✍Domingo A. López Fernández
-Cronista Oficial de la ciudad de Motril-
Fotografías: EL FARO
El apóstol, nueva efigie de Ángel Asenjo, ha sido bendecido en la parroquia de San Antonio

En la tarde del sábado, 22 de noviembre, la parroquia de San Antonio de Padua ha acogido la bendición de una nueva imagen del Apostolado de la Santa Cena, la de Santo Tomás, el apóstol que dudó, ceremonial que ha tenido lugar durante el transcurso de la santa misa del día que ha oficiado su párroco y consiliario, D. Hermes Moreno Arias. La eucaristía ha tenido lugar a las 18:30 h de la tarde en el día de la celebración de Cristo Rey, en la que el párroco ha felicitado a la hermandad por “el esfuerzo, la dedicación, el cariño y la oración de tanta gente que ha trabajado para que ya solo falten dos imágenes, los dos Judas”. Durante la celebración, la ermita se ha encontrado totalmente abarrotada de fieles, entre los que ha habido una gran participación de los hermanos en hermandad en las lecturas bíblicas y salmos responsoriales, así como los niños que realizan la catequesis en la iglesia, que han actuado de campanilleros que anuncian la consagración del pan y el vino como el cuerpo y sangre de Cristo.
Finalizada la homilía, y según el rito de la bendición, el párroco ha procedido a incensar la imagen del santo y asperger el agua bendita sobre él, procediéndose a continuación al encendido de las velas del altar portátil en el que se encuentra Santo Tomás y que significan la luz del mundo.

Concluida la santa misa, el hermano mayor de la hermandad, David Vázquez, ha agradecido a todos los parroquianos su presencia en este acto de la bendición del que ya es la décima imagen del apostolado. De seguida, ha dado paso al escultor, Ángel Asenjo Fenoy, para que explique las características técnicas e iconográficas de la efigie de Santo Tomás. Según el artista, se trata de una escultura sedente de las llamadas «de vestir» que ha sido realizada en madera de cedro real. Es articulada y policromada al óleo bruñido según la tradición imaginera del siglo de oro. Presenta la imagen ojos de cristal soplado que ha sido pintado artesanalmente. En cuanto a su ubicación en el grupo escultórico, Santo Tomás cierra el lateral derecho del conjunto imaginero, mostrando ya el grupo del apostolado una gran riqueza de actitudes, de gestos, de aposturas y de conversaciones en torno a la imagen central, el Cristo de la Fe, en la que se compensan a la perfección volúmenes, espacios, masas y huecos. En su configuración, el Apóstol muestra una expresión alterada y declamatoria, pues capta ya la intensidad dramática del momento ante el anuncio de la traición. Por ello se gira hacia el espectador señalando con el dedo a Judas, el traidor. Su expresión muestra una mezcla entre sorpresa, rabia y desconcierto y lo transmite haciendo partícipe al pueblo, recurso que resulta muy barroco. Muestra la boca abierta y parece pronunciar alguna palabra, según Ángel Asenjo, quizás la frase ¿seré yo? Impresiona, sin duda, el perfecto tallado de partes de su rostro, en concreto el tallado de los dientes y la lengua. El escultor terminaba su discurso trasladando a los fieles que Santo Tomás celebra su festividad el día 3 de julio que es la fecha de su martirio y ha sido representado en numerosas ocasiones por pintores de la talla de Velázquez, Juan de Juanes o El Greco.
Concluida su intervención, se han reiterado las felicitaciones al artista por parte de la hermandad y vecinos del barrio, a la vez que numerosas personas han posado junto a la imagen, algunas de ellas besando las manos de la ya sagrada imagen.

Durante el acto, EL FARO, pudo pulsar la opinión de personas representativas de la hermandad y así lo hizo con el consiliario, D. Hermes Moreno, que mostraba su satisfacción personal de “ver el apostolado casi al completo y ver como los vecinos y parroquianos participan a lo grande en la santa misa para acompañar a la hermandad en este día grande y solemne que va a traer hasta el altar a la nueva imagen de Santo Tomás”. Por su parte, David Vázquez, hermano mayor de la hermandad, refería a la redacción que se trata de “un paso más en uno de los objetivos de la hermandad, que no es el único, obviamente, pero si el principal de completar el grupo escultórico y, si Dios quiere, en el año venidero vendrán las dos imágenes que faltan San Judas Tadeo y Judas Iscariote. Seguimos trabajando en el resto de frentes de la hermandad, ahora con la navidad tenemos varios actos con los hermanos y el hospital de Motril, sin olvidarnos nunca del barrio en el que nos encontramos”.

Asimismo, el escultor, Ángel Asenjo, dedicó también palabras a EL FARO en las que expuso que “con esta nueva figura se daba un paso más como es el de ir concluyendo un proyecto escultórico bastante importante como el de la Santa Cena, que como saben todos, la componen 13 figuras de tamaño natural. Estamos ante la undécima, faltarían los dos Judas y bueno, como artista, se ve la evolución de la primera figura hasta la última y eso es lo que nos satisface a las personas que nos dedicamos a esto. El resultado no se va a disfrutar en su plenitud hasta que no esté completo el misterio, pues unas figuras van compensadas con otras, otras figuras van hablando con otras; la grandeza del conjunto escultórico se podrá apreciar, pues con toda su intensidad cuando el grupo esté al completo”.

Satisfacción plena, pues de la junta de gobierno de la hermandad de la Santa Cena, que momentos más tarde trasladaba la imagen de Santo Tomás hasta el altar, donde plásticamente se muestra ya la recreación histórica de la Última Cena del Señor.






