El cortijo socialista

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VICENTE FERNÁNDEZ GUERRERO

Dieciocho meses después, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha decidido restablecer la actividad orgánica de la Agrupación Municipal de Motril. Es mucho tiempo desde que un grupo de socialistas, liderados por Luis Manuel Rubiales, se amotinaron y las llaves de la sede de Rambla de Capuchinos tuvieron que pasar a una Gestora.

Ahora, con fecha 12 de septiembre, Magdalena Sánchez, presidenta de la Gestora convoca la preceptiva asamblea extraordinaria para elegir la Comisión Ejecutiva y sus representantes en el Comité Provincial en el ya tradicional salón para estas cuestiones del PSOE, el IE «Javier de Burgos» el próximo viernes, día 23 a las ocho de la tarde. Curiosamente en el escrito el año de la cita es el «2010».

No sabemos muy bien quiénes son los que tienen derecho a votar, por aquello de que la militancia quedó en suspenso. Lo que sí les adelantamos es que Flor Almón se presentará a la Secretaría general.

Además del mucho tiempo transcurrido en los que los socialistas han pisado todos los charcos con barro, han sido muchos los acontecimientos también; destacando las elecciones municipales del pasado mayo; en las que el PSOE motrileño sufrió el efecto de la debacle nacional y el cisma local, aunque Rubiales se presentó bajo el paraguas de la Convergencia Andaluza de Benavides, con el resultado conocido de 5 concejales para Flor (PSOE) y 2 para Rubiales (CA).

Pero el charco más grande que van a pisar los socialistas de la Costa es tratar de alcanzar el gobierno de la Mancomunidad. El mismo tiene tanta agua que se pueden ahogar. Tiene difícil explicación para el ciudadano la decisión de presidir el ente. Primero, porque las urnas le obligan a que el PSOE tenga que pactar con CA; y, segundo, porque la voluntad popular sitúa al PP al frente de la misma.

Si el PSOE llega a presidir la Mancomunidad de municipios de la Costa Tropical podrá ser legal pero en ningún caso legítimo.

En cualquier caso, sólo intentarlo es desmoralizador para la mayoría del votante socialista. Una decisión así no se puede cocer en clave local. Nos tememos que la estrategia venga del provincial. Ni eso de que «la política, a veces, tiene extraños compañeros de cama» vale en esta ocasión. Es muy fuerte que, después de lo sucedido, Rubiales y Almón puedan votar juntos en una sesión plenaria de la Mancomunidad. Al menos, deberían evitar el que Flor Almón sea representante de Motril en la nueva Corporación que se forme.

Por otro lado, ¿qué espera el PSOE si el mayor representante de los municipios está gobernado por el PP?, ¿gestionar las telarañas de un cortijo en ruinas? Es sabido que el presupuesto de la Mancomunidad es exiguo y el mayor aporte sale del Ayuntamiento motrileño, por razones de mayor población y, además, con la que está cayendo a nivel nacional y lo que se espera a partir del 20 de noviembre es de locos luchar por un sillón minado por las termitas.

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