✍Domingo A. López Fernández
Cronista Oficial de la ciudad de Motril
Fotografías: EL FARO
EL COLEGIO AVE MARIA ESPARRAGUERA CLAUSURA EL ANIVERSARIO DE LOS 90 AÑOS DE SU FUNDACIÓN
El colegio Ave María Esparraguera de Motril ha cumplido 90 años de existencia y, con tal motivo, la institución y todo su cuerpo directivo ha venido celebrado durante todo el año este significativo aniversario que ha concluido en la tarde del miércoles, 17 de diciembre, con una brillante jornada de clausura en la que se ha inaugurado un busto del fundador de las Escuelas Avemarianas, D. Andrés Manjón. A lo largo de 2025 han sido muy numerosas las actividades que se han podido llevar a cabo para el recuerdo de esta sentida efeméride, de manera que se han embellecido los muros del centro para mostrar a la ciudadanía su identidad, la riqueza cultural y la forma de inclusión del alumnado en el centro que es única en Motril. Se ha editado, igualmente, el libro “Poemocinarte”, realizado por los alumnos del centro y que ha sido publicado por el ayuntamiento de la ciudad. Y, en el plano deportivo, se ha celebrado el X y XI torneo de futbol sala que lleva el nombre del fundador, desarrollándose, asimismo, varios juegos “avemarianos” en el programa “Que viene la tele”. Asimismo, el AMPA del colegio ha editado una camiseta conmemorativa de este 90 aniversario, y ello, al margen de las numerosas convivencias que se han efectuado con otros centros educativos de la ciudad y del propio Ave María.
El acto de clausura se iniciaba a las 17:30 h del miércoles ante un público que abarrotaba por completo el salón de actos. Se encontraban presentes miembros del Patronato “Avemariano” venidos expresamente desde Granada, entre ellos su vice-presidente, el sacerdote D. Enrique Gervilla Castilla, Dª María José Navarro Muros, catedrática de matemáticas y vicepresidenta de la institución, D. Salvador Mateo Arias, profesor titular de Ciencias de la Educación y vocal del patronato, la secretaria y encargada del área económica Dª Mari Carmen López Rodríguez y D. Emilio García Soto, Director General de las Escuelas del Ave María. Junto a ellos, también se encontraba la representación municipal que han ostentado la concejala de Participación Ciudadana, Dª Inmaculada Torres Alaminos, y D. José Vicente Balderas Ruiz, concejal de Obras Públicas y Fondos Europeos. Además, hay que citar a diferentes directores de centros del Ave María de Motril y Granada, miembros de sus equipos docentes, antiguos alumnos y público en general.
Comenzado el acto, ha tomado la palabra la directora de la Escuela, Dª. Celia Arquero Mota, que ha relatado la historia del centro desde su misma fundación. Según expuso, el Centro tiene su origen en el legado de dos hermanos avecindados en Motril, D. Victoriano y Dª Dolores Aizpiolea y Bellido, quienes en una de las visitas a Granada conocen la institución fundada por D. Andrés Manjón y se plantean instituir una “escuela Avemariana” en la ciudad. Fallecido D. Victoriano en 1933, legará en su testamento todos sus bienes al Ave María, para que en memoria de su hermana se construya la escuela. Con ello se nombrará una junta delegada para redactar sus planos, comenzándose las obras el 17 de enero de 1935. Finalmente, el 30 de junio, la Escuela del Ave María Esparraguera fue bendecida con todos los honores. Según refirió Dª Celia Arquero, aquellas primeras clases convirtieron al Centro en una escuela viva donde la palabra “educar significó y significa acompañar, escuchar, motivar y, sobre todo, querer”, que ha sido el signo de identidad para la búsqueda de una escuela viva y alegre. Y citó con ello una frase textual de D. Andrés Manjón, que expresa que “nuestras escuelas están abiertas para todo el mundo, y a nadie se le pregunta quien es ni de dónde viene, sino si quiere aprender y ser bueno”. En la historia de la escuela, a esa primera clase construida en 1935 siguió otra en 1954 y, con el aumento de la población escolar, tuvo lugar la apertura de un edificio más amplio con ocho clases en el año de 1972. Más adelante, en 1986, hubo otra ampliación para dotar al centro de salón de actos, dependencias administrativas y de servicio. En total, pues 90 años de vida dedicada a la docencia, en los que siempre ha estado presente el espíritu familiar, la cercanía con el alumno, la mano tendida del maestro, el trato sencillo y afectuoso y, sobretodo, la pedagogía “manjoniana”, que “no es un conjunto de técnicas, sino una forma de mirar y amar a las personas”. Finalmente, cerraba su discurso con una alusión a la culminación de los actos del 90 aniversario, cerramos, dijo, “un capítulo y abrimos otro, porque nuestro colegio sigue vivo y mira al futuro con ilusión, con fuerza, con el deseo de seguir creciendo y, sobretodo, miramos al futuro con esperanza”.
Tras las palabras de Celia Arquero siguieron las intervenciones de una antigua alumna, Dª Ángeles Fernández García, que recordó los buenos momentos vividos en el centro al que llegó sin la edad reglamentaria por cuestiones familiares, algo que su maestra supo comprender y la acogió como una más de sus alumnas hasta que se solucionó el problema familiar. Y, con ella, también intervino otra antigua alumna, Andrea Vivanco Meza, que en su emocionada exposición puso de manifiesto los buenos momentos vividos en el curso y el apoyo encontrado en el equipo docente al que refirió uno por uno con lágrimas en los ojos.
Finalmente, como cierre, tomaba la palabra el Presidente del Patronato Avemariano, D. Antonio Manuel Almendros Gallego, quien en su intervención aludió al 90 aniversario de la fundación del colegio, avanzando que “fue la primera escuela del Ave María en Motril que ha tenido tan hondo significado educativo y social y que hoy en día tiene para este barrio desde su fundación en 1935”. Para D. Antonio Almendros se trata de un “colegio que no solo instruye sino que se preocupa de un modo especial por la atención social a los alumnos más desfavorecidos, sin importar su origen, extracción social, procedencia o condición religiosa”. Continuó su exposición con la obra del fundador de las Escuelas del Ave María, D. Andrés Manjón, catedrático de la Universidad de Granada y canónigo del Sacro Monte, al que calificó de “figura de proyección nacional e internacional cuya aportación es parte esencial de la historia de la educación española de finales del siglo XIX y buena parte del XX”. En lo que respecta a las Escuelas del Ave María hoy en día, expuso que existen nueve centros educativos, un internado y la Escuela Hogar, instituciones que acogen a un colectivo de 4.000 personas que se distribuyen en 3.608 estudiantes y 400 trabajadores, de los cuales, 340 forman parte de los equipos docentes. Y, con estas cifras, afirmó que las Escuelas del Ave María constituyen la segunda institución docente y educativa de Granada y la provincia. D. Antonio Almendros quiso destacar, igualmente, que la acción social de la institución atiende a todo tipo de alumnado, pero, sobre todo, al más necesitado. De hecho, sus centros fueron surgiendo en zonas desfavorecidas de Granada y la provincia con iniciativas en favor de la atención educativa de los más necesitados que han logrado un gran reconocimiento social que ha sido testimoniado por las múltiples distinciones de que han sido objeto. Además, en el caso concreto de Motril, cito la asistencia “Avemariana” en la “Colonias de verano” que acogen a numerosos niños en campamentos en la playa para continuar la labor educativa del curso con monitores voluntarios que aportan su participación desinteresada para devolver lo que recibieron cuando ellos acudían como educandos. Estas y otras actuaciones permiten que la obra de D. Andrés Manjón siga viva en Motril. Finalmente, aludía a los cuatro valores que dan sentido actual a la institución: educación, pobreza, moral y religión, cuatro pilares que han sido enunciados por uno de los patronos, D. Enrique Gervilla, que son los que sustentan el edificio “Avemariano” y sin los cuales no se mantiene la propia construcción, de modo que si se perdieran los mismos, el Ave Mará estaría defraudando a sus alumnos, a las familias y a la sociedad.
Finalizada la intervención de la mesa, un grupo de alumnos de ESO de la Escuela del Ave María Esparraguera interpretaron el himno “Avemariano” y ofrecieron un pequeño concierto de villancicos que estuvo dirigido por su maestra, Nerea Rodríguez Pérez.
El acto de clausura concluía minutos más tarde con el descubrimiento de un busto del fundador del Ave María, D. Andrés Manjón, que ha sido erigido en un monolito en el patio del colegio. La escultura es obra de D. Arcadio Roda, profesor del Colegio Ave María San Cristóbal, que ha sido realizada en piedra artificial y plasma a la perfección el rostro de D. Andrés Manjón y, de algún modo, su espíritu, sus enseñanzas, su obra y su devoción a la iglesia.
Concluido el acto, EL FARO tuvo la oportunidad de entrevistar al presidente del Patronato “Avemariano”, el motrileño D. Antonio Manuel Almendros, quien refería a la redacción que “en este magnífico colegio de la Esparraguera en el que han estudiado muchas de las personas que hoy tienen más de 80 años hemos asistido a un acto muy emotivo y muy representativo de lo que es el sentido “Avemariano”, donde hemos visto como han participado niños de muchas razas y sin ninguna distinción de su origen o de su condición religiosa, y en el que los testimonios que nos han dado las dos antiguas alumnas, tanto Angelitas como Andrea nos han hecho a todos que se nos salten las lágrimas y que prendan con ellas sus recuerdos en nuestros corazones. Todo muy emotivo. Quiero, desde aquí, dar las gracias a EL FARO por sus constantes atenciones y su presencia en el acto y, por supuesto, a todas las personas que nos han acompañado en esta jornada de clausura de los 90 años de la fundación de la Escuela del Ave María Esparraguera.
