“TE VEO TENSO”

0
1987

“TE VEO TENSO”

MARÍA ROBLES, Psicóloga clínica, Co-directora de Essentia, Psicología y Bienestar…

Me gustaría contaros lo que me pasa muchas mañanas cuando llego al trabajo. Tenemos una plaza de garaje a la cual se accede atravesando una acera bastante ancha, así que, desde la calzada, no se aprecia bien que allí haya ningún vado permanente. Unos pocos metros más abajo, comienza la rampa para acceder a un parking público. Pues bien, muchas mañanas me encuentro algún coche parado bloqueando mi acceso y todas esas mañanas, como si del día de la marmota se tratara, ocurre lo mismo: paro, pongo cara de hastío, resoplo con resignación, pito, espero y el coche x no se mueve…vuelvo a pitar, esta vez más contundentemente, y entonces su ocupante me hace señas, a veces de mala manera, sacando la mano por la ventanilla y haciendo aspavientos para indicarme que si quiero pasar al parking, quepo perfectamente. Entonces yo vuelvo a pitar, esta vez un poco más cabreada, y finalmente, o alguien que esté viendo la escena se le acerca a la ventanilla y le dice “es que la mujer quiere pasar a ese garaje, no al parking”, o bien acabo yo bajándome y diciéndole mientras señalo con el dedo un poquito chula, “es que no voy ahí, voy ahí”.

Bueno…os preguntaréis porque os cuento todo esto, pues porque esta situación esconde la clave, si no de todos, de la mayor parte de los conflictos en las relaciones humanas:

CONFUNDIR MAPA CON TERRITORIO.

Una cosa es el territorio o la realidad y otra bien diferente es el mapa que cada uno de nosotros llevamos en la mochila para interpretar y movernos por esa realidad.

Para empezar, hay tantos mapas en el mundo como seres humanos existen y al contrario de lo que pudiera parecer, no los elegimos nosotros, son el resultado de todo el bagaje de experiencias y aprendizajes que hemos tenido en nuestra vida. Todo lo que hemos vivido y nos han contado que nos ha llevado a ver las cosas tal y como actualmente las vemos. Digamos que es una especie de programación.

Además, y dado que todos tenemos nuestros propios mapas, parece que ninguno podamos ser poseedor de una verdad pura que no vaya teñida de toda la subjetividad de nuestro filtro mental. Y, por lo tanto, sería tremendamente difícil calibrar quién tiene un mapa más preciso de esa realidad.

Por último, otro problema de los mapas es que, al confundirlos con la realidad, los hacemos rígidos e inamovibles. En nuestro ejemplo, la persona del coche x no cree que esté bloqueando ninguna entrada a garaje (porque según su experiencia, no suelen estar tan alejadas de la carretera) pero incluso cuando yo intento llamar su atención pitándole, no mira a su alrededor, no se abre a la experiencia de lo que realmente está ocurriendo. Se queda en su rigidez mental y no contempla más opciones, da por hecho que yo voy al parking…

Piensa, además, que soy una nefasta conductora y que me creo que llevo un tráiler en vez de un Polo (como veréis yo también tengo mis propios mapas y, además, como muchos de vosotros, soy adivinadora de pensamientos 😁)

Pero lo que realmente me enfada es que mi mente también me empieza a decir cosas como: “la gente no tiene consideración, es incívica y hace lo que le da la gana, no tiene respeto y 🤬@#🤬&#🤬

En fin, ¿qué os voy a contar sobre las miserias mentales que no conozcáis ya?

En resumen, para cada uno de nosotros, nuestro mapa es el mejor, el único, el insuperable porque pensamos que encaja totalmente con la realidad objetiva. Si lo pensáis bien es muy absurdo, tan absurdo como no darse cuenta de que el que tenemos delante también tiene su mapa y también piensa que es el mejor, tan absurdo y cansino como querer convencerle, intentando echar por tierra con mil argumentos muy bien desarrollados, toda una vida que ha tardado esa persona en forjar su manera de ver el mundo.

No me malinterpretéis, no es que la gente no pueda cambiar de parecer, pero desde luego no lo va a hacer porque tú trates de convencerle de que lo haga.

Pues bien, el caso es que llevo tiempo observando el patio muy tenso con esto de la política, es triste presenciar o leer como personas que uno quiere se “enemistan” por este tema. No porque no sea un tema importante, que de hecho lo es, y mucho, sino porque en realidad, no sirve para nada.

En la mayoría de los casos, la tendencia y opinión política es más emocional que racional, sobre todo si pensamos que desgraciadamente TODAS nuestras familias han sido victimas de las penurias de una guerra civil, en muchos casos no se trata simplemente de simpatizar con un partido político, sino de cargar en la mochila con mapas configurados por historias familiares de pérdidas y destrucción, de mamar valores en casa desde que somos bien pequeños que determinan nuestras opiniones y actos futuros y en ocasiones, incluso del esfuerzo por desligarnos de esos valores familiares. Sí, amigos, esa es la razón por la que hay personas que votan al PSOE, al PP, a PODEMOS etc., aunque a veces nos cueste entenderlo.

Quizás necesitamos más comprensión y EMPATÍA para entender de dónde venimos, cuál es la historia de nuestro país y compadecernos un poco de ello. Quizás necesitamos más recorrido democrático para entender que no se trata de que estemos de acuerdo, PORQUE NUNCA LO VAMOS A ESTAR, se trata de MADUREZ, se trata de RESPETO y se trata de no querer convencer a toda costa a los demás de que nuestro mapa es el mejor, se trata de guardar esa energía para algo mucho más valioso que todo eso, que es ejercer nuestro derecho al voto en LIBERTAD….y que gane el “mejor”…

Porque, en mi opinión, el respeto no es solo para aplicarlo a las diferentes orientaciones sexuales, religiones, color de piel etc…también es para aplicarlo a las diferentes opiniones políticas y la división de un país no la hace la variedad de pensamientos o de orientaciones, la hace la ignorancia y la estrechez de miras de que lo mío es lo único válido y posible.

PD: pero no hagáis mucho caso de lo que digo, porque mi opinión es simplemente un mapa más 😉


Responder a Anónimo Cancelar respuesta

Por favor, introduce tu comentario
Por favor, introduce tu nombre aquí