IA

✍Opinión.-

IA

Javier Martín -Escritor-

Se intuía, se sospechaba, se barruntaba y se conjeturaba sobre la peligrosidad de un uso inadecuado de la cada vez más avanzada IA.

Hasta ahora, ese uso inadecuado me da la impresión –muy personal, como gran profano en el asunto- de que es tan solo un anticipo casi pueril, un aviso tipo octavilla (flyer, que llaman los anglófonos, por decirlo eufemísticamente) en blanco y negro de lo que se está fraguando en las rotativas de la imprenta global para el papel couché en cuatricomía a tutiplén.

Las redes sociales son hoy una impresionante sala de espectáculos donde mostrar el arte del engaño visual; un estudio de grabación en el que cualquier conversación es posible, o un sofisticado buró donde escribir poemas, tesis, Currículums o TFCs, a pierna suelta y sin despeinarse con solo pulsar un par de teclas o tres.

Vídeos en los que una orca de circo acuático devora a su cuidadora-entrenadora. Espectaculares accidentes de avión con cienes de muertos. Catástrofes museísticas en las que se desploma la techumbre y aplasta a los inocentes visitantes. Textos de un sabio que dijo no sé qué. Vidas laborales para un ascenso político. Feijoo hablando en perfecto anglosajón…

Y todo falso.

El “amigo” HAL 9000 ya nos avisó de la mano de Kubrick, allá por el 68, de la facilidad con la que puede manipularse la mente humana de forma artificial, pero Dave (Mayor Tom) fue más listo y consiguió despertarse en una habitación deslumbrantemente blanca.

Ahora, casi seis décadas después, nos encontramos ante la encrucijada en la que hay que distinguir de entre los que pululan por las redes, a unos HAL 9000 de pacotilla de un cerebral Mayor Tom, o de un simple pero eterno David Bowie…

El papel couché, en cuatricomía y a tutiplén, está ya en la rotativa listo para inundar las mentes, buzones, ondas y plasmas. Pronto saldrá a reparto, aunque me temo que ya está casi todo listo.

Pero hay algo, solo un algo –y no quiero olvidar decirlo- que me gusta de la IA y es que, aunque solo sea para esta minucia estúpida que va a revolucionar el mundo, el castellano se ha impuesto. Al menos para nosotros y, de momento, al angloamericano:

IA, en vez de AI.

Y además, me quedo con David Bowie aunque no me despierte en una habitación blanca.

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