✍Fernando Antúnez
En FARO, deporte adaptado…
Emoción, superación, constancia, estas son palabras con las que podemos definir lo recientemente disputado en Johannesburgo (Sudáfrica), el Mundial de baloncesto en silla de ruedas en la modalidad de 3×3.
A la cita han acudido tanto la selección española masculina como la femenina.
En mujeres, se empezó cayendo en el primer encuentro. Pero, se sabía que era un torneo sin mucho margen de error. Así que las chicas se pusieron las pilas y lograron cosechar el triunfo en los dos siguientes partidos de la fase de grupos para así primero ir a cuartos, después avanzar a semifinales y por último, colarse en la final donde ha sucumbido frente a Canadá, haciéndose así con la medalla de plata.
Por su parte, el combinado masculino metió la directa desde el minuto uno terminando invicto sus tres envites clasificatorios del grupo.
Tampoco tendrían problemas para deshacerse de sus rivales en cuartos y en semifinales.
En la final, aguardaría el mismo verdugo del cuadro femenino, Canadá. El partido se decantaría a favor de los canadienses privando así a nuestros chicos del metal de oro y dejándolos en segunda posición que da derecho a la presea de plata.
Sin duda, actuaciones más que meritorias de los dos elencos dejándonos claro una vez más que, los límites nos lo ponemos nosotros.
