Domingo, 6 de marzo de 2022.
30 AÑOS DEL ESTRENO DE LA PELICULA “EL CORTADOR DE CESPED”
Antonio Gómez Romera
En el día de hoy se cumplen 30 años (viernes, 1992) del estreno de la película norteamericana de ciencia ficción, “El cortador de césped” (“The Lawnmover man”), en 1.276 salas de cine de EE.UU. En el inicio del film, las palabras que todavía resuenan en mi mente venían a decir que “en el próximo milenio, se habrá difundido el uso de la tecnología conocida como Realidad Virtual, qué nos permitirá entrar en mundos artificiales, creados por ordenador, sin otros límites que los de la imaginación. Se prevén millones de aplicaciones positivas, aunque puede dar lugar a nuevas formas de control mental”. En España, la película se estrena el viernes, 2 de octubre de 1992, teniendo la versión una duración de 1 h 48 min (108 min), mientras que la “del Director” (EE.UU.) dura 2 h 20 min (140 min). La película está dedicada a la memoria del co-productor Milton Subotsky (Nueva York, EEUU, 27/9/1921-27/6/1991), fallecido de una enfermedad cardíaca a la edad de 69 años. “El Cortador de Césped” es una modesta producción de ciencia-ficción norteamericana basada en una breve historia de Stephen King (Portland, Maine; 21 de septiembre de 1947), del mismo título y publicada en 1975. Plantea la idea del uso de drogas y realidad virtual para desarrollar las posibilidades del intelecto humano.
Datos de la película
La película fue dirigida por el norteamericano Brett Leonard (Toledo, Ohio, EEUU, 14 de mayo de 1959) y producida por los Estudios “Allied Visión Lane Pringle Productions” (EE.UU.) y “Fuji Eight Company Ltd.” (Japón). Y comercialmente fue distribuida por “New Line Cinema”, estudio cinematográfico norteamericano filial de la Warner Bros, fundado en 1967 como una compañía de distribución de películas independiente. Tuvo un presupuesto 10 millones de dólares, obteniendo una recaudación, de 32.100.816 dólares en EE.UU. .El filme está protagonizado por Jeff Fahey (1952), en el papel de Jobe Smith; Pierce Brosnan (1952), en el papel del doctor Lawrence Ángelo; Jenny Wright (1962), como Marnie Burke; Mark Bringleson (1957), como Sebastián Timms; Geoffrey Lewis (1935-2015), como Terry Mckeen; Jeremy Slate (1926-2006), como el reverendo padre Marcus McKeen; Dean Norris (1963), como «el Director»; Colleen Coffey, como Caroline Ángelo; Austin O’Brien (1981) como Peter Parkette; Troy Evans (1948) como el teniente Goodwin; Rosalee Mayeux como Carla Parkette y Ray Lykins como Harold Parkette, entre otros.
La película sigue el guion de Brett Leonard y Gimel Everett (1951-2011), que además fue productora y directora de la Segunda Unidad. Está basada en la novela homónima de Stephen King, publicada en 1.975, que se encuentra en el libro de relatos “Night Shift”, 4° libro publicado por King, que a la vez se trata de su primera compilación de relatos cortos. En los recursos técnicos hay que destacar que la banda sonora es del compositor norteamericano Dan Wyman y la dirección de fotografía queda a cargo de Russell Carpenter (1950). Y por lo que respecta a las imágenes generadas por ordenador (CGI), son creadas por “Angel Studios”, que más tarde se convirtieron en “Rockstar San Diego”, y “Xaos Inc”. Hay que hacer destacar que el supervisor de edición de sonido, Frank Serafine (1953-2018), fue contratado por su buen trabajo en la creación de sonidos de la película “Tron” (1982). Los 8 minutos de efectos especiales generados por ordenador son el trabajo de 7 personas durante 8 meses, con un presupuesto de 500.000 dólares.
La película “El cortador de césped” fue rodada entre el martes, 28 de mayo y el lunes, 22 de julio de 1991, en localizaciones de Pasadena y Simi Valley (California, EE. UU.) y tuvo una calificación de no recomendada para menores de 13 años. El filme fue nominado al Premio Saturno 1992 como mejor película de Ciencia Ficción y mejores efectos especiales y al Fangoria Chainsaw con el mejor actor, Jeff Fahey.
Argumento / Sinopsis
El doctor Lawrence Ángelo (Pierce Brosnan) trabaja para “Virtual Space Industries” (VSI), investigando en el «Proyecto 5» de desarrollo intelectual y entrenamiento de combate con chimpancés, utilizando drogas estimulantes y técnicas de realidad virtual. El experimento tiene cierto éxito, pero la combinación de las drogas y el estrés vuelve a los chimpancés psicóticos y peligrosamente violentos. Uno de los chimpancés escapa de su jaula usando la tecnología de combate en la que está entrenado y es abatido por el servicio de seguridad del Laboratorio. Ángelo decide entonces alejarse del proyecto y tomarse un descanso forzado.
Jobe Smith (Jeff Fahey), el cortador de césped, sufre un retraso mental y vive en la casa de servicio propiedad del vicario, el reverendo padre Marcus McKeen (Jeremy Slate), para el que limpia la casa parroquial. El hermano del padre McKeen, Terry (Geoffrey Lewis) es el jardinero del pueblo y emplea a Jobe para que lo ayude con las tareas más pesadas y rutinarias. Cuando el padre McKeen descubre insectos alrededor del altar, culpa a Jobe y lo golpea con un cinturón de cuero por olvidar sus deberes. Mientras, el doctor Ángelo, desesperado por ver su trabajo manipulado y sometido a los fines bélicos del Gobierno, escribe en su diario sobre la necesidad de experimentar con un sujeto humano…, Jobe está cortando su césped.
El niño Peter Parkette (Austin O’Brien), hijo del vecino de Ángelo, es amigo de Jobe. El doctor Ángelo invita a algunos juegos de realidad virtual a Peter y Jobe y persuade a éste para participar en el experimento diciéndole que lo va a hacer más inteligente. Jobe acepta y comienza un programa de aprendizaje veloz a base del uso de drogas psicotrópicas, realidad virtual y la estimulación de la corteza cerebral. El doctor Ángelo se centra en rediseñar el tratamiento de aumento de inteligencia quitando los «factores de agresión» utilizados en los experimentos con chimpancés. Jobe pronto se vuelve más inteligente; su mente está sedienta de saber y el doctor Ángelo lo lleva al laboratorio para utilizar la tecnología de que dispone ahí. Aprende latín en una hora y media durante la noche en el laboratorio y Ángelo menciona en sus notas que a él le llevo un año sólo aprender el alfabeto latino.
En una sucesión de hechos es seducido por una joven viuda, Marnie Burke (Jenny Wright), durante su trabajo diario en el jardín. Comienza a tener poderes telepáticos y alucinaciones, pero continúa con el experimento en el laboratorio, hasta que un accidente obliga al doctor Ángelo a detener las pruebas. El director del proyecto, empleado por una misteriosa agencia conocida como «The Shop», mantiene en secreta vigilancia el progreso del experimento y decide reemplazar las nuevas drogas de Ángelo por las del antiguo Proyecto 5, los «factores de agresión». Los resultados del experimento son espectaculares, pero va dando un giro al hacer de Jobe, una persona con poderes paranormales y con un odio terrible a la humanidad. Puede analizar muchos datos por segundo, procesar información e, incluso, predecir el futuro, matemáticamente hablando.
Los poderes y habilidades de Jobe continúan aumentando, pero el tratamiento afecta a su
estabilidad mental, y comienza esa noche a cobrar venganza de todos los que abusaron de él cuando era considerado un «pobre idiota”. El padre McKeen arde en llamas en la Iglesia, el empleado de la gasolinera, Jake, es torturado por la imagen de una «cabeza – podadora” que continuamente siega su cerebro y tras “adormecer” a su amigo Peter y a su madre, hace que una letal y potente cortadora de césped irrumpa en la casa, destroce el mobiliario del salón y ataque al abusivo padre (Harold Parkette), lo destroce y acaben sus restos en el cubo de la basura. A la mañana siguiente, el teniente Goodwin y los investigadores de la policía local encuentran una situación tremenda, algo diabólica, sin
explicación, resultado de una noche especialmente trágica, y constatan que los vecinos, ni vieron ni oyeron nada anormal La muerte del reverendo la atribuyen a alguna secta satánica o a una de esas extrañas combustiones humanas espontáneas, a Marnie Burke la han encontrado vagando por las calles, desnuda, riéndose como una loca, desquiciada y Jobe, mentalmente, hace que la policía catalogue esas muertes como «extraños accidentes», de los que sólo van a hacer un informe rutinario. Jobe piensa que él es el “Superhombre” y que el estadío final para completar el ciclo de su evolución es volverse «pura energía», en la supercomputadora de VSI y “purificar éste Planeta enfermo”. Se proyectará a sí mismo en la red del ordenador principal y desde allí alcanzará toda la red mundial hasta que controle todos los sistemas y su «nacimiento»; su llanto de recién nacido sonará en todos los teléfonos del Planeta al unísono, pero antes va a acabar con la Organización.
Comentarios / Colofón
1.992 es un buen año para mirar al futuro; es el comienzo de los efectos creados por ordenador en las películas con el siguiente milenio ya a las puertas y con las nuevas consolas de videojuegos que se avecinan, que se olvidan de los 16 bits pixelados para pasar a la “supuesta magia” del polígono. La realidad virtual, entonces incipiente y apasionante, está en boca de todos aquellos que tienen mediano interés en los avances tecnológicos. Es el momento perfecto para que Brett Leonard haga su película, en la que la tecnología futurista es protagonista y donde se tocan cuestiones ético-morales que conllevan peligros potenciales.
Es una película con una tesis muy especial, que combinando videojuegos de realidad virtual con drogas de diseño se podría conseguir incrementar la inteligencia humana hasta límites insospechados, en éste caso, el fin es desarrollar un nuevo tipo de súper soldados. “El cortador de césped” nos hace reflexionar sobre los retos que aún nos quedan por afrontar con el cerebro humano, llevados hasta la última frontera, y nos plantea, además, auténticos dilemas sobre el concepto de la felicidad, la inocencia, la bondad y los límites de la ciencia, amén de una feroz pero implícita crítica hacia las estructuras hegemónicas dominantes implantadas en nuestra sociedad como son las Mega Corporaciones Privadas, la Iglesia Católica y la violencia de género. Todo ello, acompañado de un auténtico mundo ficticio de videojuegos de realidad virtual, creado exclusivamente para la película.
Por lo que respecta al argumento, si bien no es original, es una de las primeras películas sobre el problema que plantea el científico y, como muy buen precedente, tenemos la película “Charly” (1968), que hizo ganar un Oscar a Cliff Robertson (1923- 2011) como mejor actor (1969). El atractivo y el éxito de “El cortador de césped” tiene mucho que ver con el enfoque más serio de la realidad virtual y en los dilemas éticos y morales que puede llevar un uso descontrolado, actualizando/adaptando el mito de Frankenstein a los tiempos modernos con un científico brillante, que teniendo en sus manos un descubrimiento capaz de cambiar el rumbo de la Humanidad, se deja llevar por la ansiedad de ver más resultados, y experimenta con un ser humano. Destaca por poseer muy bellas, a la vez que “retro” imágenes tridimensionales poligonales generadas por ordenador, para recrear los videojuegos ficticios de realidad virtual que aparecen en la película.
Aunque “El cortador de césped” es bien recibida por el público, también se lleva varias malas críticas que tildan a la película de melodramática, pero sienta las bases de muchas películas que vendrán después tratando el tema, como la saga de Matrix.
