LAS ANGUSTIAS ACOGE A LA VIRGEN DE LA CABEZA EN SU CUARTA VISITA PASTORAL

✍Domingo A. López Fernández

Cronista Oficial de la ciudad de Motril

📸Fotografía: EL FARO

Por segunda vez en la historia, la Patrona de Motril recibe culto en el templo enclavado al norte de la ciudad

Siguiendo el protocolo dispuesto por la hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza para conmemorar el XXV aniversario de la Coronación Canónica, en la tarde del sábado, 31 de mayo, ha tenido lugar la cuarta visita pastoral que ha procurado el traslado de la Patrona de Motril hasta la ermita de Nuestra Señora de las Angustias. Veinticinco años contemplan este hecho, que por segunda vez en la historia acontece para dejar constancia física de que nuestra Virgen Morena, la Patrona del lugar, acude hasta esta estancia sagrada para recibir culto público entre los  vecinos del lugar.

Desde el punto de vista de la religiosidad, la sagrada imagen no es ajena a ello, pues son dos advocaciones marianas que subliman a la Madre del Hijo de Dios en circunstancias que le sobrevienen a lo largo de su propia vida. La Virgen de la Cabeza representa aquí su papel de Reina y Madre que porta sentado en su brazo izquierdo al Niño Dios. En cambio, la Virgen de las Angustias, lo hace con su Hijo en el regazo tras haber sido descendido de la cruz. Dos devociones, pues que atesoran siglos de historia en la ciudad. Así es, desde luego, pues la Virgen de la Cabeza entronca sus orígenes en la antigua villa de Motril en el siglo XVI, mientras que la Virgen de las Angustias constituye la gran devoción mariana que se entroniza en la que ya es ciudad a mediados del siglo XVIII. En este siglo también se entroniza en la iglesia de Capuchinos la Divina Pastora de las Almas, con lo que simbólicamente se teje en la trama urbana motrileña un triángulo de espiritualidad que fija su vértice en el sur, en el santuario, en ese templo sagrado que erigen los motrileños a la Patrona por su devoción manifiesta. Los otros dos vértices, al este y al oeste, remarcan la religiosidad de los motrileños con dos advocaciones de nueva implantación dieciochesca que cobran en seguida una tremenda fuerza espiritual para los barrios que las acogen.  

Durante una semana, la Virgen de la Cabeza ha permanecido a los pies del presbiterio de la ermita de San Antonio de Padua para recibir las muestras de veneración de los vecinos del barrio. La imagen llegaba en la tarde del sábado, 24 de mayo, acompañada de multitud de fieles tras una solemne despedida que le fue ofrendada desde la iglesia de la Divina Pastora. El domingo 25, a las 11 de la mañana, el párroco, D. Hermes Moreno Arias, oficiaba su primera misa con la imagen de la Virgen presidiendo su altar bajo el espléndido dosel que le ha deparado la hermandad de la Santa Cena. Se han continuado las sagradas eucaristías el lunes y martes, verificándose en este último día una jornada de convivencia entre la juventud de la parroquia. El miércoles, 28 de mayo, en horario de mañana, se impartía la santa misa con los centros y asociaciones del barrio y, ya en el viernes, 30, la ermita acogió la visita de los centros escolares para  ofrendar a la Patrona de Motril sus muestras de devoción. Finalmente, el sábado, día de su traslado, se ofreció por el párroco la misa de despedida a las 18:30 hrs de la tarde, estando asistido por el seminarista motrileño D. David Fernández Sánchez. Allí, ante una inmensidad de fieles, les acompañaba el hermano mayor de la hermandad patronal, D. Miguel Ángel Gállego Fernández, junto al resto de su junta de gobierno, así como la propia de la hermandad de la Santa Cena y miembros representativos de la Asociación de San Antonio de Padua, además de fieles en general.

Fiel al horario establecido por la hermandad de la Virgen, el traslado tenía lugar a las 19:30 hrs de la tarde, momento en el que se dejaba sentir sobre el lugar un calor extremo que no fue óbice para que los fieles acudieran a la ermita para despedir a la Virgen Morena como se merece. Desde el interior del templo se organizó el cortejo de gloria figurando a su cabeza la cruz parroquial y dos ciriales, tras los cuales se fueron situando las cofradías invitadas por la hermandad patronal. Mientras, en el atrio, tomaban posición las filas de hermanos de luz que han sido bastante notorias por la gran cantidad de personas que las forman. El momento fue de gran emotividad, pues la Virgen era despedida con un sonoro repique de campanas.

Tras los ciriales, han ocupado sus respectivas posiciones las cofradías y hermandades de la ciudad, presidiendo su cabeza la Asociación de San Antonio de Padua que radica en la ermita. A ella han seguido la hermandad de la Santa Cena, la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, la de Jesús del Perdón, la de Nuestra Señora de las Angustias y la de Nuestra Señora de la Cabeza Coronada que ha cerrado la sección. Todas han estado presentes con sus guiones representativos y el acompañamiento de varas presidenciales.  Seguidamente, se ha posicionado una ante-presidencia que conforman D. Juan Omiste Chacón en calidad de contador y vocal de formación de la hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza, D. David Vázquez Padial como hermano mayor de la Hermandad de la Santa Cena, D. Antonio Manuel García Ruiz como hermano mayor de Nuestra Señora de las Angustias, D. José Molina Pérez como hermano mayor de la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, y D. Sergio Urrutia Sáez, hermano mayor de la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia. Seguidamente se ha dispuesto la presidencia oficial del cortejo que, en representación religiosa, ostenta el vicario territorial y párroco de Nuestra Señora de las Angustias, D. Alberto Sedano Rodríguez, junto al seminarista D. David Fernández Sánchez. Junto a ellos, en representación oficial, marcha el hermano mayor de la hermandad patronal, D. Miguel Ángel Gállego, y Dª Inmaculada Torres Alaminos, concejala de Participación Ciudadana. La presidencia ha dejado paso al cuerpo de acólitos ceroferarios y los propiamente turiferarios que anuncian la inmediatez del trono de Nuestra Señora de la Cabeza. Cierra finalmente el cortejo el cuarteto de capilla “GranaMusic”, que ha marcado el paso de los hermanos portadores con conocidas marchas procesionales. Concretamente, a las 19:45 hrs, sus integrantes dedicaban a la Virgen la marcha “Ave María” en su despedida, para, a continuación, salir a la calle con “Passio Granatensis” y continuar en la bajada de la cuesta con la marcha “Concha”. En verdad, hay que hacer destacar los extraordinarios sones que “GranaMusic” han brindado a público con tan solo cuatro instrumentos de viento.

Para el traslado, la Virgen se presenta ante los fieles con una nueva indumentaria en la que destaca el terno de la Marquesa de Squilache, que se compone de saya bordada en seda de color blanco que muestra en su frontal el anagrama del “Ave María” sobre el que ensalza una corona real para mostrar que la Virgen es reina del cielo. Se completa el mismo con el manto bordado en el mismo tejido que figura totalmente orlado de las típicas azucenas que recuerdan la llegada milagrosa de la Virgen a estas tierras. Además, la Virgen y el Niño Dios portan las dos coronas y el cetro que la identifica, preseas que fueron utilizadas el día de su coronación canónica. Y, entre otras joyas, luce la Patrona la medalla de oro de la ciudad y el broche carmelita que le ha ofrendado la hermandad de Nuestra Señora del Carmen del Varadero el día que era despedida de su parroquia, además de otros joyeles de su propio ajuar.

Marcha la Virgen sobre el antiguo trono de plata que fue estrenado en la ciudad en el año de 1961 y que está confeccionado en metal plateado y dorado siguiendo un completo programa decorativo en el que destacan las letanías de la Virgen, el escudo Real y el propio de la ciudad de Motril. El trono es portado en esta ocasión por veintidós hermanos que pertenecen a las corporaciones penitenciales presentes y va comandado en labores de capataces por Francisco José López Morales y Rafael Fernández Suárez, asistidos en labores auxiliares por Juan Manuel Espinosa Alaminos y Juan José Díaz Rodríguez.

El itinerario marcado por la junta de gobierno de la hermandad de la Virgen ha dispuesto que la procesión haga varias paradas significativas. La primera ha tenido lugar junto al hospital de Santa Ana. Allí, le esperaba una representación del equipo médico de guardia, momento en el que el párroco ha recordado que el centro hospitalario lleva el nombre de la madre de la Virgen y ha pedido por todas las madres, enfermos y personal sanitario, recabando una pronta mejora de la salud de todas las personas ingresadas. La siguiente estación ha sido en la Residencia Costa Nevada, momento que se ha verificado a las 20:40 hrs de la tarde, estando precedida del sonido de las marchas “El día del Señor” y “Macarena”. Allí, con el trono encarado a sus puertas y los residentes dispuestos a su entrada, el párroco ha dedicado unas sentidas palabras y entonado una oración. Tras la reanudación de la marcha, el cuarteto de “GranaMusic” ha abandonado el cortejo para ser sustituido por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de las Angustias, que, a partir de entonces, ha amenizado la marcha del paso procesional. Finalmente, siguiendo el itinerario marcado, la última parada ha sido en la Residencia Nueva Vida, donde los internos han esperado su llegada a las puertas. En ese momento el vicario territorial ha recordado que se celebra en este día la Visitación de Nuestra Señora, y con tal motivo llegó a decir que la Virgen viene a visitar a “a cada uno de vosotros”. La breve parada ha sido concluida con una sentida oración a la que han seguido vivas a la Virgen.

A las 21:30 hrs el cortejo procesional ha llegado a la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, en cuyo atrio las hermandades y cofradías presentes han constituido un pasillo de honor con sus guiones al frente. En ese momento ha sonado una traca de cohetes en acción de gracias por su llegada, a la vez que las campanas no dejaban de tañer en el lugar. Finalmente, con una ermita totalmente repleta de fieles, la Virgen ha sido colocada junto al presbiterio, momento en el que los fieles no han parado de plasmar el momento en sus fotografías, ya que constituye todo un momento histórico, pues por segunda vez la Patrona de Motril visita esta estancia sagrada del norte de la ciudad.

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