EL TEATRO CALDERÓN ACOGE EL PREGÓN OFICIAL DE SEMANA SANTA

✍Domingo A. López Fernández

Cronista Oficial de la ciudad de Motril

📸Fotografías: Paulino Martínez Moré

Cronista Gráfico Oficial de la ciudad de Motril

Javier Salgado Díaz pone énfasis, sentimiento y pasión a un soberano discurso que engrandece nuestra Semana Mayor

Javier Salgado pregonando la Semana Santa de Motril.

En la mañana del domingo, 16 de marzo, el mundo cofrade de la ciudad de Motril ha asistido a la celebración del que ya cuenta como XLII pregón oficial de Semana Santa, acto central que todos los años tiene lugar en el Teatro Calderón de la Barca y que organiza la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la localidad. Es, desde luego, el primero que lleva a cabo la nueva junta de gobierno que desde el mes de octubre de 2024 preside el motrileño David Merino Padial. El reconocimiento oficial por parte de la ciudad y la propia conformidad y beneplácito de todas las corporaciones cofrades, además de la propia ciudadanía, hace que el acto goce de plena aceptación tal y como se ha demostrado en el recinto teatral, con un patio de butacas al completo y los palcos y el “gallinero” totalmente repletos de público. Éxito, pues de un acto que proclama la cercanía de nuestra fiesta mayor y que la encumbra en sus formas y maneras  como una de las mejores de la provincia. Este año de 2025 la persona designada por la Agrupación de Hermandades y Cofradías para cantar las excelencias de la Semana Santa motrileña ha sido D. Francisco Javier Salgado Díaz, persona muy conocida en los círculos cofrades de la ciudad por su actividad en el mundo del costal y la propia que le da el uso del martillo como capataz de paso en dos corporaciones penitenciales. Como pregonero es hombre ya curtido en este menester, pues en el año de 2023 tuvo el honor de pregonar en la iglesia de la Victoria a sus titulares, el Cristo de la Humildad y María Santísima de la Victoria, corporación penitencial de la que es hermano y en la que tuvo la dicha de portar bajo sus hombros a la Reina Madre del lunes santo.

Autoridades presentes en el Teatro Calderón de la Barca.

EL INICIO DEL ACTO

El pregón oficial de Semana Santa tenía fijada su hora de inicio para las 12:30 hrs de la mañana, momento en el que el Teatro Calderón ofrecía ya una imagen verdaderamente excepcional en cuanto a los escasos espacios libres de su aforo. Asimismo, en su decoración y ornato, con banderolas impresas con el escudo de la Agrupación en los palcos y llamativos centros de rosas de color blanco en el escenario. Y, sobre las bambalinas, el impresionante repostero que muestra bordado en su centro el escudo de la ciudad de Motril, la entidad patrocinadora.  Con un pequeño retraso sobre la hora anunciada, daba comienzo el mismo teniendo como maestro de ceremonia a José Santiago, director del programa radiofónico “A Golpe de llamador”, persona que asimismo forma parte de la actual junta de gobierno de la Agrupación Hermandades en calidad de vicepresidente y vocal de protocolo. El mismo daba paso a la intervención de la Asociación Musical Mi Bemol de Itrabo que dirige D. Manuel Fernández Martín, que desde el escenario había de interpretar tres conocidas marchas procesionales, concretamente “Amanecer”, “Espíritu Santo” y “Madrugada de Angustias”. Así pues, con una excepcional puesta en escena de todos los jóvenes componentes de la banda, se dejaron oír con fuerza, armonía y calidad interpretativa las tres sintonías marianas que despertaron el unánime aplauso del público presente.

Tras un breve receso, se abría el telón para dejar ver sobre el escenario a las autoridades presentes que acompañaban en el acto al pregonero, D. Francisco Javier Salgado Díaz. Concretamente, la alcaldesa de la ciudad, Dª Luisa María García Chamorro, el vicario territorial, D. Alberto Sedano Rodríguez, el consiliario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, D. José Albaladejo Hernández, el Presidente de dicha Agrupación, D. David Merino Padial y el Concejal de Fiestas y Eventos D. Gerardo Romano Ortega. De seguida,  pasaba al atril el presentador del pregonero, D. Juan Miguel Benavides Medina, conocido cofrade al que unen fuertes lazos de amistad con Javier Salgado y los propios que derivan de su colaboración, camaradería y asistencia en la dirección de los pasos que le tienen como protagonistas en la semana santa motrileña.

Autoridades civiles y religiosas junto al pregonero en el escenario del Calderón.

LA PRESENTACIÓN DEL PREGONERO

Juan Miguel Benavides presentaba al pregonero con unas sentidas palabras  dirigidas al protagonista del acto, al que como ha quedado indicado le une una gran amistad y compañerismo ante el llamador de un paso, refiriendo sobre su persona que “jamás se ha encerrado en un relato la totalidad de una vida consagrada a la fe pero hoy se nos ofrece el privilegio de visar la huella imborrable de una existencia que desde su cuna en un humilde barrio sevillano se ha forjado en la fusión de devoción y el sacrificio con el palpitar de la vida”. Recogía así la trayectoria del pregonero, nacido en la cuna semana santera de Sevilla y que iniciaba su caminar cofrade en la hermandad de Santa Genoveva, corporación que acoge a Nuestro Padre Jesús Cautivo en el abandono de sus Discípulos y Nuestra Señora de las Mercedes Coronada. Su pertenencia a la hermandad ha marcado desde pequeño su acentuado fervor pasionista que hoy en día lleva a gala en la ciudad de Motril. Su otra pasión, el mundo del fútbol, le llevó a abandonar la capital hispalense para recalar en nuestra ciudad, donde durante años defendió la portería del Motril CF. Aquí, en palabras de su presentador, echará raíces y contraerá matrimonio con una motrileña que se ha convertido en la madre de su hijo Javier, quien lleva igualmente en sus venas el sentir devocional por nuestra semana mayor.

Juan Miguel Benavides, presentador del pregonero de la S. Santa.

Su pasión por la semana santa y su arraigado sentimiento de fe le llevan a recalar en la cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos, donde se erige en capataz de la titular mariana, la Virgen de la Victoria, labor que desempeña durante dos años. Su esencia cofrade y el propio sentimiento costalero le lleva a integrarse en distintas cuadrillas para portar a costal a imágenes sagradas de gran devoción en la ciudad como pueden ser Jesús a lomos de la Borriquita, María Santísima de la Misericordia, el Señor del Gran Poder y el Cristo Yacente, así como la propia Virgen de la Victoria. Asimismo, extiende su labor costalera a la ciudad de Granada, donde se integra en la cuadrilla del Cristo de la Expiración de los Escolapios, en la hermandad de la Sagrada Lanzada, la cofradía de Resurrección y Triunfo y, en el barrio del Realejo, en la hermandad de la Santa Cena, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Merced y la cofradía del Silencio. Hoy, pasada toda esta larga trayectoria, sigue siendo costalero de la Virgen que tiene enamorado su corazón, Nuestra Señora de la Victoria. Su reputado buen hacer en la cuadrillas de tantos y tantos pasos procesionales le ha llevado a desempeñar el cargo de capataz en la  Real Hermandad de la Vera Cruz y en la del sábado santo, la de Nuestra Señora de la Soledad, donde ha asumido la dirección del martillo del paso del Cristo Yacente, equipo en el que sigue sus pasos su hijo Javier como asistente y sus tradicionales colaboradores. Con su también prolífica trayectoria empresarial, el presentador finalizaba sus palabras ofreciendo el atril al pregonero de este año de 2025, D. Javier Salgado Díaz.

EL PREGÓN OFICIAL

Francisco Javier Salgado Díaz iniciaba el preámbulo de su pregón con sentidas frases a la bien esperada semana santa motrileña de la que dijo “ya te siento, te huelo, creo que hasta puedo tocarte con los dedos…, llegas sin darnos cuenta. Y, hasta en el aire que respiro, créeme yo te noto…Ya llegas para decirnos que Dios está vivo, que ha resucitado… Esto ya está aquí, motrileños. Con la voz en alto y un nudo en la garganta, solo me queda deciros que ya está aquí nuestra Semana Santa”.

Con templanza, seriedad, perfecta apostura y voz firme, no exenta por momentos de su peculiar expresión sevillana, Francisco Javier Salgado aprovechaba sus primeros momentos para agradecer al pregonero sus palabras, cuya amistad es, en su fuero interno, “lo mejor que me ha pasado en el mundo cofrade”. Y continuaba con otra alusión, esta vez a otro amigo del alma con el que ejerce la dirección de los pasos procesionales, su hermano del alma, Miguel Caparrós Pavón.

Entrando de lleno en el contenido del pregón lo hacía con un interrogante, “¿Qué es la fe?, un pensamiento, una ciencia o simplemente una palabra que ni siquiera llegamos a comprender”. Su respuesta vino con una experiencia que tuvo por protagonista a un amigo ateo que siempre le decía que sacaba a pasear muñequitos de madera. Siempre con respeto, pero alejado del sentimiento religioso. Con el tiempo, un día, esa misma persona le pidió un favor, que mediara con el capataz de una cuadrilla del Cristo que un día vio pasar y al que ante una dolorosa enfermedad se encomendó. Hoy en día, dijo, sigue siendo costalero del Señor y la fe, cual hijo pródigo se ha hecho presente en su persona. Por eso refirió que la fe es un sentimiento de quien tiene la necesidad de creer. Y en ello, ponía su punto de atención en el grupo de jóvenes que decidieron un día que Motril había de procesionar al Cristo de la Fe y la sagrada Eucarística desde la ermita de San Antonio. Con devoción, la fe, ese sentimiento cristiano, se deja ver públicamente en la gente que se asoma desde el hospital de Santa Ana para ser testigos del amor de Dios.

Para el pregonero hay una larga espera en los días que llevan a nuestra semana santa en los que la inquietud y el nerviosismo se hace presente porque sabe que va a contemplar a Jesús de Pasión cargado con su cruz en la bajada del Cerro de la  Virgen, donde conscientemente quisiera ser su Cirineo en una de sus caídas. Más tarde lo hace con el Señor del Jueves Santo, el Nazareno, donde la nobleza se hace presente acompañado de su Madre, la Virgen de la Esperanza. Y, con ello, se afirma a sí mismo que “No es Jueves Santo, Señora, hasta que me planto frente a ti”.

Sus recuerdos de juventud le traen ahora imágenes de la Semana Santa sevillana y su particular devoción a la Reina de San Román mientras pasaba por la Campana, y al Cristo de los Gitanos. Como bien reconoce, “Soñaba con tu gente, que es la mía, y con ese andar pausado, mientras desprendes ese aroma de canela y clavo”. De esos recuerdos llega al presente, al barrio de Capuchinos, donde se entregó a la Virgen de la Soledad “cuando más sola estabas”. Sigue el pregonero en su relato con el transcurrir de la “Madrugá” en el paso del Cristo de la Buena Muerte, ya que “tú eres nuestro silencio más deseado”. De aquí al viernes, la imagen del Yacente en su sepulcro se encontrará con su Madre, la Virgen de los Dolores.

Intervención del consiliario de la Agrupación de HHCC, José Albaladejo.

Tras el consciente relato de los dos días principales de la semana santa, Francisco Javier Salgado trae hasta su mente la presencia del mundo del costal que ha podido desempeñar con pasión en la ciudad de Motril. Así llegó a decir que fuiste tú, “tierra de agua salada y campos dulces, tú, la Motril marinera, la que ha querido que aprendiera a vivir la primavera a tu manera. Tú has sabido  convalidar lo que traía de casa y hacerme un auténtico cofrade”.  El pregonero equipara ahora el ser costalero con las bondades y productos de esta tierra motrileña y con ello afirma que “el motrileño tiene la piel dura y curtida como la de un aguacate y la ternura y dulzura de un mango. Un costalero de Motril tiene ese primer trago amargo de la inexperiencia y la juventud, y el regusto dulzón de las mejores “chicotás” ya curtido con los años, como las del buen ron”. El sentimiento cristiano que sostiene el costal afirma que se refleja en multitud de escenas, ya sea en Puerta Granada con el palio de Misericordia, el paso del Gran Poder, el Silencio en la “Madrugá” o la grandeza de un Domingo de Ramos con Jesús en su entrada en Jerusalén. Y, con ello, defiende en su propio ser que “ser costalero en Motril es llevar la fe a las puertas donde más la necesitan. Es llenar las calles de esperanza y dar consuelo”. Culmina su sentir con una frase que le lleva al alma: “Aunque sea sevillano, yo te puedo decir que gozo de orgullo cuando, por ahí fuera, me dicen “el Javito de Motril”. Y por eso digo a los cuatro vientos, con pasión y con orgullo ¡que yo, Motril…, que yo también soy costalero tuyo”.

La felicidad del pregonero se plasma en un sentimiento espiritual que se inicia en el Domingo de Ramos con el Señor entrando en Jerusalén acompañado de cientos de hebreos. Y, a partir de ahí, se comienza a vivir un capítulo más de nuestra historia, porque en palabra del pregonero, “eres nuestra ilusión. Eres nuestro sueño. Eres el día que más deseamos. Eres nuestro bendito Domingo de Ramos”. El pregonero recorre ahora sus vivencias entregado a los titulares motrileños que ha portado sobre sus hombros. Por ello dijo que quiso saber que se siente ser costalero del señor de la Madrugá. Y, también, del Señor del Gran Poder, donde en “la estrechura del callejón se hace ancha al pasar tu galeón”.

Francisco Javier Salgado tiene ahora palabras para su Madre, la Virgen de la Victoria, a la que nunca separa de sus pensamientos. A Ella, en su fuero interno, dirigió su ser para trasladarle que había sido nombrado pregonero de la Semana Santa. Con pasión se dirigió a Ella para decirle que era la culpable de todo, porque “fuiste la primera y la que me enseñó a amar la semana santa”.

Javier Salgado en pleno pregón a la S. Santa de Motril.

Muy cercano a su Madre, María Santísima de la Victoria, se encuentra el Cristo de la Salud, al que pide y solicita que ponga su mano salvadora sobre todos nosotros y, asimismo, al Jesús Preso que radica en el Carmen pidiendo que no nos abandone en nuestro caminar. Y de aquí pasa a la familia de hermanos que componen la hermandad de la Vera Cruz, corporación que ha crecido desde la nada y que ha sabido sacar la casta en una nube de amor que ahora está dado sus frutos. Javier Salgado mostraba entonces su orgullo de pertenecer a esta hermandad desde sus primeros días. Como bien reconoció, “te miré a la cara, Señor de la Expiración, y algo sentí. Tanto que cada día le encuentro más explicación. Y es que esa mirada tuya tenía que ser mía cada viernes santo. Tenía que ser yo quien guiara tu peregrinar por las calles de nuestra ciudad. Tenía que ser yo, Señor mío, quien te mirara a la cara, una y otra vez,  pidiéndole por cada uno de los motrileños que no pueden hacerlo”. Por ello reconocía que tenía que ser él quien le encarara a la iglesia de la Encarnación y le mostrara al pueblo rodeado de amor, de la misma manera quien en su XXV aniversario lo había de elevar al cielo una y otra vez.

El reconocimiento personal a su cercano equipo de colaboradores y asistentes de paso no podía pasar desapercibido para el pregonero. Así tuvo palabas de aliento para Daniel Cruces Gómez, hermano mayor de Nuestra Señora de la Soledad, el primero que confió en su trabajo, sabiendo que su titular, el Cristo Yacente, se encontraba en buenas manos. También a José Molina, “Josete”, hermano mayor del Gran Poder, al que califica de hombre íntegro y de todo un caballero, “un amigo y hermano más que leal, siempre dispuesto; el que nunca falla”. Junto a él, Miguel Caparrós Pavón, persona fundamental en el equipo y sus cuadrillas. Y también a su presentador, Juan Miguel Benavides, que en plena juventud venía de dirigir el martillo de la imagen del Dulce Nombre de Jesús, “el que da sentido a todo y a todos”. Por último, a su hijo Javier, quien con su nobleza y humildad, en la sombra, asiste al capataz con sus palabras de aliento. Y con ellos, a todos los “incombustibles costaleros”, a los que se siente  humildemente agradecido. Como bien dice, todos, en silencio, han sabido dar ejemplo del oficio costalero, del compromiso y del saber hacer.

La última reflexión del pregón le tienen a él por protagonista al recordar como partió de Sevilla en dirección a Motril y como encontró el canasto dorado de la titular del lunes santo, su otro amor de primavera, bajo palio azul y plata, la Virgen de la Victoria, con su hijo orando al cielo y recién traicionado Y con ella su mujer, con la que contrajo matrimonio. En toda esa trayectoria cofrade ha seguido acentuando su fe en la ciudad que supo acogerle desde ese primer día grande, el Domingo de Ramos con la popular borriquita y la Virgen del Rosario. Y con ambas, la  Misericordia, el Señor del Gran Poder, la Expiración y el Yacente. Javier Salgado concluía su discurso con un alegato: “No sé si será el destino, casualidad o solo un sueño, pero os puedo asegurar que doy gracias a la vida por hacerme motrileño”. Con ello, el público presente daba inicio a un interminable aplauso en el que reconocía su entrega y devoción a los sagrados titulares de Motril, a su sentimiento cofrade, a un entregado costalero y a un rendido capataz de paso que encumbra a sus titulares a la voz de ¡arriba con él¡

Javier Salgado y el presidente de la Agrupación de HHCC se funden en un abrazo al término del pregón.

CLAUSURA DEL ACTO

Terminado el pregón, llegaban  gestos de agradecimiento por parte la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Motril. Primeramente, con el ofrecido a la Asociación Musical Mi Bemol de Itrabo, a la que el concejal de fiestas, Gerardo Romano, hizo entrega de un cuadro conmemorativo de la semana santa motrileña por su participación en el pregón de Semana Santa. Seguidamente, el que hacía el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Motril, D. David Merino Padial, que asimismo es su hermano mayor en la cofradía del lunes santo. Dos han sido sus reconocimientos, uno con el cartel conmemorativo que recuerda el pregón de Semana Santa de este año de 2025, y otro, con la imagen de su devota imagen de la Virgen de la Victoria, a la que todos los años porta sobre sus hombros. Y, a continuación, al presentador, Juan Miguel Benavides, que recibía su reconocimiento de manos de la alcaldesa de la ciudad, Dª Luisa María García Chamorro. También hubo palabras de reconocimiento por parte del consiliario de la Agrupación de Hermandades, D. José Albaladejo, que leyó ante los presentes unas sentidas frases de Santa Teresa de Jesús, así como las del vicario territorial, D. Alberto Sedano, que aludió a la alocución del Papa Francisco bajo el lema de “Testigos de la Esperanza”. Su intervención concluyó con el rezo de una oración.

El acto del pregón finalizaba pasados unos minutos de las 14:30 hrs de la tarde con la interpretación de la marcha “La última noche”, original del compositor granadino Víctor Manuel  Ferrer Castillo, a la vez que se visionaba el corto en el que se representó la pasión y muerte de Cristo. Concluía esta jornada solemne con la interpretación del himno Andalucía, al que inmediatamente siguió el de España, a cuya conclusión, el público, puesto en pie, ofrendó un sonoro y prolongado aplauso a todos los componentes de la Asociación Musical Mi Bemol de Itrabo.

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