REFLEXIONES DE UN ANDALUCISTA CONFESO…

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ANTONIO ESCÁMEZ -Portavoz P. Andalucista Motril-

Para un Andalucista no estamos atravesando por una etapa fácil para hablar de Andalucía, para hablar de Granada y mucho menos para hablar de Motril. Me refiero de hablar en Andaluz y para los Andaluces, hablar de lo que sentimos por nuestra tierra.

Los que nos gobiernan, los que nos gobernaron, sólo han demostrado y siguen demostrando ser unos incapaces para sacar a nuestra tierra del penúltimo lugar de España en renta “per cápita”, que se siga dependiendo del subsidio y ayudas, tanto de la Unión Europea como del Estado Central, que se sufra la lacra del desempleo mucho más intensamente que en el resto del país (50% más alta que la media nacional).

Sufrimos una fuga de jóvenes con una preparación sobresaliente, con conocimientos y títulos bajo el brazo, que utilizan todas sus capacidades y potencialidades para aportarlos a otros países Europeos y del resto del mundo. Los Andaluces mejor preparados, nuestros mejores técnicos e investigadores, se ven obligados a marcharse ya que en Andalucía y en España no encuentran ninguna oportunidad. Esta generación de jóvenes preparados se van de nuestra tierra como los antiguos emigrantes en busca de una oportunidad laboral, y mientras desde el Gobierno de la Nación se intenta hacer ver que salimos de la crisis, pero padeciendo  unos niveles de fracaso escolar que harían avergonzar en cualquier comparativa al efecto.

Desde el Gobierno de la Junta de Andalucía gastando a manos llenas en publicidad, vendiendo lo que nunca se llega a poner en práctica. Comenzaron con aquel eslogan “Por el buen camino”, más tarde “Andalucía Imparable” y finalmente “Por el Camino Seguro”… De vergüenza, lo que es más “imparable” es el “camino” a los juzgados de tantos Consejeros, Directores Generales y demás personal relacionado con la Junta en el caso de los ERES y Cursos de Formación. Resulta lamentable descubrir día tras día el expolio del que estamos siendo objeto todos los Andaluces por parte de unos y otros. Los dos grandes partidos, las dos “grandes marcas” de la política Española las encontramos a precio de saldo. Ahora nos escriben esos grandilocuentes mensajes sobre una barra de hielo, mensajes que duran lo que tarda en derretirse. Mientras tanto, otros esperando impasibles la autodestrucción de esos dos grandes partidos.

Hablando de nuestra ciudad, ese Motril que tanto nos duele, y haciendo un paralelismo entre “el antes” y “el ahora”, nos encontramos con la “utopía” de la Autovía A7. Para aquellos que estaban en la oposición se trataba de una ejecución prioritaria, nos llevaron de excursión a Madrid y todos los que hoy son ministros nos recibieron, nos llenaron los oídos de cantos de sirenas, diciendo que era urgente, prioritario, etc, etc. Hoy gobiernan ellos y todo sigue igual, seguimos esperando. Eso sí, ya empieza a verse cierta luz en el horizonte de esta básica infraestructura de transporte, y aunque llegue muy tarde y en una época de crisis económica severa, ayudará a poner en valor la zona estratégica en la que vivimos.

El gobierno de la nación ha tardado en ponerse en marcha para dar respuesta a la finalización de la A-7, como siempre entonando el cántico de que si esto no ha comenzado antes es debido a la “Herencia Envenenada”. Este término acuñado a fuego en su fuero interno es recurrente y vale para salir de cualquier aprieto, cuando no tienen una razón para justificar su inoperancia y valor de la prioridad. En este mismo sentido suele ir cualquier justificación que da el Gobierno de la ciudad de Motril ante su falta de objetivos, “Herencia Recibida”. Después de gobernar diez de los doce últimos años aún hablan de esa herencia, aunque la sensación de la ciudadanía es que se gobierna a golpe de imagen, de foto, de pequeñas actuaciones que casi siempre redundan en el Centro de la ciudad.

Porque la comarca de la Costa de Granada ha sido históricamente la zona más olvidada de Andalucía. Otro ejemplo más de la sinrazón y la vergüenza, la Presa de Rules, o más bien la alberca de Rules. Va camino de veinte años que comenzaron las obras de este gran proyecto de ingeniería, y hoy, casi diez años después de su finalización, nos acordamos de que no hay canalizaciones para llevar el agua a su destino. Esto parece un cómic, de qué libro de chistes se habrá escapado esta gente. Se construye la “piscina” más grande de Europa y mientras, con las expectativas que se espera que podría conllevar la puesta en marcha de esta presa, el desempleo en nuestra comarca es galopante. Y lo que es peor, nuestros agricultores ven una tremenda presa llena de agua al lado de sus explotaciones, y éstos se ven obligados a pagar ingentes cantidades de dinero en energía para llevar el agua a sus fincas, cuando si las canalizaciones estuvieran terminadas, el agua llegaría por su peso. Qué triste realidad, nuestra agricultura no es la del Sur de Europa, es más bien la agricultura del Norte de África.

“Por el camino Seguro”, a día de hoy las dos grandes marcas cotizan a precio de saldo. Se tiran los trastos a la cabeza, que si las canalizaciones te corresponden a ti, que si las hago yo pero te corresponden a ti, que si yo quiero pero no puedo porque no es de mi competencia, que si yo las tuve presupuestadas unos cuantos años pero se me pasó hacerlas, que voy a pedir ayuda a la Unión Europea, etc. Vamos, que nos esperemos sentados a que llueva…  Mientras tanto, zonas sin regar, agricultores arruinados, tierras que se salinizan, a cultivar a Almería y Marruecos. Y en vez de unirnos con una sola voz, dando una imagen de unidad ante esta horrorosa deuda histórica de la que somos tristes acreedores, sólo observamos con pena el enfrentamiento entre los dos “grandes” partidos políticos, que cada vez son menos grandes. Ante esto, los agricultores y ciudadanos encuentran una forma de entretenimiento con poco pan y mucho circo.

Los Polígonos Industriales, PUE-1 y PUE-2, llevan trece años paralizados sin industria ni almacenes. La vega llena de camiones, los pedazos de tierra baldíos y abandonados, inundaciones con cuatro gotas debido al abandono de los cultivos, fuegos todos los años. Pero paradójicamente, a los agricultores les cuesta el agua casi más que los propios productos que venden, pero nadie se avergüenza de esto y da un zapatazo encima de la mesa necesaria.

Sanidad: A este pueblo de Motril se le hartó de palos por reivindicar y mostrar su “malestar” porque nuestros enfermos se morían subiendo a Granada. Sólo pedíamos un hospital para que una “indisposición” no terminara en desgracia. Hoy, lógicamente, pedimos un hospital con las necesarias y lógicas especialidades que faltan, Endocrinología y Neurología, etc. Pero para callarnos la boca construyen un almacén y un aparcamiento de vehículos para los cargos directivos, se ve que era lo necesario para la salud de los Motrileños (sin comentarios, de vergüenza).

Estación de Autobuses: Otra mentira más de los unos y los otros. Cuánta foto de inicio de obras, de presentación del proyecto, de primera piedra, etc. Pero en vez de ejecutar la nueva estación, tienen a un barrio con el ruido continuo de los autobuses, con los problemas de tráfico, con la acumulación de monóxido de carbono, con la entrada y salida de vehículos en una estación tercermundista que da sensación y ejemplo de la estructura turística que tenemos y que, visto lo visto, vamos a tener. Mientras tanto, los ciudadanos seguimos tragándonosla una vez tras otra…

Estos que tantos años llevan gobernando la Junta de Andalucía sólo han demostrado ser unos incapaces para sacar a nuestra tierra de esa penúltima posición en “renta per cápita”. 33 años de tragedia Socialista y por otro lado la farsa y engaño de los Populares. Aquí, aunque a veces pueda parecer que todo cambia, que hay indicios de esperanza, al final el cambio es para que todo siga igual. Empiezas a pensar que eso es lo que interesa a algunos, que no se levante cabeza, que el desánimo paralice a la ciudadanía.

Esa es la preocupación inquieta de un Andalucista Motrileño, y paro ya, porque si sigo no termino. Aquellos que amamos nuestra tierra, que nos apasiona lo nuestro, nuestra idiosincrasia Andaluza, nuestras posibilidades y capacidades, y que ejercemos con orgullo y pasión el hecho de ser orgullosos Andaluces y Andalucistas, nos sentimos “ninguneados” por unas “marcas” políticas cuya razón de ser no está por Motril, o por Granada o por Andalucía, sino estar en Madrid sin levantar la voz por los que representan.

Que Dios nos coja confesados…

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