
Los sucesos conocidos en los que se utilizó la vía del “Teléfono Rojo” son:
-1963: El asesinato del presidente John F. Kennedy.
-1967: La Guerra de los Seis Días que enfrentó a Israel, Egipto, Jordania y Siria. Con aquella comunicación, el Kremlin quiso aclarar a los estadounidenses, lo más rápido posible, los movimientos de sus flotas en el Mediterráneo con el único objetivo de que no se malinterpretaran como hostiles y provocara un mal mayor.
– 1971: La Guerra entre India y Pakistán.
– 1973: La Guerra de Yom Kipur.
– 1974: La intervención de Turquía en Chipre.
– 1979: La invasión rusa en Afganistán.
– 1981: La amenaza de invasión rusa a Polonia.
– 1982: La invasión de Israel al Líbano.
– 1991: La Guerra del Golfo.
– 2001: Los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
– 2003: La Guerra de Irak.
– 2016: Obama advirtió a Rusia de no interferir en las elecciones presidenciales del país, luego de la filtración de correos de Hillary Clinton que realizaron hackers rusos.
– 2022: Invasión rusa a Ucrania, precisamente la toma de la planta nuclear de Zaporiyia.

Los tiempos de la Guerra Fría quedaron atrás. Sin embargo, hoy, décadas después, las reminiscencias de un pasado dividido en dos bloques antagónicos y el fantasma de la temida guerra nuclear vuelven a estar presentes después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.





