SEGÚN DEL LADO DE LOS 50 CM

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TAL DÍA COMO HOY

Manuel María -Articulista-

Tal día como uno de estos cualquiera de este mes, como hemos podido leer en esta mismo diario digital, el pueblo se echó a la calle, el pueblo se puso en pie. En  aquella ocasión, fue por un brutal atentado. Pero ahora, yo me pregunto: ¿no es esta otra ocasión para que el pueblo entero grite? Para que el pueblo entero ¿vuelva a ponerse en pie? No es este momento tan bueno como cualquier otro, como el anteriormente citado, como ¿para echarse a la calle?, salvando las diferencias del momento en cuestión, claro está. O es que ¿Hace falta otro atentado? No quiera Dios, o quien sea que lo decida. Pues salvando, como digo, las diferencias; estamos viviendo momentos, cuando menos duros. Momentos cuando menos secos, áridos, tirantes… momentos claves en nuestra historia para las generaciones venideras. Momentos, estos, en que la guerra nos azota, a todos, no a unos sí y a otros no, como pueden creer. He dicho a todos y es a todos. Nos afecta a todos, la guerra, o la posible guerra ampliada que se pueda desencadenar.

Estamos padeciendo, penando, algo que no hemos hecho. Algo que no hemos creado, y que estamos manteniendo. Estamos sufriendo unos precios desenfrenados. Unos precios de escándalo, abusivos. Unos precios, donde las grandes superficies están haciendo el agosto con sus ventas. Están viendo estanterías vacías, cosa ésta que yo mismo, no había visto desde que nos dieron el aviso de la pandemia. ¿Se acuerdan del papel higiénico? ¿Para qué, me pregunto, quiere nadie garrafas o botellas de aceite de girasol, no siendo un establecimiento de hostelería, claro está; garrafas o cientos de litros, como digo, almacenadas en casa? ¿Para qué? Me lo puede explicar… dando lugar a detalles de las grandes superficies. Detalles como pueden ser limitar su venta a un tope o a una cantidad previamente establecida.

Por no hablar del precio de los combustibles….

Algo enloquecedor… algo increíble… vamos algo, algo, no sé como definirlo. Algo inaudito… no llego a comprender como se alcanzan estas cotas de mercado, sí, y suponiendo que sean verdad, -lo he leído en redes-, sí, digo, el barril ha estado a dos cientos y pico, y el combustible andaba por el euro, cómo estando a ciento y pico, se pone a ¿dos euros? No sé, pregunto.

Bueno el caso, es que ustedes pueden servir de algo. Aunque solo sea para aunar fuerzas del pueblo. Fuerzas vivas, que les llamábamos otros. Aunque solo sea para que se  levanten una serie de señorones que bien viven de sus sueldos.

Y de la luz, ni hablamos. Aquí lo dejo por hoy, mañana más, que diría el otro…

Un abrazo, como no, cariñoso y, por supuesto, VIRTUAL (ya queda menos). Ánimo.

¡Ah! Y por favor, no lo olviden… INTERACTUEN…

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