SALOBREÑA VIVE CON PASIÓN EL PRIMER DESFILE PROCESIONAL DE LA SEMANA SANTA

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Domingo A. López Fernández

Fotografías: Daniel López Rodríguez

            El Santísimo Cristo de la Humildad sale a la calle pero anticipa su regreso al templo por causa de la lluvia

El martes santo es el día en el que Salobreña inaugura sus desfiles procesionales. Todos los años lo hace a lo grande, pues como villa turística, son muy numerosos los visitantes que acuden a pasar esas cortas vacaciones al lugar de su segunda residencia. Lo hacen en una fiesta que es señera en toda España, y así lo vienen reiterando todos los años, aunque 2024 tiene algo de especial, ya que viene marcado por la inestabilidad del tiempo. En verdad, la situación anómala que se vive en Salobreña desde el domingo de ramos está pasando igualmente su factura negativa a los establecimientos de hostelería.

Inmersa en esta semana festiva, Salobreña amanecía el martes santo con sol y un ligero viento que se hizo más fuerte en la tarde, bien a la noche volvió la quietud. En cuanto a la climatología, existía riesgo de lluvia para la tarde-noche de la jornada. En realidad, ya tenía el precedente de la ciudad de Motril, donde el domingo de ramos quedó suspendida la procesión de la Borriquita y el lunes salían a la calle la del Señor de la Humildad y María Santísima de la Victoria, aunque por causa de la lluvia tenían que anticipar su encierro en la iglesia de la Encarnación. Los augurios no pintaban nada bien, desde luego.

Tal como estaba programado, la salida penitencial de la cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad se ha verificado a las 20:30 hrs de la noche desde el templo de Nuestra Señora del Rosario. Desde una hora antes se encuentran en su interior todos los hermanos que participan en el cortejo preparando sus enfajados y costales, así como el orden y disposición de los hermanos y mantillas, mientras el paso de Cristo atado a la columna permanece junto al coro. Con puntualidad, bajo las órdenes del capataz, Samuel Puertas, se verifica la compleja maniobra de salida de la iglesia, ya que el paso es portado por el cuerpo de costaleros a gatas. Esta operación implica que las potencias doradas que le son típicas al Cristo tengan que ser colocadas en la calle para evitar el roce con el dintel de la puerta.

Iniciada la marcha, abre su cabeza la cruz guía portada por un hermano desprovisto de capillo. A continuación, dos filas de hermanos de luz que van revestidos de los colores que son propios a la corporación, habito de color blanco y capillo, capa y botonadura de color amarillo. Le sigue el estandarte corporativo confeccionado en terciopelo de color negro que deja ver en su centro la imagen pintada de su titular. Tras él, el cuerpo de mantillas, que preside su hermana mayor, Nuria Pérez Justo, y la representación del resto de hermandades establecidas en la villa. Asimismo, el cuerpo de acólitos e incensarios, que como es preceptivo en el cortejo, preceden al paso del Cristo de la Humildad. Sobre su canastilla, y en un tapiz de césped y variadas flores, se yergue la figura majestuosa de Cristo Atado a la Columna, imagen de posguerra que tallara el imaginero sexitano Benito Barbero Medina. El Cristo de la Humildad se muestra ante los fieles con la espalda desnuda y cubierto sólo con paño de pureza, figurando sus manos atadas mientras que el dogal de color dorado que es típico de los reos cuelga de su cuello.

Por lo que respecta al paso del Cristo, estrena en este año cuatro arbotantes que han sido realizados en el taller de Aragón Orfebres, así como dos imágenes ornamentales, un pequeño crucifijo en la delantera y una imagen de la Virgen del Pilar en la trasera. Finalmente, hay que resaltar que el transcurrir del paso por las calles ha sido secundado por la Banda de Cornetas y Tambores “Sentencia· de Almuñécar.

Puesto en marcha el cortejo, ha dirigido sus pasos hacia la calle Torre, lugar en el que se encuentra ubicada la tribuna oficial y donde se ha de pedir la venia por parte de la junta de gobierno. Nada más salir de la carrera oficial, ha comenzado a caer una fina lluvia que ha generado las primeras dudas en la corporación cofrade. En un momento de incertidumbre y de cierto nerviosismo se ha decidido continuar la procesión por el itinerario oficial, pero por momentos la lluvia ha arreciado, lo que ha motivado que la imagen titular tenga que ser cubierta con un plástico para preservar su deterioro. Ante la persistencia de la precipitación, se ha planteado incluso la clausura de la procesión, pero finalmente se ha optado por acortar el recorrido. De esta manera se ha seguido por calle Agrela, Gloria, y Torre, desde donde se ha bajado hasta la calle Bóveda. Desde aquí se ha continuado por calle Martín Recuerda, Callejón Estación, Estación, Paseo de la Iglesia y de aquí, su regreso al templo, momento que se ha verificado a las 23:05 hrs de la noche. Se hace preciso destacar que pese al mal tiempo se le pudieron ofrendar al Cristo de la Humildad las típicas saetas, una en la Plaza de la Iglesia por parte de Basilio Campoy Martín, y otra de Julio Fajardo y Eliseo Alabarce que han unificado su cante por causa de la modificación del recorrido procesional.

EL FARO ha tenido la oportunidad de contactar con la hermana mayor de la cofradía, Nuria Pérez Justo, para recoger sus impresiones sobre la decisión tomada en pleno cortejo. Según nos comunicaba, “la decisión de la junta de gobierno fue acertada. Calibramos ir por calle Carmen, pero era todo un riesgo y tuvimos que dar la vuelta literal sobre el terreno, cambiar la cruz guía y volverla para atrás”. Nuria Pérez Justo ha aprovechado las páginas de EL FARO para mostrar su agradecimiento “al pueblo de Salobreña, a Protección Civil y a todos los que hicieron posible el disfrute de la procesión mientras se mantuvo en la calle, excusando, igualmente, los momentos de tensión que por causa de las inclemencias meteorológicas se pudieron vivir. En síntesis, nos quedamos con eso, que el pueblo nos acompañó en todo el recorrido a pesar del mal tiempo por la gran devoción que tienen al Cristo de la Humildad”.

La incidencia de la lluvia ha restado, pues protagonismo a la primera procesión de Semana Santa en la villa de Salobreña, aspecto que se espera solventar con impaciencia en los días venideros, aunque las previsiones no son nada halagüeñas. En cualquier caso, si hay que mencionar que la corporación cofrade se ha visto arropada en todo momento por los vecinos que con paraguas en la mano han acompañado al Cristo de la Humildad hasta el mismo momento de su encierro en la iglesia.

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