Domingo A. López Fernández
Cronista Oficial de la ciudad de Motril
Fotografías: EL FARO
La procesión del Corpus Christi cumple con una tradición de cinco siglos de historia
En la mañana del domingo, Motril ha vuelto a cumplir con la tradición de celebrar en sus calles la veneración pública a Jesús Sacramentado, el cuerpo y la sangre de Cristo presente en la sagrada forma que es procesionada en la custodia como sol radiante que trae la luz del mundo. La celebración del Corpus Christi es, con mucho, una de las manifestaciones religiosas de más raigambre en la ciudad, pues remonta sus inicios al siglo XVI. Su exaltación aparece ya recogida en los libros de actas del corregimiento de la antigua villa motrileña, en cuyas sesiones se reseñan las características de aquellas peculiares manifestaciones de fe en la que intervenían danzantes, carros, música, bailes y la representación de autos sacramentales. Precisamente, el común se hacía cargo de los gastos, todo con idea de mostrar públicamente el valor de la fe y la victoria del cristianismo sobre el infiel. Este tipo de escenificaciones que conciliaban actuaciones religiosas con las propiamente populares quedaron institucionalizadas en el Motril moderno de la misma forma que lo fueron en el resto de pueblos, villas y lugares de la España peninsular. Al menos, documentalmente, constan probadas en los siglos XVI, XVII y gran parte del XVIII, pues sabido es que Carlos III, por Real Orden de 10 de julio de 1780, dispuso que en las iglesias de los reinos hispanos se prohibieran las danzas y gigantones que venían a desvirtuar el sentimiento cristiano y el propio culto a Jesús Sacramentado. De todas maneras, en el siglo XIX, Motril recuperará la grandeza de la procesión del Corpus Christi con grandes fiestas y la solemnidad que deviene de la presencia de las autoridades civiles y militares en los actos programados y la propia de los naturales del lugar, que se revestían con sus mejores galas.
Para este año de 2025, la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación ha programado los actos en honor a Jesús Sacramentado con una solemne función de iglesia en la que han participado el resto de las parroquias de la ciudad. La santa misa ha tenido lugar a las 11:00 hrs de la mañana, momento en el que el recinto eclesial se encontraba totalmente abarrotado de fieles, estando presente una delegación del equipo de gobierno municipal junto a las cofradías y hermandades de la ciudad, asociaciones e instituciones religiosas y los niños y niñas que este año han realizado su primera comunión. La eucaristía ha sido concelebrada, quedando presidida por el párroco de la iglesia Mayor, D. José Albaladejo Hernández, asistido por el vicario territorial, D. Alberto Sedano Rodríguez, el párroco de Nuestra Señora de la Cabeza y San Antonio, D. Hermes Moreno Arias, los padres agustinos D. Fortunato Pablo Urcey, obispo emérito de Chota (Perú), junto a D. Bonifacio Díez Pérez, capellán de las RR. MM. Nazarenas, así como el sacerdote motrileño D. José Herrera. Tras la comunión general y, con la solemnidad del momento, la cruz parroquial y los ciriales han avanzado por la nave central junto al párroco, que ha sido seguido por el palio de respeto para acceder al antiguo coro donde se encontraba dispuesto el trono a Jesús Sacramentado. En ese momento, D. José Albaladejo, ha procedido a colocar la sagrada forma en el viril del ostensorio para su adoración por los fieles durante la procesión.
Finalizada la santa misa, se ha procedido a organizar la procesión de alabanza a Jesús Sacramentado en el interior de la iglesia, ceremonial que se ha iniciado por la puerta lateral del crucero a las 12:30 hrs del mediodía. Un sol de justicia ha hecho esperar a los fieles en la calle, momentos en los que se contabilizaban 33º al sol, una inclemencia meteorológica que ha provocado que los fieles busquen su resguardo a la sombra y que ha impedido que la presencia de motrileños sea aun mayor.
El cortejo de alabanza a Jesús Sacramentado ha iniciado su marcha con la cruz parroquial escoltada por dos ciriales, a la que han seguido las representaciones de las asociaciones religiosas y cofradías de la ciudad. Así, ha abierto su cabeza la Asociación de Santa Rita de Casia y la cofradía del Santísimo Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Paz, corporación ésta última que durante años ha permanecido sin actividad y que este año recobra su dinamismo para poder incorporarse a los desfiles procesionales de la semana santa del año de 2026. Tras ellas han marchado las representaciones de la cofradía de la Oración de Nuestro Señor de la Humildad en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Victoria, hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor, la de Nuestro Padre Jesús de Pasión y María Santísima de la Amargura, Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia, cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, hermandad de Nuestro Padre Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén y Nuestra Señora del Rosario, Real Hermandad de la Vera Cruz, cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santísimo Cristo Yacente y la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza. Seguidamente, ha ocupado su posición la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa, juntamente con la Real Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, hermandad sacramental de la Santa Cena y María Santísima del Amor, Real Hermandad sacramental de Nuestra Señora de la Cabeza Coronada y la hermandad del Santísimo Sacramento y cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores. Finalizado el tramo corporativo se han dispuesto dos filas de hermanos de luz, a los que ha seguido la amplia representación de los niños y niñas que este año han tomado su primera comunión. Seguidamente, ha marchado el cuerpo de acólitos e incensarios, a los que ha seguido la sección de la Adoración Nocturna motrileña con su bandera representativa que remarca su año fundacional, el de 1912, y que lo hace en este lugar tan cercano al trono por constar entre sus fines velar y adorar al Santísimo Sacramento y promover el culto a la sagrada eucaristía.
Las andas sobre las que se alza la sagrada custodia hacen inmediatamente su aparición, mostrando este año la novedad de aparecer ensalzadas con los cuatro faroles de trono de la cofradía del Santo Sepulcro. Sobre la alta peana ubicada en su centro se alza la sagrada custodia que está realizada en plata sobredorada. Su hechura, de estilo barroco, es atribuida por el profesor Capel Margarito a los reputados talleres de orfebrería cordobesa y data la misma en el primer tercio del siglo XVIII. Esta bella joya de arte religioso tiene una altura total de 1,13 cm y consta de un viril que exhibe un conjunto de rayos de sol, concretamente 14 en forma recta y 10 flameados.
Tras el trono de Jesús Sacramentado marcha la representación eclesiástica que ostenta el párroco, D. José Albaladejo, el vicario territorial, D. Alberto Sedano, el obispo agustino Padre Fortunato Pablo Urcey y el también agustino Padre Antonio Martín Blanco, a los que ha seguido el palio de respeto que ha de resguardar al sacerdote que en determinados actos porta en sus manos la sagrada forma. Finalmente, cierra el cortejo la Asociación Musical Mlb de Itrabo, que ha amenizado el paso de los hermanos portadores con la interpretación de conocidas marchas procesionales de corte triunfal y glorioso, tal y como corresponde a la celebración de un acto de alabanza al santísimo sacramento. Concretamente, tras el himno de España, la asociación musical ha interpretado magistralmente la marcha “Espíritu Santo”, para continuar con otras de igual sintonía como pueden ser “Nuestra Aurora”, “Virgen del Darro” o “El día del Señor”, con la que se ha producido su clausura en la iglesia.
En su marcha, la representación municipal ha esperado a las puertas del ayuntamiento para incorporarse al cortejo. La alcaldesa, Luisa Mª García Chamorro, lo ha hecho junto a la representación eclesiástica, mientras que el resto de miembros de su corporación lo han hecho tras el palio de respeto.
Fiel a la tradición, este año se han levantado dos altares para ennoblecer el paso de la sagrada custodia. El primero de ellos se ha ubicado junto al pórtico de la iglesia de la Victoria y ha sido articulado por la cofradía del Cristo de la Humildad en el Huerto de los Olivos. En su composición artística destacan la variedad de motivos eucarísticos como el sagrario con su puerta abierta, el pan, el trigo, la vid, diversos frutos y otros elementos de similares características. Por lo que respecta al aspecto artístico, está presidido por la imagen de la Inmaculada Concepción que recibe culto en la sacristía de la iglesia, figurando en un plano inferior la imagen del Niño Jesús y, en su lateral derecho, la de Santa Rita de Casia. El otro altar se ha erigido en la calle Cardenal Belluga y ha sido levantado por Manuel Sánchez García, adorador nocturno, y su mujer, Lourdes Alabarce, quienes desde las seis de la madrugada se han afanado en darle la bella composición eucarística que deja ver. Concretamente, destaca en su centro el sagrario que ha cedido la iglesia de Capuchinos que aparece orlado de los elementos eucarísticos del pan, la vid, el trigo y representaciones pictóricas, entre ellas la de la Anunciación de María, figurando, asimismo la imagen de un Niño Jesús.
La procesión del Corpus ha procedido a su encierro a las 14:00 hrs del mediodía, momento en el que todas las cofradías presentes con sus estandartes al frente han hecho un pasillo de honor a la sagrada custodia para, a continuación, ubicar el trono de Jesús Sacramentado junto al antiguo coro. De seguida, D. José Albaladejo ha accedido hasta el viril para extraer la sagrada hostia y trasladarla hasta el altar, donde se ha verificado el rito de la “elevación” de la forma para mostrarla con lentos movimientos a los fieles y hacer la invitación para su adoración. De seguida ha sido colocada en el sagrario, dándose por concluida esta sentida manifestación de fe que todos los años ennoblece y gratifica la presencia de Jesús Sacramentado por las calles de Motril.