✍Opinión.-
NO LLEVÉIS ALFORJA, NO LLEVÉIS DINERO, ID POR LOS CAMINOS CON PASO LIGERO (Lc. 10,1-12.17-20)

Jesús asocia a su misión a 72 discípulos y los envía por todos los caminos del mundo para anunciar la Buena Noticia a todas las naciones.
Este es un número simbólico de plenitud que indica la universalidad de la misión (pues los que escriben este texto pensaban que todos los pueblos de la tierra eran 72).
Jesús nos advierte, de entrada, que la tarea es inmensa y los obreros dispuestos a realizar este trabajo, son pocos…
Por lo cual es necesario orar al Padre que suscite personas valientes dispuestas a arriesgar la vida, como corderos en medio de lobos, como lo hizo Jesús.
Dios no busca agentes comerciales, bien vestidos, bien pagados, bien alimentados y bien asegurados … o con las espaldas cubiertas…
Sino gente pobre, sin dinero ni provisiones, descalzos, libres de ataduras y ligeros de equipaje…
En medio de un mundo hostil, contrario al proyecto liberador del evangelio y en una sociedad competitiva, como la nuestra, donde dominan los más fuertes, Dios anda buscando gente: sin ningún apego material y despojados de sí mismos… sin defensa ni apoyos humanos, con la confianza puesta sólo en Dios y en los hermanos pobres con los que comparten la tarea… (por eso se les recomienda ir siempre de dos en dos).
Y ¿por qué quiere Jesús tanta sencillez de vida y tanta pobreza de medios humanos?
Sin duda, para dejar muy claro que está misión no es nuestra, sino de Dios.
Es una misión tan de Dios, que no es necesario que andemos tan inquietos y preocupados por los medios materiales …
Y es además, una misión muy urgente… tan urgente que no podemos perder el tiempo en cosas secundarias…
Hay que «ir al grano» y dejarse de tantos saludos, tertulias, rituales y charloteos por los caminos…
Lo más urgente será ofrecer a todos la Paz como signo del Reino de Dios que anunciamos.
Sabiendo que esta oferta de Paz puede ser bien o mal recibida…
Pero en la medida en que la Paz avance y crezca en la gente de buen corazón, volverá a nosotros en forma de ayuda… poniendo de manifiesto la providencia de Dios que cuidará de nosotros y hará que no nos falte lo necesario.
Y lo que no debemos hacer nunca es intentar hacer pactos o buscar componendas con los que no estén dispuestos a recibir la Paz de Dios.
Hay que «sacudirse el polvo de los pies y marcharse a otro sitio»… porque el evangelio no se pone de rebajas.
La Iglesia de Jesús no puede buscar seguridades…
Porque quien busca «seguridades» , pierde su libertad… y quien busca «dignidades», pierde su dignidad…
Y si no nos despojamos de todo lo superfluo y seguimos tan preocupados por los medios, dejaremos de ser «el medio» para que Dios actúe en nosotros.





