✍Antonio Gómez Romera
Domingo, 12 de octubre de 2025
En el LVII aniversario del protocolo de independencia de la colonia española de Guinea Ecuatorial
Hoy domingo, 12 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar y Día de la Hispanidad, en la cuadragésima primera semana de 2025, se cumplen 57 años (sábado, 1968) de la firma en Santa Isabel de Malabo, hoy en día Malabo, isla de Bioko, del protocolo de independencia de Guinea Ecuatorial por el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne (1922 – 2012), en calidad de ministro plenipotenciario del gobierno español y por el presidente del nuevo país, la República de Guinea Ecuatorial, Francisco Macías Ngema (1924 – 1979). Se verifica el acto durante el undécimo Gobierno del General Francisco Franco Bahamonde (1892 – 1975) y como parte del “proceso de descolonización de África”, apoyado por la Organización de las Naciones Unidas. Hasta ese día, esos territorios centroafricanos eran dependientes de la España metropolitana como dos provincias españolas más, con representación en las Cortes con los nombres de Fernando Poo, con capital en Santa Isabel de Fernando Poo, hoy Malabo, y Río Muni, con capital en Bata. El café, junto con la madera y el cacao, eran los tres pilares de la economía guineana.
Ese mismo día, la Presidencia del Gobierno publica en el Boletín Oficial del Estado el Decreto 2467/1968 de fecha 9 de octubre, que en su artículo primero, establece: “Se reconocen los resultados electorales proclamados por la Comisión Electoral de Guinea con fecha 2 de octubre del corriente año y, en su virtud, se tiene al excelentísimo señor don Francisco Macías Ngema cómo presidente electo de la República de Guinea Ecuatorial”. Y, en el artículo segundo, dispone que “Se declara independiente el territorio de Guinea Ecuatorial a partir de las doce horas del día 12 de octubre del corriente año, en cuyo momento tendrá lugar la ceremonia de entrega de poderes al presidente electo”.
ANTECEDENTES
1472, Costa occidental africana. El navegante y explorador portugués Fernão do Pó, llamado en castellano Fernando Poo, llega a una isla situada en el Golfo de Guinea, a la que llama “Flor Formosa”, situada a tan solo 29 kilómetros de la costa. Este viaje fue organizado y financiado por el navegante y comerciante Fernão Gomes da Mina, quien en 1469 había recibido de Alfonso V rey de Portugal, el monopolio del comercio en el Golfo de Guinea. Debido a la escasez de información escrita y oficial se sabe muy poco sobre la vida de este navegante del siglo XV.
Los españoles obtienen los primeros territorios en esta zona, las islas de Annobón y Fernando Poo, por el Tratado de San Ildefonso que tiene lugar el miércoles, 1 de octubre de 1777. Es firmado en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso por el conde de Floridalanca en representación de Carlos III de España y Francisco Inocencio de Souza Coutinho en nombre de la reina María I de Portugal: «con el sincero deseo de extinguir las desavenencias que ha habido entre las coronas de España y Portugal y sus respectivos vasallos por casi el espacio de tres siglos sobre los límites de sus dominios de América y Asia».
El primer virrey del Río de la Plata, teniente general Pedro de Cevallos (1715 – 1778), recibe una instrucción reservada de la Corte el lunes, 20 de octubre de 1777, por la que el ministro de Indias, José de Gálvez Gallardo (1720 – 1787), nombra Comisario Regio al brigadier de los Reales Ejércitos Felipe de Santos Toro (1721 – 1778), VII conde de Argelejo. A partir de ese momento, el territorio español de Guinea forma parte del Virreinato del Río de la Plata que fue fundado en 1776. Al año siguiente, el Tratado de El Pardo (miércoles, 11 de marzo de 1778) confirma y ajusta lo acordado. El viernes, 17 de abril de 1778, salen de Montevideo dos fragatas, «Santa Catalina» y «Soledad», y un paquebot, «Santiago», con tropas españolas y artillería para tomar posesión de Fernando Póo y Annobón, que van dirigidas por el brigadier de los Reales Ejércitos, Felipe de Santos Toro, VII conde de Argelejo.
En la bahía de Boloko (Bioko), el conde de Argelejo desembarca el sábado, 24 de octubre de 1778, tomando posesión del lugar en nombre de Carlos III, construyéndose así la pequeña población de San Carlos, actual San Carlos de Luba, ante las autoridades portuguesas. El jueves, 19 de noviembre, se hace lo propio en la isla de Annobón.
El jueves, 9 de diciembre de 1779, desembarca la expedición española fundando Concepción en Fernando Póo para establecerse definitivamente. Queda así establecida la Gobernación de Fernando Poo y Annobón dentro del Virreinato del Río de la Plata. Más en 1841, Inglaterra, interesada en dominar Fernando Poo, propone la compra de la isla a España, pero el Congreso Español y la opinión pública, rechazaran la oferta.
A partir de 1855 se produce una agitada época de luchas intestinas entre miembros de la tribu de los bengas por la cuestión de las jefaturas locales, luchas que terminan en 1858 con la llegada del nuevo gobernador español, el capitán de fragata Carlos de Chacón y Michelena (1816 – 1863). La región es ampliamente explorada por Manuel de Iradier y Bulfy (1854 – 1911), entre 1875 y 1884. Y, posteriormente, por Emilio Bonelli y Hernando (1854 – 1926), en 1887, y José Valero Belenguer (1854 – 1893) en 1890.
Fue durante el reinado de Alfonso XIII (1886 – 1941), en 1926, cuando los territorios insulares y continentales se unen formando una colonia, Guinea Española. Esta se mantiene fiel a la República durante la Guerra Civil Española, pero al poco se pasa al bando golpista.
En diciembre de 1944, una expedición de la productora cinematográfica “Hermic Films”, a bordo del buque “Domine” que había partido tres semanas antes del puerto de Cádiz, desembarca en Santa Isabel (Guinea Española; hoy, Malabo) con el fin de filmar y fotografiar la fauna, flora y paisaje humano de aquel territorio africano. La expedición está formada por el director de cine madrileño Manuel Hernández Sanjuán (1915 – 2008), el operador de cámara, Segismundo Pérez de Pedro (1897 – 1984, alias Segis); el montador, Luis Torreblanca Ortega y el guionista Santos Núñez Gómez. Se filman 33 cortometrajes propagandísticos y más de 5.500 fotografías. Dos años después, regresan a España y, por motivos que se ignoran, el laborioso trabajo cae entre el polvo y el olvido, y nadie vuelve a interesarse por aquel material elaborado por encargo de las autoridades franquistas con intenciones propagandísticas Tienen que transcurrir 50 años (1996) para que el azar haga que el periodista y director de documentales Pere Ortín Andrés (Sagunto, Valencia, 1968) se dé de bruces con aquel material, percatándose inmediatamente de que se halla ante un pequeño tesoro de indudable valor artístico, cultural e histórico, tanto para España como para Guinea. Y, diez años después (2006), fruto de su trabajo, se publica “Mbini. Cazadores de imágenes en la Guinea colonial”, un libro fotográfico y un DVD con cinco películas documentales que es editado por Pep Bernadas Pecanins (Gironella, Barcelona, 1952), director de la librería barcelonesa “Altaïr”, junto a la productora audiovisual “We Are Here Films” (WAHF).
Años después, concretamente en 1959, se organiza la colonia como si fuera un territorio español provincial, y se divide en dos provincias: Fernando Poo y Río Muni. Pero, a la vez, comienzan a surgir los primeros movimientos independentistas.
EL PROCESO DE INDEPENDENCIA
Cinco años antes de la firma del protocolo de independencia, el domingo, 15 de diciembre de 1963, se celebra el Referéndum de Autonomía de Guinea Española. Tras la victoria de “Sí” en el Referéndum, se constituye un Gobierno Autonómico de carácter democrático presidido por Bonifacio Ondó Edú (1922 – 1969), y un Parlamento, llamado
Asamblea General, presidido entre 1964 y 1965 por Enrique Gori Molubela (1923 – 1972) y, después, por Federico Ngomo Nandong (1920 – 1971).
En noviembre de 1965, la IV Comisión de la Asamblea de la ONU aprueba un proyecto de resolución en el que pide a España que fije lo antes posible la fecha de la independencia. Así, en octubre de 1967, se inaugura la Conferencia Constitucional que preside Fernando María Castiella Maiz (1907 – 1976), Ministro de Asuntos Exteriores, que va a dar forma al primer texto Constitucional del nuevo país.
El miércoles, 24 de julio de 1968, las Cortes Españolas aprueban la Ley que autoriza al gobierno a conceder la independencia a Guinea Ecuatorial. El domingo, 11 de agosto, se celebra un Referéndum en el que la población guineana vota sí o no a la pregunta: “¿Aprueba usted que Guinea Ecuatorial sea con su voto un Estado independiente y soberano, democrático y social, constituido por dos provincias autónomas: Fernando Poo y Río Muni?”. El 63% de los electores votan a favor, e inmediatamente después se inicia la campaña electoral para la elección del presidente de la República, los diputados de la Asamblea y los consejeros provinciales. Una misión observadora de Naciones Unidas se halla presente durante la campaña y apertura de urnas garantizando la honestidad del resultado electoral.
Las Elecciones Presidenciales se celebran el domingo, 22 de septiembre. Concurren varios candidatos, alzándose con la victoria Francisco Macías Nguema. Así, en la primavera de 1969 se produce la dramática salida de la población española del recién nacido Estado de Guinea Ecuatorial. El proyecto neocolonial trazado desde Madrid para mantener la influencia política y económica sobre la antigua colonia fracasa a los pocos meses de la independencia. Según se expone en “Misión en África. La descolonización de Guinea Ecuatorial (1968-1969)”, de Rafael de Mendizábal Allende, editado por la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado y la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, en 2018: “Cien años de presencia española en el corazón ecuatorial del Continente Africano se eclipsaban sin gloria pero con pena, una dolorosa vergüenza y una infinita tristeza por quienes allí quedaban a merced del déspota, los africanos, bubis y fangs, bujebas, endowés, bengas, fernandinos y crumanes, desarraigados de su cultura en parte y no completamente «civilizados» o europeizados” .
Según refiere el escritor y periodista Miguel Ángel Santamarína del Rincón (Burgos, 1972), en “Independencia de Guinea Ecuatorial”, Zenda, 12 octubre 2022: “El principal opositor de Macías era Ondó Edú, que fue asesinado mientras se encontraba en arresto domiciliario. En las calles de Guinea se produjeron enfrentamientos y creció el clima antiespañol. Macías acusaba a la antigua metrópoli de desestabilización. La mayoría de los españoles tuvieron que huir del país. Francisco Macías comenzó a suprimir derechos y emprendió el camino hacia un gobierno autocrático en el que cualquier intento de oposición era perseguido con dureza. Su ideología mezclaba las teorías de diversos dictadores a los que admiraba, y llegó a declararse “marxista e hitleriano”. El número de muertos bajo su mandato se estima que supera los 50.000. Su gobierno de terror y muerte terminó con su derrocamiento, y posterior ejecución, en 1979”.
Martes, 19 de octubre de 1976, el Diario Arriba recoge: «Mañana día 20 terminará la calificación de Materia Reservada que pesaba sobre la información relativa a la República de Guinea Ecuatorial, que había sido dispuesta por el gobierno en el año 1971, debido a que la aparición en la prensa española de noticias diversas en torno a esta república repercutía desfavorablemente en la marcha de las relaciones entre los dos países». Y Ramón García Domínguez (1943 – 2025), en “Guinea: Macías, la ley del silencio” (1976) recoge que «Solo un mes antes de la aludida derogación del secreto oficial, en una clandestina rueda de prensa celebrada en Madrid por el secretario de Estado guineano Mba Oyono, éste declaraba que “el tema de Guinea era materia reservada porque no interesa que se sepa en España lo que sucedía en Guinea”. Carrero Blanco controlaba más de la mitad de las explotaciones madereras del país, y accionistas de las explotaciones de madera, cacao y café eran varios ministros españoles y altos cargos de la Marina destacados en Guinea».
COLOFÓN
Teodoro Obiang Ngema (1942), teniente coronel, viceministro de las Fuerzas Armadas y sobrino paterno del presidente Francisco Macías Ngema, encabeza el “Golpe de la Libertad” que tiene lugar el 3 agosto 1979. El comunicado emitido por Radio Malabo refiere que “El Pueblo de la República de Guinea Ecuatorial, desde hace casi 11 años, viene soportando la situación caótica impuesta por el régimen dictatorial del Presidente Macías Nguema Biyogo, que ha sumido al País bajo un estado de total anarquía, terror, asesinatos, mala administración, miseria; con la violación sistemática y persistente de los derechos fundamentales del ciudadano guineano y extranjero”.
El dictador Macías es capturado el 18 de agosto en la selva e, inmediatamente, se celebra un juicio sumarísimo y un consejo de guerra en el que Macías es acusado de genocidio, asesinatos masivos, malversación de fondos públicos, violaciones de los derechos humanos, daños materiales y traición. A falta de un sistema legal confiable vigente, se aplicó el código militar español en su calidad de último sistema legal vigente en el país. Al mediodía del 29 de septiembre, el Tribunal emite las sentencias y Macías y otros seis acusados (Bienvenido Micha, Salvador Ondo, Fortunato Nsogo, Pastor Nsue, Eduardo Nguema Edu y Miguel Eyegue) son condenados a muerte y a la confiscación de sus bienes. Serán ejecutados por un pelotón de fusilamiento compuesto por 21 soldados guineanos voluntarios en la Prisión Playa Negra a las 6 de la tarde del mismo día.
El viernes, 12 de octubre de 1979, Teodoro Obiang se autoproclama presidente del país. Diecinueve días después, el miércoles, 31 de octubre, se firma un acuerdo de cooperación entre España y Guinea Ecuatorial y un protocolo de actuación. Desde esa fecha, Teodoro está al frente del poder, primero como presidente del Consejo Militar Supremo y después como presidente constitucional hasta el día de hoy.
NOTAS FINALES
A título de anécdota hay que consignar que Bata, en Guinea Ecuatorial, es el lugar de nacimiento de Sheila Ebana (1989), madre del futbolista del F.C. Barcelona y de la Selección Española de Fútbol, Lamine Yamal (2007).
Para terminar resulta importante reseñar unas meditadas frases de Andrés Canuto Elobe Echube, docente e investigador, Graduado en Filosofía y Máster de Estudios Avanzados en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid; y “Baccalaureatus in Theologia” por la Universidad Católica de Valencia, en el artículo de su página de internet (https://echube.blogs.uv.es/) titulado “Guinea Ecuatorial: una independencia irresponsable” (12 octubre 2020), reflexiona: “Siempre he admirado la lucidez de aquellos hombres y mujeres valientes que se opusieron a la constitución de Guinea Ecuatorial como estado independiente de la forma irresponsable en la que acabó siendo erigida, apresuradamente, sin criterios claros de lo que se iba a hacer el día siguiente de firmar la independencia, en ausencia total de garantías democráticas y de libertades civiles a años vista, … Se firmó la peor independencia en el peor momento posible. El tiempo ha acabado dando la razón a esos visionarios, si tenemos en cuenta que cualquier atisbo de libertad, de justicia y de prosperidad para los pueblos que la constituyen quedó en un sueño, en un mal sueño (…) El 12 de octubre de 1968 fue el día en el que los pueblos que integran Guinea Ecuatorial, firmaron, una vez más, su sentencia de miseria y muerte (…) “Unidad, paz y justicia”. Este es el lema del escudo de armas de Guinea Ecuatorial. Sin embargo, los pueblos que la integran no han sabido o no han querido aprender a respetarse mutuamente y a convivir unidos desde el mutuo reconocimiento, sin hablar de mayorías o de minorías, sino de ciudadanos libres e iguales en un país independiente y libre. Susceptibles, en virtud de aquello, de derechos y obligaciones. Guinea Ecuatorial necesita ser refundada o disuelta porque la mayoría sigue viviendo en una especie de esclavitud 2.0. Creemos que nadie debería ser discriminado por ser anobonés, benga, bubi, fang, o ndowé. ¡Nadie! El futuro de Guinea Ecuatorial, si es que tiene futuro, pasa por resolver este serio problema. También pasa por poder decir que en (57) años de “independencia” todo (derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales) sigue igual o peor que antes. Pasa por ser libres en serio con unidad, paz y justicia”.
