✍Domingo A. López Fernández
📸Fotografías: Mary Sánchez Espín
EL CRISTO DE LA HUMILLACION INAUGURA LOS DESFILES DE SEMANA SANTA EN LA VILLA

Este año de 2025, Salobreña espera con impaciencia la llegada de los desfiles procesionales por sus calles. Hermanos, cofrades, vecinos y los visitantes que todos los años acuden por estas fechas a pasar unos días de descanso en las playas recuerdan con tristeza que el miércoles santo de 2024 la cofradía del Santísimo Cristo de la Humillación se vio obligada a suspender su estación de penitencia por causa de la lluvia. El pesar se acrecienta, igualmente, con el hecho de que la cofradía del Cristo de la Humildad no ha podido salir a la calle por la suspensión que ha decretado el arzobispado granadino ante los problemas que rigen en la que ha sido su junta de gobierno. Por una causa y otra, hay ganas, enormes ganas, de ver las sagradas imágenes en procesión de penitencia por sus calles y, la de hoy, miércoles santo, es la única que tiene su recorrido por la parte baja del pueblo, unicidad que le confiere una especial condición para que el pueblo se concentre en las inmediaciones de la iglesia de San Juan Bautista y acompañen a su titular, el Santísimo Cristo de la Humillación, en todo su recorrido. Lo va a hacer por vías de trazado plano y en la parte baja del pueblo, lo que facilita el movimiento de personas, sobre todo las de mayor edad, que no van a tener problemas de movilidad.

Fiel a su horario, la cofradía del Santísimo Cristo de la Humillación ha dispuesto su salida penitencial para las 21:00 hrs, jornada en la que ya rige el horario de verano y va a procurar que el cortejo goce todavía de la luz del día en su inicio. Desde una hora antes se encuentra ya en el templo el cuerpo de hermanos portadores al completo, al que este año se han añadido cuatro hermanas, lo que hace que sean finalmente cinco mujeres las que porten sobre sus hombros al Santísimo Cristo de la Humillación. Y, con la misma disposición, lo hacen el resto de hermanos que componen el cortejo, tanto nazarenos en hábito penitencial como las mujeres de mantilla, que guardan oportuno silencio en el interior del templo. Igualmente lo hace el hermano mayor de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Ángel Rufino, que departe breves minutos con Antonio Espín, hermano mayor de la cofradía, deseándose mutuamente una buena estación de penitencia. Asimismo, ambos han ratificado con sus firmas las salidas en los respectivos libros corporativos.
Minutos antes de las 21:00 hrs, el párroco y consiliario de la cofradía, D. Jorge Nieto, ha entonado una oración que ha sido respondida por todos los hermanos, dando posteriormente la bendición al cortejo. Inmediatamente se ha producido la primera “levantá” de la noche, que ha sido dedicada a una hermana de la cofradía, Pastora Domínguez, que se encuentra en proceso de recuperación tras un trasplante de médula. En ese momento, Carmen, su sobrina, daba el toque de campana que llama a los costaleros a alzar el paso, acto que suscita la primera emoción de la tarde. La salida procesional se efectúa desde la iglesia de San Juan Bautista, sita en la calle García Lorca, que como ha quedado expresado, es la única cuyo itinerario transcurre por la parte baja del pueblo.

Puntualmente, ha comenzado a salir el cortejo sacro portando a su frente la cruz de guía que fue estrenada en el año de 2022 y que es obra de los reputados talleres de orfebrería de Cristóbal Martin de Málaga. Sigue a ella la tradicional “pavera” de niños que van tocados con habito penitencial confeccionado en terciopelo de color rojo. Tras ellos se disponen las dos filas de nazarenos que portan en sus manos cirios del mismo color y disponen en su centro el estandarte cofrade. Este emblema está confeccionado en terciopelo de color rojo y muestra en su centro la imagen de su Cristo titular que fue realizada en su día por el pintor veleño Manuel Hijano Conde. Flanquean al mismo los dos ciriales preceptivos encendidos para trasladar a los fieles que el Cristo de la Humillación se encuentra presente como luz del mundo. Tras las filas penitenciales se dispone ahora el cuerpo de madrinas y la representación oficial de las cofradías establecidas en la villa con sus báculos representativos, además de la propiamente municipal que ostenta Dª Maribel Ruiz Aguilar, concejala del área de cultura.

El cuerpo de acólitos turiferarios antecede ahora al trono para purificar con su olor el lugar por donde va a transcurrir la sagrada imagen titular. El Santísimo Cristo de la Humillación es obra del escultor Manuel Hernández León, que le muestra en el pasaje histórico en el que Poncio Pilato lo presenta al pueblo tras ser flagelado y coronado de espinas. Se exhibe con el torso desnudo y dejando ver las múltiples heridas que le han infringido tras su detención. Muestra camisa de color blanco y túnica de color rojo que ha sido confeccionada en terciopelo de Lyon y se encuentra caída hasta cadera. Su mirada es baja, con rostro sereno y compungido. Porta en sus manos atadas una cañilla que recuerda como los soldados romanos se mofaron. Así lo recoge, al menos, el evangelista San Mateo cuando relata que “armaron una corona con ramas de espinos y se la pusieron en la cabeza y le colocaron una caña de junco en la mano derecha como si fuera un cetro. Luego se arrodillaron burlonamente delante de él mientras se mofaban: ¡Viva el Rey de los judíos!” (Mt. 27-29). Como único estreno de este año el Cristo exhibe un bello broche que lleva inscrito el acrónimo JHS que representa las iniciales de “Jesús Hombre Salvador”, y que ha sido donado por un hermano.
Este año, la cofradía vuelve a procesionar a su titular sobre su paso original, que es obra del tallista sevillano Antonio Duran Galindo. Hace tiempo que su junta de gobierno tomó el acuerdo de remodelarlo y aligerar su peso para facilitar el porte de sus hermanos. Así pues, se ha podido sustituir la antigua estructura de hierro por otra de aluminio que es más ligera e, igualmente, se ha reducido a la mitad el espesor de los tableros que conforman la base del mismo. Para un mejor reparto del peso se ha estrechado el espacio de los hermanos portadores y se ha reducido igualmente el número de varales, que ha quedado en cuatro, así como su longitud. Este espectacular trono es de los llamados de estilo malagueño y constituye todo un portento de arte sacro, tal y como se puede ver en sus cuatro esquinas con el labrado de los cuatro evangelistas y los tetramorfos que le identifican. Las imágenes han sido realizadas por el escultor sevillano D. Manuel Hernández León, cuya obra se caracteriza por un pronunciado estilo neobarroco, tal y como lo muestra su enorme producción artística que se reparte primordialmente entre las provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga y Jaén. Este año dirige el paso el capataz José Berto Casares, asistido por Luis Miguel Aneas y Genero Espín en labores auxiliares.

El cortejo sacro ha cerrado su paso con la Banda de Música de Salobreña que dirige el maestro Jorge García Quirantes y que ha desplazado para la ocasión a sesenta y cinco músicos. A sus órdenes se han interpretado marchas de las llamadas de corte lento y sentido fúnebre. Precisamente, desde la iglesia, el trono ha salido a los sones de “Amarguras”, original de Manuel Font de Anta, petición que ha sido expresa del hermano mayor, Antonio Espín. Tras ella se ha podido seguir con “Concha”, de Víctor Manuel Ferrer, ésta a petición del capataz del trono. Han seguido, igualmente, “Ecce Homo”, compuesta hace cinco años por el maestro Aniceto Giner Arranz y dedicada expresamente al Santísimo Cristo de la Humillación. Igualmente se han dejado escuchar “Esperanza de Triana Coronada”, de José Albero Francés, o “La Saeta”, que sonó espectacularmente al paso por tribuna. Finalmente, por petición expresa del capataz del trono, se interpretó “Pescador de Hombres” a la hora de su encierro en la iglesia. Buen debut, pues de la Banda de Música en su plaza, desde donde se desplazarán mañana para acompañar a la Virgen de la Esperanza en Almuñécar y volver nuevamente el sábado santo a Salobreña para intervenir con el Sepulcro en la que es la procesión oficial de la villa.
La cofradía del Santísimo Cristo de la Humillación ha cumplido fielmente con su estación de penitencia tras pasar unos días convulsos que no presagiaban nada bueno en el plano climatológico. El tiempo, muy ventoso, ha incomodado un poco el normal desenvolvimiento del cortejo pero, al fin y al cabo, todo ha salido a la perfección y los hermanos de Humillación pueden decir a los cuatro vientos que a diferencia del año anterior, “hemos cumplido con nuestra estación de penitencia”.
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