EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA

✍Antonio Gómez Romera

Domingo, 15 de junio de 2025

EN EL XXIX ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE ELLA FITZGERALD, “LA CANTANTE DE JAZZ QUE TRASNFORMÓ LA CANCIÓN NORTEAMERICANA”

Ella Fitzgerald.

Tal día como hoy, domingo, 15 de junio, festividad de Santa Benilde de Córdoba (mártir, siglo IX), en la vigésimo cuarta semana de 2025, se cumplen 29 años (sábado, 1996), del fallecimiento en Beverly Hills (California, EEUU), de Ella Fitzgerald, conocida popularmente como “Lady Ella”, “la Reina del Jazz” y la “Primera Dama de la Canción”, por su elegancia y por su técnica vocal que la dota de una gran versatilidad en su repertorio musical. Ella muere por un accidente cerebrovascular a la edad de 79 años, pero su legado perdura en más de 250 discos grabados.

Junto con Billie Holiday (1915 – 1959) y Sarah Vaughan (1924 – 1990), está considerada como la cantante más importante e influyente de toda la Historia del Jazz y de la canción melódica popular de EEUU. Dotada de una voz con un rango vocal de tres octavas, destaca su clara y precisa vocalización y su capacidad de improvisación, sobre todo en el “scat”, técnica que desarrolla en la década de 1940 y que anuncia el surgimiento del “Bebop”. Pocas horas después de su muerte, el 18º Festival de Jazz de Playboy se pone en marcha en el anfiteatro Hollywood Bowl de Los Ángeles y, en su homenaje, el cartel de la marquesina dice: «Ella, te echaremos de menos».

Su funeral privado se celebra a las 13 horas del jueves, 20 de junio, en Beverly Hills (908 Whittier Drive). La familia de Ella solicita que cualquier donación en su memoria se haga a la Sociedad de Cantantes, fundada en 1986 por Virginia “Ginny” Mancini (1924 – 2021), viuda del compositor Henry Mancini (1924 – 1994), para ayudar a cantantes profesionales necesitados. Es sepultada en el “Inglewood Park Cemetery” de Los Ángeles, en el Mausoleo de la Misión Sunset, segundo piso, Santuario de las Campanas, Cripta 1063.

Ella Fitzgerald portada disco.

Breves Notas Biográficas

«Lady Ella” nace en Newport News (Virginia, EEUU), el miércoles, 25 de abril de 1917, y tiene una infancia muy difícil. Su padre, William Fitzgerald, conductor de tren, la abandona cuando es muy niña y su madre, Temperance “Tempie” Harry, de oficio lavandera, muere atropellada (1932) cuando Ella tiene apenas 15 años de edad. Queda al cuidado del novio de su madre, Joseph da Silva, inmigrante portugués, quien al parecer abusa sistemáticamente de ella. Todas estas adversidades de la vida la transforman en una adolescente conflictiva que se escapa de clases y es detenida por la policía en diversas ocasiones. Se trasladará a casa de su tía materna, Virginia. A Ella le gusta bailar y cantar en un club escolar y en el Coro de la “Bethany African Methodist Episcopal Church”. Con ello aprenderá a tocar el piano y, en la radio, disfrutará escuchando a Louis Armstrong (1901 – 1971) y a sus ídoslas, las “Boswell Sisters” (1925 – 1936). Por su descontrolada vida será internada en un reformatorio, el Asilo para Huérfanos de Color de Riverdale, del que trata de escapar varias veces, hasta que finalmente se traslada a Nueva York y reside en el “State Training School for Girls”, una especie de hospicio hasta 1934.

Ella con Marilyn Monroe – 1955.

Ella es tímida y reservada. Le da vergüenza su apariencia y, por un tiempo, incluso duda del alcance de sus habilidades. La oportunidad de su vida llega de manera inesperada, cuando sólo tiene 17 años, el miércoles, 21 de noviembre de 1934, durante el concurso semanal “Amateur Night Show” del “Teatro Apollo” de Harlem (Nueva York). En un principio, Ella tiene pensado bailar aquella noche. Sin embargo, impulsada por su admiración por la cantante Connee Boswell (1907 – 1976), opta por cantar, y su interpretación de “Judy”, de Hoagy Carmichael (1899 – 1981), una de las canciones favoritas de su madre y “The Object of My Affection”, de Coy H. Poe (-1912/1986), Jimmie Grier (-1902/1959), y Pimky Tomlin, (1907/1987), cautiva al público y a los jueces. Gana la competición y llama la atención del saxofonista y arreglista Benny Carter (1907 – 2003) que, impresionado por su talento natural, comienza a presentarle a personas que podrían impulsar su carrera. Según Ella: “Desde que actué en el Apollo supe que quería cantar delante del público el resto de mi vida (…) Sé que no soy una chica glamorosa y no es fácil para mí levantarme frente a una multitud de personas. Antes me molestaba mucho, pero ahora tengo claro que Dios me dio este talento para usarlo, así que solo me quedo ahí, de pie y canto…”.

Ella Fitzgerald en el escenario del Kool Jazz Festival, Saratoga, New York, Junio 1982.

El triunfo reseñado significa el inicio de su carrera profesional, aunque los primeros años no están exentos de dificultades. Comienza a participar y a ganar en todos los concursos de talentos que encuentra. En enero de 1935, gana la oportunidad de actuar durante una semana con la banda de “Tiny” Bradshaw (1907 – 1958) en la Ópera de Harlem. Es allí donde conoce al baterista y director de orquesta Chick Webb (1905 – 1939), líder de una de las bandas de swing más populares de la época. Webb, al principio escéptico por la juventud y la apariencia tímida de Ella, pronto queda impresionado por su extraordinaria voz y su habilidad para interpretar las canciones con una emoción genuina y una técnica impecable. Ella se une a la orquesta de Chick Webb en 1935, como cantante de pop y swing ganando 12’50 dólares a la semana, e iniciando una época fundamental para su desarrollo artístico. Graba varios éxitos junto a Louis Armstrong y Duke Ellington (1899 – 1974), incluida una versión divertida de la canción infantil “A-Tisket, A-Tasket” (1938), que con 21 años que se convierte en un éxito nacional: vende un millón de copias, alcanza el número uno y se mantiene en las listas de éxitos durante 17 semanas. De ésta manera, comienza el ascenso vertiginoso que lanza a Ella al estrellato como una cantante de jazz de renombre que se gana el afecto y la admiración del público norteamericano.

Ella y Chick Webb a los inicios de su carrera artística.

La muerte de Chick Webb el viernes, 16 de junio de 1939, es un momento crucial para Ella, que asume la dirección de la banda durante un tiempo, rebautizada como “Ella and her Famous Orchestra”, probando su habilidad tanto en el canto como en el liderazgo musical. En 1941 lanza su carrera de solista y ahí comienza a lucir su talento en todo su esplendor, acercándose al jazz. Su habilidad para interpretar tanto baladas melancólicas como piezas de swing enérgico la establece como una artista versátil, capaz de capturar la esencia del jazz y el espíritu de la época. Ella comienza a explorar nuevos territorios musicales, incluyendo el bebop, un estilo que entonces está emergiendo como una nueva expresión dentro del jazz. Su capacidad para adaptarse e innovar se evidencia en sesiones de improvisación vocal conocidas como “scat”, donde su voz se convierte en un instrumento más, capaz de improvisar líneas melódicas complejas con una facilidad asombrosa.

La carrera de Ella Fitzgerald toma un nuevo impulso al colaborar con algunas de las grandes orquestas y músicos de la época. Trabaja con las bandas de Duke Ellington y Count Basie (1904 – 1984), entre muchas otras. Su capacidad para fusionarse armoniosamente con grandes conjuntos y destacar al mismo tiempo como solista, refuerza su estatus como una de las grandes voces del jazz. Es durante este periodo cuando inicia una fructífera colaboración con Norman Granz (1918 – 2001), fundador de los conciertos “Jazz at the Philharmonic» (JAP) y del sello discográfico Verve. Granz se convierte en su mánager y contribuye significativamente a expandir su carrera, organizando giras internacionales y produciendo algunos de sus álbumes más aclamados. La habilidad de Ella para interpretar con maestría un amplio repertorio, que incluye el swing, el pop, el blues y el jazz, la convierte en una artista aclamada, tanto por el público como por la crítica.

Ella y Louis Armstrong.

En 1947 contrae matrimonio con el contrabajista Ray Brown (1926 – 2002), miembro de la banda de Oscar Peterson (1925 – 2007). Adoptan al hijo de su media hermana, Frances da Silva: al que llaman Ray Brown Jr (1949).

La década de 1950 y principios de 1960 se considera el periodo de madurez artística de Ella: graba una serie de álbumes temáticos dedicados a los compositores de la “Great American Songbook”, tales como Cole Porter, Duke Ellington y Johnny Mercer, entre otros, que además de demostrar su versatilidad y profundidad como intérprete, también contribuyen a preservar el legado de la música americana. Rápidamente se convierte en una invitada favorita y frecuente en numerosos programas de variedades de televisión como «The Bing Crosby Show», «The Dinah Shore Show», «The Frank Sinatra Show», «The Ed Sullivan Show», «The Tonight Show», «The Nat King Cole Show», «The Andy Williams Show» y «The Dean Martin Show». En una entrevista a la prensa llegará a comentar que: “Tengo una deuda enorme con Marilyn Monroe. Fue gracias a ella que toqué en el Mocambo, un club nocturno muy popular en los años 50. Llamó personalmente al dueño del Mocambo y le dijo que quería que me contrataran de inmediato, y que si él accedía, ella ocuparía una mesa en primera fila todas las noches. Le dijo que la prensa se volvería loca. El dueño dijo que sí, y Marilyn estuvo allí, en primera fila, todas las noches. La prensa se entusiasmó. Después de eso, nunca más tuve que tocar en un pequeño club de jazz. Era una mujer inusual, un poco adelantada a su tiempo. Y ella no lo sabía”.

En 1955 aparece en la película de Jack Webb (1920 – 1982) “Pete Kelly’s Blues”, protagonizada por Janet Leigh (1927 – 2004), Edmon O’Brien (1915 – 1985), Peggy Lee

(1920 – 2002), Andy Devine (1905 – 1977), Lee Marvin (1924 – 1987) y Martín Milner (1931 – 2015), entre otros. Y gana su primer Grammy en 1958, el año inaugural de estos premios.

El sábado, 13 de febrero de 1960, graba un concierto en directo en el Deutschlandhalle de Berlín, que se convierte en su disco más importante: “Mack the Knife: Ella in Berlín”. Ella sufrirá sucesivos problemas de salud, tal es así que en 1985, es hospitalizada brevemente por problemas respiratorios, en 1986, por insuficiencia cardíaca congestiva, y en 1990 por agotamiento.

Frank Sinatra (1915-1998) y Ella Fitzgerald en un especial para la TV americana (Foto del Hulton Archive).

El lunes 24 de agosto de 1987, como homenaje por los 70 años de edad de Ella Fitzgerald, la famosa cantante francesa France Gall (1947 – 2018) le dedica la canción ”Ella, elle l’a» («Ella, ella lo tiene»), incluida en su 15 álbum de estudio: “Babacar”. Finalmente se retira de los escenarios con un magno concierto en el Carnegie Hall de Nueva York el jueves, 27 de junio de 1991, refiriendo entonces que “Este es el lugar que me legitimó. Venir aquí me hace sentir como en casa. Cantar aquí me da una sensación que no encuentro en ningún otro lugar”.

En 1993, debido a los perniciosos efectos de la diabetes, enfermedad que padece desde 1986, se ve afectada en la vista y tiene que ser intervenida quirúrgicamente amputándosele ambas piernas por debajo de la rodilla. Confinada a una silla de ruedas, pasa sus últimos días en el patio trasero de su mansión de Beverly Hills en Whittier, con su hijo Ray y su nieta, Alice, de 12 años de edad. Con sus propias palabras afirmará que «Sólo quiero oler el aire, escuchar a los pájaros y escuchar reír a Alice». En su último día, Ella alzó la vista con una suave sonrisa en su rostro y dijo: «Estoy lista para irme ahora».

Ella in Berlin.

Colofón

Ella Fitzgerald ganó 14 Premios Grammy, incluyendo el Premio a la Trayectoria en 1967, y fue galardonada con la Medalla Nacional de las Artes (1987) y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos (1992). Según Ira Gershwin, letrista  (1896 – 1983): “Nunca supe lo buenas que eran nuestras canciones hasta que las escuché cantar a Ella Fitzgerald”. Y el crítico  Frank Rich (1949) afirmó que “Ella podía convertir cualquier canción en una ráfaga de oxígeno de melodía vibrante que llegaba a los oídos del oyente como alegría pura y serena: el sonido eternamente joven de un país joven”. Por su parte, Hugh Hefner (1926 – 2017) llegó a referir que “Ella capturó nuestros sueños en el romanticismo de la canción. Cuando actuó ante 18.000 personas en el primer Festival de Jazz Playboy en Chicago en 1959, el lugar estaba tan silencioso que se podía oír caer un alfiler”.

En febrero de 2024, la Editorial Libros del Kultrum, pone a la venta la biografía “Ella Fitzgerald: la cantante de jazz que transformó la canción norteamericana”, obra de la historiadora y musicóloga estadounidense Judith Tick (1943), en la que habla del triunfo del virtuosismo y la perseverancia de “Lady Ella”.

La voz de Ella sigue resonando en cada acorde, recordándonos que el Arte trasciende el Tiempo y el Espacio. Lady Ella, la Reina del Jazz, vive eternamente en el corazón de quienes aman la música.

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