Manuel Pérez: “Me llevo muchos amigos y el reconocimiento a mi labor profesional, no puedo pedir más”

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José Manuel González/EL FARO

Tras siete años en el cargo deja la 6º Compañía de la Guardia Civil de Motril para incorporarse al Grupo de Reserva y Seguridad de León

MANUEL PÉREZ, COMANDANTE DE LA GUARDIA CIVIL (Foto: José Antonio Maldonado)

Manuel Pérez Santiago se hizo cargo como Capitán de la 6ª Compañía de la Guardia Civil de Motril un 28 de febrero de 2014, tras siete años de servicio en la Costa Tropical, ha dejado su puesto en este mes de diciembre de 2020 para afrontar nuevos restos en su carrera militar. En todo este recorrido profesional ha tenido “el honor” de trabajar con más de 220 agentes bajo su mando distribuidos por 18 municipios de la comarca, siempre «velando por la seguridad de toda la población» -dice con orgullo- y realizando actuaciones concretas de gran calado en coordinación con otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Tras ascender a Comandante en febrero de este año, ha permanecido en comisión de servicio a la espera de destino, que finalmente ha llegado, concretamente, su nuevo emplazamiento estará ubicado en el Grupo de Reserva y Seguridad en la ciudad de León.

En toda su labor profesional, avalada por muchas de las personas que le han rodeado en su cometido diario, ha dispensado igualmente un trato cordial y afectuoso que le ha granjeado el respeto de todos aquellos ciudadanos y autoridades que han podido conocerle y compartir su carácter abierto, llano y sincero.

Hoy, desde EL FARO, queremos repasar su paso por la Costa Tropical: su trabajo vocacional, sus inquietudes y desvelos, su forma de pensar como Guardia Civil y como ciudadano cercano y comprometido, aspectos que han dejando una huella imborrable gracias a su personalidad y trato directo.  

MANUEL PÉREZ, JUNTO A MIEMBROS DE LA BENEMÉRITA EN EL DÍA DEL PILAR (Foto: José Antonio Maldonado)

EL FARO: ¿Qué relación has tenido con la sociedad en general en los últimos siete años?

MANUEL PÉREZ: Mi relación ha sido bastante agradable y cercana con todos. En el caso de la Policía Nacional, por ejemplo, con los que hemos trabajado estrechamente, ha sido bastante intensa, cordial y fructífera, en buena parte, gracias a Carlos Altea, quien fuera Comisario en Motril, que siempre ha tenido un comportamiento afable conmigo. Además, destaco la buena sintonía con todas las corporaciones municipales en los distintos pueblos de la comarca, donde siempre ha habido una predisposición a cooperar, intentando en todo momento dar a la ciudadanía el mejor servicio posible, por ello, he de valorar gratamente el contacto con las autoridades locales.

¿En qué tipo de situaciones se han coordinado?

Básicamente en todo lo concerniente a la seguridad ciudadana y, en su caso, al restablecimiento del orden público en cualquier situación, por ejemplo, en estos tiempos la coordinación ha sido esencial con la Policía Local para que se respeten las restricciones de movilidad y horarios impuestas por las administraciones para intentar frenar la pandemia que nos azota mientras vivimos en un Estado de Alarma.

¿Cómo ha abordado la Guardia Civil la situación creada por la llegada de la Covid-19?

Cuando todo llegó en febrero y marzo mantuvimos el régimen de horarios y de jornada laboral porque sabíamos que esto iba a ser una carrera de fondo. Desde mi responsabilidad, trasmití a los subordinados las normas y la interpretación de las mismas, de todo lo que nos iba llegando desde el Gobierno central dentro de un Estado de Alarma al que había que adaptarse de manera paulatina. Hay que tener en cuenta que no teníamos experiencia previa, motivo por el cual se creó en Granada un centro de coordinación donde se resolvía cualquier duda al respecto, para así, poder dar un servicio eficaz y certero a la población.

MANUEL PÉREZ, COMANDANTE DE LA GUARDIA CIVIL (Foto: José Antonio Maldonado)

¿Se ha sentido arropado por los mandos de la Comandancia para afrontar los retos inherentes a la labor de la Guardia Civil en la costa?

Por supuesto, cada vez que hemos tenido situaciones o eventos importantes como pueden ser la Noche de San Juan a lo largo de todo el litoral, la Romería del Rosario en Salobreña, la festividad del 15 de agosto o los actos multitudinarios de los castillos piromusicales en Motril y Almuñécar, hemos solicitado el apoyo de la Unidad de Intervención de la Comandancia, junto con todas las especialidades que dependen de ella. Unido a estas cuestiones sociales, con el nivel de alerta antiterrorista que tenemos, hemos implementado las medidas de seguridad habituales en prevención de acciones de un calibre mayor.

En este enclave costero, ¿La Guardia Civil cómo vive ese nivel de alerta antiterrorista?

Los que venimos del País Vasco tenemos el nivel de conciencia de autoprotección y seguridad bastante asumido y, salvando lógicamente las distancias, nos habituamos a aplicar medidas de seguridad diarias, podíamos decir, más extremas, como llevar chaleco antibalas, no actuar nunca sólo y otras cuestiones que evidentemente no se pueden desvelar públicamente.

¿En siete años de servicio en la costa, habrá habido un caso que le haya marcado o impactado especialmente?

Uno de los hechos que te afectan en lo profesional y personal viene dado por la búsqueda de las personas desaparecidas, me explico. Estar varios días intentando hallar a un desaparecido, rastreando lugares con muchos recursos, tiempo y esfuerzo y, finalmente, dar con la persona pero fallecida, eso, sinceramente, te marca profundamente, porque eres consciente que has puesto mucho empeño en una labor que tristemente no ha dado el fruto deseado, en este caso, haber encontrado a la persona con vida.

¿Y estas situaciones se las lleva uno a casa?

La frustración, de manera inevitable, te acompaña de regreso a tu casa. Si uno se emplea e implica personal y profesionalmente en una situación vital con todos sus recursos sociales y morales, cuando el final es trágico, es muy difícil que el hecho en sí se quede de puertas para afuera. En mi caso, lo que intento es no expresarlo en casa con la familia, de alguna forma, tiro de fortaleza mental e intento guardarlo para mí y que los tuyos no te lo noten mucho para no hacerles sufrir.

MANUEL PÉREZ, JUNTO A SU MUJER E HIJOS (Foto: José Antonio Maldonado)

La familia juega un papel fundamental ante una responsabilidad como la de usted…

A mi familia tengo que agradecerle infinitamente todo lo que me ha apoyado para poder desarrollar mi trabajo como máximo responsable de la Guardia Civil en la Costa Tropical. El apoyo de mi mujer, Manuela, y mis dos hijos es fundamental para, una vez llegado a casa, tener la capacidad de realizar una vida lo más normal posible. Los apoyos familiares gratifican mucho, son tus seres queridos, los que siempre te esperan para acogerte y compartir otro tipo de problemas más cotidianos, en mi caso, con los hijos y mi mujer. De alguna manera, te entregan una fuerza añadida a la que pueda tener uno mismo.

Su mujer, Manuela, ¿Cómo ha llevado su labor y sus desvelos?

La verdad es que siempre hemos tenido muy buena sintonía como pareja. Desde un principio y durante los ascensos y promociones en la carrera militar, siempre ha estado de mi lado, sin poner queja alguna por los diferentes cambios de destino, traslados, etc… circunstancias que suponen un volver a empezar y emprender nuevas amistades y hábitos allá donde vas. Así que no tengo más que palabras de agradecimiento.

MANUEL PÉREZ JUNTO A SU ESPOSA EN LA PARROQUIA DE LA ENCARNACIÓN (Foto: José Antonio Maldonado)

Llegó como Capitán, pero se marcha como Comandante…

Sí. Existen varias formas de ascender, el nuevo rango lo obtuve el 20 de febrero de 2020, tras un periodo de evaluación que se realiza cada año, principalmente, a los capitanes con mayor antigüedad en el cargo. En este momento uno pierde el destino que tiene, pero me quedé en comisión de servicios mientras no se cubría mi vacante a la espera de un nuevo destino. Hay dos convocatorias de vacantes al año y, en mi caso, mi labor la desarrollaré a partir de febrero en el Grupo de Reserva y Seguridad de León.

La 6ª Compañía de la Guardia Civil de Motril ¿Qué necesidades tiene hoy día?

Principalmente, son necesarias unas nuevas instalaciones adaptadas a las circunstancias actuales, hemos de tener en cuenta que estamos en una Casa Cuartel, que al margen de las reformas, data del año 1950. Ahora que hace falta tanta conexión en materia de movilidad, con nuestro parque móvil, se nos hace pequeño el acuartelamiento, al margen de disponer de unas dependencias operativas para ofrecer un mejor servicio al ciudadano.

INMIGRANTES DESEMBARCANDO EN EL PUERTO (Foto: Miguel Paquet)

¿Cómo ha vivido el fenómeno migratorio de personas rescatadas en pateras?

La verdad que choca bastante lo que sale por los medios de comunicación con lo que te encuentras en la dársena motrileña viendo cómo llegan unas personas que se han jugado la vida literalmente en alta mar. El estado en el que llegan a tierra firme con hipotermia, deshidratación y cansancio es tremendo. Aquellos ciudadanos que duden e imaginen que los inmigrantes vienen por gusto o capricho, les digo que no es verdad; más de uno debería estar allí y verlos en ese primer momento en pésimas condiciones sanitarias. Es realmente muy duro.

¿Cuál es su balance general tras siete años de servicio en la Costa Tropical?

Creo que en lo referente a los indicadores más sensibles a nivel social como el tráfico de drogas, robos, organizaciones criminales, violencia de género, etc… toda la plantilla ha hecho una muy buena labor y hemos logrado contener de forma adecuada una serie de hechos delictivos concretos, no sólo por actuaciones directas, sino también por atender de manera eficaz medidas de prevención para evitar el aumento de delitos.

MANUEL PÉREZ JUNTO A SU ESPOSA EN UN ACTO DE LA POLICÍA NACIONAL (Foto: José Antonio Maldonado)

Ahora que deja este destino, ¿Qué mensaje le gustaría trasmitir en su despedida?

Me gustaría decir, en primer lugar, que confíen siempre en la Guardia Civil, que estamos siempre al lado de la sociedad a la que pertenecemos y a la que servimos con orgullo. Dentro del uniforme siempre hay una persona y una familia, y con todas nuestras virtudes y defectos como seres humanos, nos levantamos cada día con el objetivo de brindar nuestra mejor versión personal y profesional. Puedo decir que he estado en una comarca donde se nos quiere mucho y donde la gran mayoría de la sociedad nos ha demostrado aprecio, cariño y gratitud por el desempeño de nuestra labor en beneficio del bien común y el interés general. Así que, gracias a toda la población y al conjunto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Policía Local por su colaboración, entrega y afecto, a quienes tengo en el corazón, pues me llevo muchos amigos y compañeros para siempre, junto al reconocimiento a mi labor profesional, sinceramente, no puedo pedir más. A todos, les deseo un 2021 sin pandemia y lleno de salud, protección y seguridad para disfrutar del estado de bienestar que todos merecemos.

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